La Sareb logra que 30 nuevos okupas cada día se comprometan a pagarle un alquiler
La entidad pública ha conseguido cerrar una media de 30 alquileres sociales diarios en las última dos semanas
Uno de los edificios de la plaza de la Bonanova, donde se encuentran los edificios okupados La Ruïna y el Kubo. | Europa Press
En las últimas dos semanas la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) ha pisado el acelerador en su proyecto de alquiler social a través de la dirección de Vivienda Social Asequible. Esta estructura, que se creó en junio del año pasado y comenzó a trabajar en septiembre de la mano de Servihabitat, había aprobado a cierre de marzo cerca de 2.000 alquileres sociales de sus viviendas ocupadas de manera ilegal. A través de este programa, la sociedad firma un alquiler social con las personas que habitan en sus viviendas y que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, siempre que se comprometan a participar en un programa de acompañamiento sociolaboral.
Sin embargo, de esa cuantía, no todos los contratos estaban firmados (la aprobación y la firma del contrato no es inmediata; a veces hay que adecuar el inmueble y ocasionalmente recolocar en otra vivienda), según explican fuentes conocedoras del proceso. En las últimas dos semanas, estos procesos se han acelerado y el conocido como banco malo ha conseguido ‘formalizar’ ya una media de 30 alquileres sociales diarios, según confirman a THE OBJECTIVE fuentes de la Sareb.
Programa para 9.000 viviendas
Hace un año, el FROB tomó la mayoría de la Sareb y al mandato de desinversión se sumó el de principio de utilidad social y sostenibilidad. En ese momento, se empezó a gestionar la cartera de viviendas heredadas con herramientas que antes no tenían, sobre todo por el tema de la vulnerabilidad. En junio del año pasado, con la creación de la división de Vivienda Social Asequible se incluyó en el programa 9.000 viviendas que estaban okupadas.
En muchas de ellas se habían detectado personas con indicios de vulnerabilidad. «En esas viviendas se ha ido puerta por puerta. Están en estudio, pero ya se han aprobado 2.000 adquieres sociales», explican estas mismas fuentes a THE OBJECTIVE. En este sentido, Sareb firma un alquiler social con las personas que habitan en sus viviendas en situación de vulnerabilidad siempre que se comprometan a participar en un programa de acompañamiento sociolaboral para superar la situación de exclusión.
La herencia de Sareb
Casi desde su creación en 2012, la Sareb no acaparaba tantos titulares como ahora. Hace unas semanas, a inicios de la campaña electoral, fue el presidente del Gobierno el que puso en el centro de la actualidad al organismo público. Pedro Sánchez prometió la movilización de 50.000 viviendas del ‘banco malo’. Sin embargo, tal y como explicamos en este diario, de esas 50.000 viviendas ‘prometidas’ por el Gobierno, la Sareb tiene en comercialización 9.000. Por otro lado, hay 12.000 viviendas pendientes de adecuar para su comercialización, puestas en disposición de comunidades autónomas y ayuntamientos.
Al margen de estas viviendas, la Sareb también ha ‘heredado’ 14.000 viviendas ‘con inquilino’. De ellas, cerca de 4.000 llegaron a la sociedad ya con un contrato de alquiler que o bien había que subrogar, o son de renta antigua o con contratos fraudulentos. La casuística es muy amplia y la cartera dinámica. Las otras 10.000 viviendas restantes están ocupadas de manera irregular. Dentro de estos inmuebles, hay unos 2.700 okupas considerados conflictivos y que, previsiblemente, acabarán en los juzgados.
El resto son viviendas okupadas por personas en las que el organismo identifica algún tipo de vulnerabilidad, ya que están incluidas en el programa de alquileres sociales. A pesar de lo abultado de las cifras, hay que destacar que en realidad la cartera destinada al alquiler social de la Sareb no llega al 4%.
Reinserción laboral
En ese proyecto, la Sareb también incluye el programa de reinserción laboral que esperan que empiece a tomar velocidad, al igual que el de vivienda social. Sin embargo, creen que aún se necesita tiempo. De hecho, el primer contrato laboral conseguido por una persona con alquiler social gracias a la intermediación del organismo público no se logró hasta a mediados de marzo.
Uno de los requisitos para poder permanecer en el programa de alquiler social pasa también por la reinserción laboral. Dentro de este programa, por el cual se benefician de un alquiler asequible acorde a sus posibilidades, el organismo hace un seguimiento junto a los servicios sociales de la situación.
