El miedo se disipa y la banca española recupera un tercio de lo perdido en la Bolsa
El sector remonta gracias al empuje del Santander y BBVA, cuya capitalización ha crecido en las últimas tres semanas un 44% y un 33%, respectivamente
El miedo financiero se ha ido disipando con el paso de los días, y desde que los inversores atacaron al sector con fuerza, tras la quiebra del Silicon Valley y la dudas de viabilidad de Credit Suisse, la banca española ha recuperado algo más de un tercio de su valor en la Bolsa.
La remontada, eso sí, va por barrios y son las dos grandes entidades, el Santander y BBVA, las que están tirando del carro del sector gracias a una mejora de las condiciones del mercado, aunque los nervios continúan a flor de piel y cualquier acontecimiento negativo puede hacer que vuelvan a sonar las alarmas.
Según los cálculos elaborados por THE OBJECTIVE, los grupos bancarios presentes en el parqué han reducido el agujero de los 30.000 millones de euros creado en tan solo seis jornadas -entre el 10 y el 17 de marzo- a los 18.500 millones de cierre de este miércoles. Es decir, se ha minimizado un 38%.
En todo este periodo ha habido complicaciones y la incertidumbre ha reinado, pero ha ido diluyéndose. El peor momento se vivió cuando los inversores pusieron en la diana al Deutsche Bank, lo que causó un nuevo terremoto. Pero con los días el sosiego ha vuelto a estar presente y la elevadísima volatilidad ha ido desapareciendo.
El Santander lidera la remontada de la banca
El Santander es el banco español que más se ha beneficiado hasta la fecha del apaciguamiento, ya que ha logrado mermar en un 44% el boquete (que llegó a ser de casi 10.600 millones). Su capitalización, tras este repunte, alcanza los 57.377 millones, según los datos de Infobolsa.
Por su parte, BBVA también ha experimentado un aumento de su valoración, pero en menor medida, ya que ha recuperado un 33% del golpe que recibió, que alcanzó los 7.600 millones de euros.
Los dos grandes grupos de nuestro país se están viendo favorecidos por un alza en las estimaciones y de una mayor confianza por parte de los expertos. Aunque la inestabilidad está muy presente, los analistas y los banqueros consideran que los problemas del sector son muy inferiores a los que presentaba en la crisis de 2008. Además, están convencidos de que los reguladores, en esta ocasión, actuarán con rapidez para arreglar cualquier tipo de dificultades si se producen.
El BCE se ha comprometido a destinar la liquidez que sea necesaria si alguna entidad ve mermada su capacidad para realizar la operativa diaria por una fuga masiva de depósitos, circunstancia que llevó a la quiebra a Silicon Valley y al rescate por parte de UBS a Credit Suisse.
Del mismo modo, en el mercado se espera que la institución que preside Christine Lagarde frenará en su escalada de los tipos de interés para no presionar demasiado a los bancos, ya que el alza del precio del dinero causa minusvalías en las carteras de bonos y, en caso de tener que venderlos para obtener liquidez, sufrirían pérdidas millonarias.
De esta manera, el mercado prevé que las subidas de las tasas para contener la inflación, de materializarse, serán de menor intensidad a partir de ahora. Se calcula que podría haber como mucho tres nuevos aumentos de 25 puntos básicos, lo que llevaría los intereses al 4,25%.
Debido precisamente a estos menores incrementos en el precio del dinero, los bancos españoles menos diversificados geográficamente y, por tanto, más dependientes a los movimientos del BCE, están teniendo un peor comportamiento en Bolsa. Incluso tres de ellos han profundizado las pérdidas generadas tras la intervención de Silicon Valley.
Caixabank ha escapado de estos nuevos descensos y, al igual que Santander y BBVA, ha logrado remontar el vuelo, pero de forma menos acelerada. La recuperación de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri es del 7,3%, con lo que su valoración ha pasado a ser de 26.650 millones. En los seis días del pánico llegó a dejarse 4.200 millones.
Los otros tres bancos de nuestro país, el Sabadell, Bankinter y Unicaja, han experimentado nuevos recortes en el precio de sus acciones en las últimas tres semanas. El primero ha profundizado ligeramente la pérdida en su capitalización, en un 3%, con lo que este deterioro se eleva a los 1.750 millones.
Bankinter, la otra cara de la moneda
Por su parte, Bankinter ha sido con diferencia el que registra la evolución más desfavorable, ya que sus títulos han descendido otro 16%. En total, desde que se iniciaron las turbulencias, acumula una caída del 23%. Con ello, prácticamente iguala el hundimiento del Sabadell en todo el periodo, que en su caso sobrepasa el 25%.
Unicaja, por último, ha elevado un 5% el agujero de su cotización, hasta los 560 millones de euros. Hay que tener en cuenta que la entidad malagueña vive además sumida en una crisis de gobierno corporativo desde hace tiempo, que se cerrará previsiblemente antes de verano con la salida de su consejero delegado, Manuel Menéndez.