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Economía

El tomate marroquí, a punto de desbancar al español en los mercados europeos

La exportación de tomate español ha bajado un 25% en cuatro años, mientras que en la UE no ha dejado de aumentar la compra de este producto a Marruecos

El tomate marroquí, a punto de desbancar al español en los mercados europeos

Tomates en un invernadero de Almería. | Edwin Remsberg (Europa Press)

El crecimiento de las importaciones de tomates de Marruecos en Europa amenaza la producción comunitaria, según denuncia la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex) tras la reunión grupo de contacto de tomate de Francia, Italia, Portugal y España. 

La importación de tomate marroquí no ha dejado de crecer en la última década, mientras que la de tomate procedente de países de la Unión Europea ha decrecido notablemente. En concreto, desde 2013, las importaciones desde el país casi se han duplicado

Así, la cifra ha pasado de las 365.695 toneladas de 2013 a las 557.225 toneladas de 2022, volumen que se incrementa a 701.541 toneladas si se incluye Reino Unido, el país donde más ha bajado la importación de tomate español. 

«En el mercado británico es donde se observa más claramente la pérdida de competitividad de la producción comunitaria. En el mismo periodo, las exportaciones españolas de tomate a Reino Unido han caído de 143.182 toneladas a 70.780 toneladas, según datos de la División de Estadísticas de Naciones Unidas», señalan desde Fepex. 

En España, la exportación de tomate ha descendido un 25% en cuatro años y en el mismo periodo ha incrementado la cifra de importaciones desde Marruecos de este producto en un 51,9%, según los datos del servicio estadístico Estacom de la Agencia Tributaria y que publica Hortoinfo

En 2022, según los mismos datos, el valor de la compra de tomate a otros países por parte de España batió récords al llegar a los 206,3 millones de euros, con Marruecos como el principal país de origen, con la mitad del total del valor, seguida de Portugal y de Países Bajos. 

Unas cifras que no parece que vayan a cambiar en un futuro próximo, según las previsiones del sector, y que ponen en peligro la competitividad comunitaria en este ámbito y, en concreto, la de España, que siempre ha sido el principal lugar de origen de los tomates importados en los países de la Unión Europea. 

La política en el ámbito fitosanitario, una de las causas principales 

Como hemos contado en varias ocasiones en THE OBJECTIVE, las principales asociaciones de agricultores de España llevan tiempo denunciando la desventaja que supone que no se impongan las mismas condiciones a los productos agrícolas importados de países terceros que a los productores locales, principalmente en lo relacionado al uso de ciertos productos fitosanitarios. 

«El crecimiento descontrolado de las importaciones de tomate de Marruecos y la política comunitaria en el ámbito de fitosanidad y de envases, derivada de la Estrategia de la Granja a la Mesa, amenazan la producción comunitaria de tomate que sigue una tendencia decreciente de su producción y comercio exterior», denuncian desde Fepex.

En diciembre de 2022, el sector productor de tomate ya pidió autorización para poder usar un producto que está prohibido en la Unión Europea por ser el único, aseguran, con el que podían acabar con la plaga de nematodos que amenazaba la producción

Una petición que se repite en el sector agrario desde hace tiempo y que no solo afecta al tomate, sino que deja en una situación de desventaja a todo tipo de cultivos, en los que los agricultores afirman que no pueden competir con las condiciones de los países terceros, donde se pueden usar fitosanitarios más baratos y eficaces. 

Piden ayudas extraordinarias y retirar ciertos requisitos

Debido a esta situación, el grupo el Grupo de contacto de tomate de Francia, Italia, Portugal y España, que se reunió en Piré-Chancé (Francia) a principios de mayo, acordó solicitar «que se retiren las propuestas de Reglamento de uso sostenible de fitosanitarios y la de envases y residuos de envases, presentadas por la Comisión Europea, por su impacto negativo en la sostenibilidad de los cultivos y por su impacto negativo en la comercialización, ya que no permitirá de facto, diferenciar la producción comunitaria de la importada». 

Además, van a pedir una ayuda extraordinaria de hasta el 10% del valor de la producción comercializada de tomate de las organizaciones de productores, pues consideran que se debe compensar el daño provocado por «la dejadez en la aplicación de las cláusulas de cooperación y de salvaguarda del acuerdo de Asociación de la UE con Marruecos y por la aplicación de las concesiones arancelarias del Acuerdo a las producciones del Sáhara Occidental, que se está convirtiendo en el principal exportador de tomate de la zona».

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