El Gobierno busca sinergias entre Telefónica e Indra para crear un gran campeón nacional
El Ejecutivo tiene todas las opciones sobre la mesa para construir un gigante de la defensa y la tecnología
Pedro Sánchez y el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete. | Ilustración de Alejandra Svriz.
El Gobierno continúa dibujando su hoja de ruta en Telefónica a la espera de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) empiece la compra de acciones. Según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes cercanas a estos movimientos, dentro de estos planes se encuentra la búsqueda de sinergias con Indra -otra compañía del Ibex participada por el Estado- con el objetivo de crear un gran campeón nacional de la defensa, la ciberseguridad y la tecnología para que compita en igualdad de condiciones en Europa y el mundo.
En principio, según indican estas fuentes, el interés es que la propiedad de la SEPI en ambas compañías (28% en Indra y hasta un 10% en Telefónica) sirva de nexo entre las dos tecnológicas y ayude a generar vasos comunicantes entre una de las operadoras de telecomunicaciones más grandes de Europa y la empresa de defensa y asesoría tecnológica de más crecimiento en España en el último lustro.
En el Gobierno están convencidos de que las sinergias entre las dos compañías más estratégicas de España (según sus propias palabras) pueden impulsar a nuestro país como un referente en el sector de la tecnología. Una colaboración con todas las opciones están abiertas en este momento, desde compartir contratos, colaborar en determinadas áreas, crear sociedades conjuntas hasta incluso compartir participaciones en sus respectivas estructuras accionariales.
La Sepi y Telefónica
Desde hace meses se viene especulando con la fusión de las dos compañías, unos rumores que se han acentuado tras la confirmación de que la SEPI comprará hasta un 10% en Telefónica. Las fuentes consultadas indican que una operación de este calado no es viable en estos momentos. Indra tiene un valor en bolsa de 2.273 millones y la operadora de telecomunicaciones tiene una capitalización de 2.170 millones, es decir casi diez veces más, lo que supondría una absorción con complejidades regulatorias y de competencia.
No sería fácil para Telefónica explicar a los inversores un gasto de al menos 300 millones de euros para ser el primer accionista de Indra y menos después de que el Gobierno entre en su accionariado. Por ello, en el Gobierno buscan fórmulas de integración intermedias que mantengan la independencia de las dos cotizadas, pero con un nivel de colaboración que les permita actuar de manera coordinada en proyectos y sectores específicos como la ciberseguridad o las infraestructuras digitales.
Telefónica e Indra son dos de los mayores contratistas del Estado, por lo que generar vasos comunicantes podría reportar importantes beneficios estratégicos y económicos. En cualquier caso, hablamos de un proyecto a mediano y largo plazo que comenzaría por colaboraciones puntuales, podría seguir con la creación de negocios conjuntos participados por las dos sociedades y terminar con alguna compra minoritaria de la operadora de telecos en el capital de la tecnológica como ya ocurrió en 2015 con un 3% del capital.
«Razones de seguridad»
En una entrevista con Bloomberg TV en Davos, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó su compromiso con las empresas más importantes del país para crear nuevas oportunidades en ciberseguridad e inteligencia artificial. Respecto de Indra dijo que «queremos ser más grandes» y abogó por «estructurar y transformar la industria de la defensa en España para aprovechar los activos que se está construyendo en la Unión Europea». En cuanto a Telefónica, justificó la inversión por «razones de seguridad».
Unas palabras que en el sector fueron interpretadas como las primeras pistas de una hoja de ruta marcada por la colaboración estrecha entre las dos compañías, con Telefónica poniendo las infraestructuras digitales al servicio de la división de defensa de Indra. Y todo coordinado por la SEPI y en sintonía con las directrices estratégicas dictadas desde el Gobierno y Moncloa.
No obstante, las fuentes consultadas advierten de que antes de activar estas sinergias Indra debe resolver su propia hoja de ruta. La cotizada ha convocado a los inversores en marzo para dar a conocer su plan estratégico de los próximos tres años y probablemente entregar pistas sobre lo que hará con Minsait (su filial de tecnologías de la información). Lo publicado hasta la fecha indica que prevé escindir esta división y crear dos unidades operativas distintas.
Indra y Minsait
Esto supone dar entrada a socios -preferentemente españoles- a Minsait aunque sin perder el control accionarial. En este sentido, el Gobierno y la SEPI llevan semanas buscando inversores locales para mantener su españolidad, con algunas fuentes cifran el valor de esta filial en 1.500 millones de euros.
¿Podría entrar Telefónica? En el mercado lo ven complicado en un primer momento, aunque lo supeditan a los plazos de la SEPI para entrar en la teleco y la forma en que se articule su gobernanza tras la entrada de los saudíes de STC. Con todo, no parece probable que al menos durante 2024 se puedan producir los primeros acercamientos entre la operadora e Indra.
Como ya ha explicado este periódico, el Ministerio de Hacienda busca fórmulas para conseguir la financiación que le permita empezar la compra de acciones de Telefónica. El retraso en la aprobación de los Presupuestos Generales de 2024 condiciona los planes y obliga al Gobierno a activar soluciones intermedias como empezar adquisiciones escalonadas y sin alcanzar en el corto plazo el 10% del capital comprometido. Esto significa que el desembarco definitivo no se espera hasta antes de mediados de este año.
