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Economía

La facturación de las empresas españolas se hunde por segundo mes consecutivo

Las organizaciones señalan la tendencia del indicador y anticipan una clara desaceleración para el segundo semestre

La facturación de las empresas españolas se hunde por segundo mes consecutivo

El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. | Diego Radamés (Europa Press)

La facturación de nuestras empresas sigue cayendo en picado. Así lo refleja el último Índice General de Cifra de Negocios Empresarial, publicado este jueves por el INE, que muestra un hundimiento por segundo mes consecutivo en cifras negativas, dato que coincide con la recta final del Gobierno de Pedro Sánchez.

Así, el Instituto Nacional de Estadística recoge un -2,5% en el mes de mayo y, un -2,7% en de junio. Una tendencia a la baja que ya viene apreciándose desde agosto del pasado año, indicando un desplome paulatino, desde el 30,1%, como se puede apreciar en el gráfico, hasta el -2,7%.

El Índice General de Cifra de Negocios Empresarial (ICNE) es una operación de síntesis que nos permite obtener un indicador coyuntural que mide la evolución a corto plazo del ciclo económico, de ahí la importancia de esta cifra, que de forma conjunta agrupa a los sectores económicos no financieros. Es decir, a industrias extractivas y manufacturera (1) , energía eléctrica y agua (2), comercio (3) y, servicios no financieros (4).

Pues bien, de estos cuatro sectores, tres de ellos han entrado ya en posiciones negativas, y además lo llevan haciendo por segundo mes consecutivo. Eso se puede ver en la tasa anual el Suministro de Energía y Agua, con el índice corregido de efectos estacionales y de calendario, que se queda en un -25,3%; en la industria extractiva, con un -3,6% y, en el Comercio, con un -1,3%. En realidad, solo los Servicios no financieros -donde se encuentra el turismo- se mueve con valores positivos del 5,5%.

Gráfico: Fuente INE

El efecto sobre las empresas

En este contexto, se han pronunciado con preocupación, para THE OBJECTIVE, la patronal de la pequeña y la mediana empresa (Cepyme), la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el director el Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo.

En primer lugar, fuentes de la organización presidida por Gerardo Cuerva explican a THE OBJECTIVE la importancia de un índice, que en los años 2020 y 2021 reflejó una falsa bonanza, para apuntar ahora una acusada desaceleración acorde con el freno de la economía en la segunda mitad de año. En este sentido -indican-, cabe recordar que, en el primer semestre de 2020, el PIB de España cayó un -22% y no ha recuperado sus cifras prepandemia hasta el primer trimestre de 2023.

Gráfico del INE del Índice General de Cifra de Negocios Empresarial.

En opinión de Cepyme, lo que ha ocurrido es que se ha equivocado normalización con bonanza, en lo que afecta a la economía y las cuentas empresariales, y eso ha servido de coartada -mantienen las fuentes consultadas- para gravar más a las empresas, con un marco regulatorio cada vez más complejo y que perjudica la actividad. Y ahora -continúan-, cuando todo hacía pensar que los datos mejoraban, conocemos la última cifra de negocio, que apunta a una clara desaceleración que además se agravará con la política monetaria. Por eso, y en ese escenario -colige Cepyme-, «el mejor revulsivo deben ser las reformas estructurales, una política fiscal que sea neutral, eficiencia y ajuste del gasto público, para así restar presión a la política monetaria del Banco Central Europeo».

Dentro de este indicador, el sector del Comercio, dominado por las pymes -explica la patronal-, suma el mayor número de empresas en España. De forma que no sorprende que el 80% de esas pymes -como recogió el Observatorio de Cepyme del que dio cuenta THE OBJECTIVE– no haya trasladado completamente el incremento de sus costes a los precios, dado el temor a que caiga su demanda. Por tanto -razonan-, «las cifras expuestas por el INE son acordes con un escenario en el que la pyme contribuye a la contención de la inflación para no perder clientes, a pesar de que sus cuentas se ven muy afectadas por las alzas de costes. En paralelo -subrayan-, la situación de la industria resulta también bastante compleja en un escenario en el que su demanda no acaba de responder. En concreto, los indicadores adelantados apuntan que el descenso de los nuevos pedidos se acelera y su cartera se debilita».

Por otra parte -rematan fuentes empresariales- destaca el mejor desempeño de los servicios, muy beneficiados por el impulso dado por el turismo internacional, «si bien la senda de crecimiento de su cifra de negocio también marca una clara desaceleración en un contexto de importantes alzas de costes».

Al igual que Cepyme, la Organización Nacional de Empresarios, CEOE, también reaccionaba a los últimos datos del INE sobre la cifra de negocios empresariales; y al respecto, anticipa a THE OBJETIVE que «la negativa evolución del indicador de cifra de negocios empresarial está anticipando una contracción de los ingresos de las empresas, en un momento muy complejo para las empresas ante las subidas de sus costes, lo que implica una fuerte reducción de sus márgenes y por ende de su capacidad de inversión».

La tendencia negativa de este indicador coyuntural -vaticina el organismo presidido por Antonio Garamendi-, «nos hace prever que la actividad económica y empresarial puede perder dinamismo en los próximos meses en comparación con el arranque del ejercicio».

Por parte del IEE, su director, Gregorio Izquierdo, interpreta los datos del INE señalando que «los ingresos de las empresas españolas están ahora por debajo de hace un año, cuando sus costes están claramente por encima, lo que conlleva una fuerte contracción de sus márgenes y en algunos casos, pérdidas. La tendencia del indicador -apunta- es una clara desaceleracion, lo que hace presagiar que el segundo semestre va a ser peor que el primero».

La incertidumbre del clima de negocios

La publicación de los datos del INE no fue el único informe de ayer. El Consejo General de Economistas (CGE) y Faedpyme presentaron también el Informe pyme 2023, que lleva por título Estrategias para mejorar la competitividad de la pyme en España y en el que se han analizado los principales obstáculos a los que se enfrentan la pequeña y la mediana empresa a la hora de desarrollar su actividad, al tiempo elabora propuestas para mejorar la competitividad.

Con una encuesta realizada a 799 pymes españolas, el trabajo detecta que, en el 85% de las pymes, los altos costes de la energía y la inflación suponen un claro problema al que hacer frente. Además, acusan la falta de personal cualificado; de hecho, un 78% se ve afectado de esta carencia, así como por los elevados tipos de interés -un 66% de las pymes-. El sondeo también señala la dificultad de asumir los costes de la sostenibilidad (52%), la transformación digital (49%), ser innovador (45%), la organización y dirección (41%), la morosidad (38%) y la ciberseguridad (37%).

Para mejorar la competitividad, el trabajo de campo recoge -del 1 al 5- la necesidad de reducir la presión fiscal (4,4), mayores ayudas para acometer inversiones (4,1), reducir las cuotas empresariales a la seguridad social (4,1) o una mayor difusión de las ayudas que existen para apoyar a las pymes por parte de la administración.

Este jueves, los coordinadores del Informe, Salvador MarínFrancisco Manuel Somohano y Antonio Duréndez, señalaron que, de cara a 2023, las expectativas, «aunque resultan algo mejores, reflejan la incertidumbre del escenario provocado por la guerra Rusia-Ucrania y una política monetaria restrictiva a causa de las tensiones inflacionistas, por lo que, hemos apreciado que las expectativas para 2023 aún no tienen la intensidad requerida».

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