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Economía

España ya tiene el mayor riesgo de pobreza de la UE pese al gasto social de Pedro Sánchez

El incremento de gasto social no ha reducido la brecha de la tasa de riesgo de pobreza en comparación con nuestro entorno en la UE.

España ya tiene el mayor riesgo de pobreza de la UE pese al gasto social de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, con María Jesús Montero, ministra de Hacienda y número dos del PSOE. | EP

España se ha convertido en el país de la Unión Europea con mayor riesgo de pobreza entre los países de su entorno económico. Así lo confirman los datos comparados ofrecidos por Eurostat, donde se aprecia cómo baja ese índice con motivo de las prestaciones sociales dadas durante la pandemia por el Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, ese incremento de gasto público no ido acompasado con la reducción de la pobreza y no ha impedido que España conserve el primer puesto de este ranking, sin lograr todavía recuperar el PIB previo a la covid. Esta semana, el jefe del Ejecutivo español presentó unas jornadas dedicadas al coste de la pobreza infantil, y afirmó que gracias al escudo social y a las medidas desplegadas por el Gobierno, «hemos evitado que casi un millón de niños, niñas y adolescentes hayan caído en la pobreza».

Basado en el estudio de la consultora Freemarket Corporate Intelligence al que ha tenido acceso THE OBJETIVE, desde 2018 hasta la actualidad, la contracción económica ocasionada por la pandemia y el intenso repunte de la inflación se han traducido en un deterioro de las condiciones de vida de los españoles. La política gubernamental orientada a paliar los efectos de la crisis sobre las familias españolas, especialmente las más vulnerables, no guarda proporcionalidad con los beneficios percibidos por los hogares situados en los escalones más bajos.

Eurostat incluye en el denominado ‘riesgo de pobreza’ a aquel porcentaje de la población cuyo nivel de ingresos se sitúa un 60% por debajo de la media nacional. Se trata de un indicador a escala internacional y es el que se utiliza en la UE. Pues bien, teniendo en cuenta este criterio, y en comparación con otros estados de la UE y, en especial, con el resto de las mayores economías de esta área, Freemarket introduce en su estudio dos elementos: la situación de los colectivos integrados en ese indicador, pero antes de recibir transferencias sociales, y lo que sucede con estos colectivos, pero una vez que ya han recibidos esas prestaciones. De esa manera, la combinación de ambos elementos arroja una idea más aproximada de la cantidad de individuos en riesgo de pobreza, y asimismo, la eficacia y de la eficiencia de las políticas sociales empleadas para aliviar su estado.

Según los últimos datos disponibles, en el periodo comprendido desde 2008 hasta antes de la pandemia, Irlanda redujo en el espacio temporal de referencia casi 10 puntos; Alemania y Francia se han mantenido en porcentajes en el entorno del 24-26% de la población, y España, entre el 28 y el 31% de la misma.

La brecha de pobreza de España

En retrospectiva, la mayor caída de ese indicador en el caso español -como se puede ver- aconteció durante las legislaturas de Mariano Rajoy, cuando la economía española empezó a salir de la Gran Recesión en 2014.

Asimismo, el gráfico también muestra el índice de esta variable cuando llega a Moncloa Pedro Sánchez, tras una moción de censura, momento en el que la tasa de riesgo de pobreza era cuatro puntos inferior a la alcanzada en su punto álgido, 2014. De hecho, se situaba a 2,5 puntos por debajo de la existente al inicio del mandato del PP.

Pero llegó la pandemia en marzo de 2020, hace ahora tres años, y el virus tuvo consecuencias económicas y se tradujo en un incremento de la tasa de riesgo de pobreza en todos los países de la muestra. Sin embargo, no todos los Estados de la UE han tenido un comportamiento similar al español.

Así, se puede observar cómo el diferencial de España con Alemania se ha ampliado de 3,8 en 2019 a 4,7 puntos en 2021, con Francia de 3,7 puntos a 4,4 en ese período y con Italia se ha mantenido 1,7 puntos. Dicho de otro modo, que la pandemia ha aumentado la brecha entre los españoles en riesgo de pobreza y la de los ciudadanos de los estados mostrados en el Gráfico.

La excepción vino entonces de la mano de Irlanda que, si bien redujo de manera sustancial su tasa de riesgo de pobreza entre 2012 y 2020, la ha visto incrementarse a raíz de la pandemia. Sin embargo, esos datos absolutos irlandeses son engañosos, en tanto se ven sustancialmente alterados, como se verá a continuación, cuando se analiza lo ocurrido en ese país cuando se ven los efectos de su política social sobre ese indicador, según apunta el informe de Freemarket.

Riesgo de pobreza, pero con transferencias sociales

La mayor aproximación a la realidad queda reflejada en el siguiente gráfico, donde se distingue la trayectoria de la población en riesgo de pobreza, pero ya con las transferencias sociales -en definitiva, mayor gasto social (pensiones excluidas)- realizadas en los estados analizados.

Pues bien, ahí se puede ver cómo el porcentaje de Irlanda de población en riesgo de pobreza, después de transferencias sociales, se sitúa entre el 12,9 y el 17% del total. Es decir, entre un 16 y un 25% que antes de que los colectivos afectados reciban aquellas. En Francia, está en una franja entre el 13 y el 14,4%; entre un 10 y un 11% que antes de recibir ayudas sociales. En Alemania, el diferencial oscila entre un 15,8 y un 17 %, un 8-9% menos que antes de realizar transferencias sociales y, en España, entre un 21-22%, un 9,5 y un 6,4% menos que antes de que los colectivos vulnerables reciban las ayudas.

Por tanto, el análisis del gráfico pone de manifiesto que la tasa de riesgo de pobreza se ha mantenido prácticamente estable o incluso ha caído en algunos de ellos -como es el caso de Alemania o Irlanda-, mientras que la mayor subida se ha producido en España.

El coste de la pobreza infantil en España

Organizado por la Fundación La Caixa, el presidente del Gobierno destacó este lunes en las Jornadas dedicadas al coste de la pobreza infantil cuatro líneas de actuación del Gobierno para combatir la pobreza infantil, dignificar salarios para combatir la pobreza laboral y atajar la brecha salarial.

En primer lugar -señaló el jefe del Ejecutivo-, la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, «que ya protege a más de un millón y medio de personas y medio millón de hogares, en dos tercios de los cuales hay al menos un menor». Más del 42% de todos los beneficiarios -dijo- son menores de edad y 6 de cada 10 perceptoras son mujeres.

En segundo lugar, destacó «el incremento de las prestaciones por hijo a cargo, congeladas durante 17 años hasta 2019, lo que desde aquel año se ha doblado su cuantía para los menores en hogares en pobreza severa, y puesto en marcha el Complemento de Ayuda a la Infancia, con 1.000 euros para niños y niñas de hasta 3 años que alcanza ya a 300.000 hogares». En tercer lugar, añadió medidas en el ámbito sociolaboral como «el incremento del Salario Mínimo Interprofesional en un 47% en cinco años, del que
se beneficiarán más de 1 ,7 millones de mujeres o el aumento y la equiparación de los permisos de paternidad y maternidad para mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar».

Y, por último, resaltó las medidas de justicia fiscal, con una reducción en el IRPF «que beneficiará a la mitad de los trabajadores y trabajadoras; la rebaja en el IVA del gas y la electricidad, o el impulso del bono social térmico y eléctrico para combatir la pobreza energética».

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