BBVA limita su agujero en Turquía al recibir una devolución fiscal de 205 millones
El banco reduce a 710 millones el dinero que ha dejado de ganar este año en el país por la elevada inflación
BBVA ha limitado el agujero en Turquía como consecuencia de la hiperinflación del país al recibir una devolución fiscal de 205 millones de euros. El grupo, que en la actualidad es algo más optimista sobre la evolución de su filial Garanti por el cambio de rumbo de la política del presidente Recep Tayyp Erdogan, se ha visto beneficiado precisamente por la elevada escalada de los precios y ha podido contabilizar en el primer semestre de este año un impacto positivo en sus cuentas por dicha cantidad al llevar a cabo una revalorización de sus activos inmobiliarios y de otra naturaleza, según ha podido saber THE OBJECTIVE.
Con ello, a lo largo del año BBVA ha podido reducir el ajuste negativo por la hiperinflación a 710 millones, un importe que se suma a los 1.459 millones de dinero que dejó de ganar el año pasado por el mismo motivo. El banco español, una vez materializado este efecto, ha registrado un beneficio en el país otomano de 525 millones, que permitieron en parte al grupo presentar una mejora de sus beneficios del 31% hasta junio. En el mismo periodo del año pasado Garanti aportó apenas 59 millones de euros.
La devolución fiscal en Turquía, recogida en el Impuesto de Sociedades, supone por tanto un 40% de las ganancias cosechadas en el mercado otomano. Aun así, la entidad recuerda que este efecto positivo en la base imponible de los activos debido a la inflación «se tendrá en cuenta de cara al cálculo de la tasa a pagar en cada ejercicio».
Desde que estalló la guerra de Ucrania la inflación de Turquía se ha desbocado, sin que el régimen de Erdogan haya actuado para combatirla hasta este junio, después de los comicios presidenciales. En la actualidad se sitúa en el 38%, aunque llegó a estar por encima del 80% el pasado otoño.
La pasividad del Gobierno turco hizo hace unos meses saltar las alarmas a los reguladores europeos y el Banco de España advirtió sobre las consecuencias que podría acarrear dicha situación para BBVA, ya que para el grupo es su tercer principal mercado.
BBVA, algo más optimista por el cambio de guión de Erdogan
El banco, que siempre se ha mostrado cauteloso pero ha defendido su aventura estratégica en el país del Bósforo a medio y largo plazo, se siente ahora algo más aliviado, debido al cambio de guión de Erdogan. En su informe semestral BBVA indica que «hay incipientes señales de cambios de la política económica, en general, y de la política monetaria, en particular, desde las elecciones generales realizadas en mayo de 2023, que apuntan a una gradual corrección de las actuales distorsiones macroeconómicas, especialmente de las elevadas necesidades de financiación externa».
Aún así, es consciente del entorno y asegura que «la situación sigue siendo inestable, caracterizada por una fuerte depreciación de la lira turca, una elevada inflación, un significativo déficit comercial, el agotamiento de las reservas de divisas del banco central, y un elevado coste de la financiación externa». Asimismo, destaca que «los recientes terremotos de febrero de 2023 han profundizado las dificultades económicas de Turquía».
Además, añade BBVA en su informe, que dichas catástrofes y la respuesta del Gobierno a las mismas han presionado a la inflación, así como a las cuentas externas y fiscales. «La persistencia de estas condiciones económicas desfavorables en Turquía podrían resultar en un potencial deterioro en el poder adquisitivo y la solvencia de nuestros clientes (tanto particulares como empresas)», advierte la entidad, provocando de esta manera pérdidas.
El giro de Erdogan, principalmente en la política monetaria con el nombramiento de una nueva presidenta del Banco Central, ha dado alas a la cotización de Garanti. Por primera vez desde que la inflación se desbocara el organismo ha subido con fuerza los tipos de interés con el fin de poner coto a la escalada de los precios.
A día de hoy, la filial casi triplica el precio que pagó en mayo de 2022 por el 36% del capital. Las acciones de la filial de BBVA se sitúan por encima de las 43 liras, frente a los 15 abonados entonces. No obstante, la medida no ha impedido que la moneda otomana haya continuado con su desplome y su unidad ya se cambia a tan solo 0,034 euros.