Telefónica decidirá antes del verano si comparte la Liga y la Champions con Orange
La operadora se debate entre tener el fútbol en exclusiva para mejorar su competitividad o reducir la factura anual que paga por estas competiciones
Partido de La Liga entre el Atlético de Madrid y Cádiz FC de este miércoles. | Agencias.
Telefónica se enfrenta a una decisión de gran calado tras el fin de las restricciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a su negocio de televisión en España. Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE indican que antes del verano la operadora deberá decidir si finalmente comparte sus derechos audiovisuales de fútbol con sus competidores para la temporada 2023-2024 o si, por el contrario, decide quedárselos en solitario para mejorar su oferta televisiva.
Hasta el momento, se daba por hecho que se mantendría el statu quo; es decir, que se realizaría una subasta similar a la que obligaba el regulador. Una opción en la línea de mantener el mercado sin grandes modificaciones tras el levantamiento de las restricciones para no levantar suspicacias en el regulador. Aunque lo cierto es que la decisión no está tomada y esto incluye la posibilidad de tener en exclusiva toda La Liga y la Champions League para la próxima temporada, una situación inédita para Telefónica en los ocho años de regulación de la CNMC.
En años anteriores, Telefónica lanzó su oferta mayorista entre finales de junio y principios de julio, en el entendido de que La Liga y la previa de la Champions comienzan a mediados de agosto. Unas fechas que se mantendrían este año en el caso de optar por compartir los derechos. El fin de las limitaciones audiovisuales a Telefónica tras la compra de Digital+ en 2015 expiró este 30 de abril sin que la CNMC se pronunciara al respecto, lo que liberalizó este mercado permitiendo que Telefónica adecúe su estrategia audiovisual a sus intereses comerciales y no a las obligaciones del regulador.
Limitaciones de la CNMC
Hasta la fecha, la CNMC obligaba a que Telefónica realizara una oferta mayorista a sus competidores limitando el precio de los derechos deportivos a una fórmula establecida en base a los clientes de televisión de cada operadora. Un sistema ampliamente criticado y que generó que Vodafone renunciara a participar en él hace un lustro y que actualmente tiene a Orange como único cliente. Ahora sin las limitaciones de la CNMC, Telefónica no tiene ningún condicionante.
De momento, el único pronunciamiento oficial ha venido de parte de Orange. El nuevo consejero delegado de la compañía francesa indicó la semana pasada que confiaban en llegar a un acuerdo por la cesión un año más de estos contenidos. En su rueda de prensa de presentación de resultados trimestrales, Ludovic Pech, recordó que el fútbol sigue siendo un contenido vital para su oferta televisiva y el empaquetamiento de sus productos convergentes.
Si Telefónica compartiera estos derechos -una decisión que no está tomada-, el proceso de negociación sería radicalmente distinto una sin las ataduras de la CNMC. En primer lugar, la operadora establecería un precio libre y adecuado a su estrategia comercial y tendría que negociar independiente las condiciones con cada uno de los interesados. Unas conversaciones sin precios establecidos por la regulación en las que las partes deberán trabajar para conseguir las mejores condiciones.
Contrato con Orange
En cualquier caso, este sería el último contrato que firmaría Orange en solitario ya que lo más probable es que se autorice su fusión con MásMóvil antes de que finalice este año. Esto supone que para la temporada 2024-2025 ya se tenga que hacer integrada en la joint venture, un gigante que podría competir de igual a igual con Telefónica y donde el fútbol puede ser un elemento diferenciador entre estas ofertas.
En las anteriores cesiones, Orange pagó unos 330 millones de euros, 250 el último año ya que Telefónica solo tenía la mitad de La Liga. Sin embargo, el precio de una eventual negociación es una incógnita: Movistar debe pagar anualmente unos 875 millones de euros por las dos competiciones y ceder su exclusividad a Orange por otros 200-250 millones puede suponer un importante alivio para su factura.
Del mismo modo, si se rebajase el precio para dar entrada a otros actores, se podría generar una mayor recaudación como hace Dazn con La Liga. ¿Podría volver Vodafone al fútbol? La operadora británica siempre ha insistido en que las condiciones de la CMNC eran prohibitivas y hacían la contratación de estos contenidos altamente deficitaria, pero al mismo tiempo nunca se ha cerrado la puerta a recuperarlos si es que no afectan a sus cuentas ni a su rentabilidad.
Televisión de Telefónica
Por el contrario, si Telefónica decidiese explorar por primera vez la exclusividad de estos derechos, sería un importante impulso a sus abonados al ser el único operador con todo el fútbol, algo que no ha pasado nunca en los más de una década de eventos deportivos en poder de la operadora. Es una decisión arriesgada, pero de la que no existen precedentes y que dotaría a los paquetes convergentes de la compañía un valor agregado que no existe en el mercado y que podría disparar sus abonados en televisión.
El cuarto trimestre del año pasado el número de clientes de televisión cerró en los 3.526.000, lo que supuso un retroceso del 5,1% respecto de los 3.716.000 de 2021. En 12 meses Movistar+ perdió 190.000 clientes, 528.000 menos desde junio de 2020, cuando alcanzó su máximo histórico. En los últimos dos años, se ha producido una caída de abonados de alto valor, pese a los esfuerzos de Telefónica por mejorar su oferta en España, por lo que tener el fútbol en exclusiva sería una manera de revitalizar este mercado.
Frente a estas dos opciones, puede existir una tercera vía consistente en sacar a subasta la Liga y la Champions, pero a precios lo suficientemente elevados como para hacerlos inalcanzables para los competidores. De esta manera, la CNMC no tendría ningún tipo de argumento para criticar una eventual concentración del mercado de televisión (como ya ha pasado con el acuerdo con Dazn), pero a la vez se garantiza que nadie pueda acceder a ellos. Al ser una negociación anual, si los resultados no son los esperados, la próxima temporada podría volver al sistema tradicional compartiendo los derechos.
