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Alicia Koplowitz ordena a BBVA invertir en una minera acusada de violar derechos humanos

Su firma Morinvest tiene acciones de la canadiense Barrick Gold por valor de tres millones, pese a los reparos del banco

Alicia Koplowitz ordena a BBVA invertir en una minera acusada de violar derechos humanos

La empresaria e inversora Alicia Koplowitz. | Europa Press

Alicia Koplowitz, una de las mayores fortunas españolas, ha ordenado a BBVA invertir en una minera que se encuentra en el listado de compañías que presuntamente violan los derechos humanos. Se trata, según la información a la que ha accedido THE OBJECTIVE, de la multinacional canadiense Barrick Gold, que se enfrenta a casos en diversos países por vulnerar los principios éticos internacionales.

La sociedad de inversión de capital variable (sicav) que lidera la empresaria, Morinvest, se hizo con acciones de esta compañía norteamericana en la segunda mitad de 2022, por valor de 2,7 millones de euros. Una posición que en 2023 incrementó en 2023 hasta los 2,97 millones a pesar de los reparos del banco, que es quien gestiona su vehículo patrimonial.

La firma de Koplowitz hizo caso omiso a ello y reforzó su presencia en Barrick Gold. BBVA se escuda en el último informe semestral de Morinvest que la adquisición se hizo por orden del cliente, ya que «Barrick Gold se encuentra en el listado oficial establecido según la política de exclusiones de la gestora por no cumplir con los estándares internacionales de derechos humanos y laborales, el Pacto Mundial de Naciones Unidas y las directrices de la OCDE para empresas multinacionales».

En concreto, la minera se enfrenta a serias acusaciones en varios países, entre ellos Argentina y Tanzania, por sus prácticas en la explotación para la extracción de oro y otras materias primas. Por ejemplo, hace un año tres expertos independientes, designados por el Consejo de derechos humanos de la ONU, elaboraron un informe sobre la contaminación y la violación de leyes de Barrick Gold en su mina Veladero de San Juan, en Argentina, en el que acusaban a la compañía de derramar agua con cianuro y mercurio, silencio mediático e inacción de gobiernos y jueces.

«Nos preocupa especialmente que estos derrames afecten severamente al derecho a la vida, al derecho al más alto nivel posible de salud, al derecho a la alimentación, al derecho de acceso a la información, al derecho a la justicia ambiental, al derecho al agua potable, y a condiciones de trabajo seguras, y al derecho a un medio ambiente limpio, sano y sostenible y libre de sustancias tóxicas», sostuvieron los especialistas de Naciones Unidas.

Además, en Tanzania la minera por la que apuesta claramente Koplowitz se enfrenta a acusaciones incluso más graves. La ONG Miningwatch Canada denunciaba hace unos meses que Barrick Gold ha provocado la expulsión forzada de miles de indígenas kuria de sus tierras para ampliar el proyecto de una mina. «El proceso de expulsión ha sido intimidatorio, coercitivo y en ocasiones violento, y no se produjo de acuerdo a las normas de derechos humanos ni a estándares voluntarios reconocidos internacionalmente», señalaba la organización.

Este periódico ha intentado ponerse en contacto con la firma de la empresarias española, pero ha sido imposible. Fuentes oficiales de BBVA no quisieron hacer comentarios al tratarse de un cliente, pero indican que su política de exclusiones no aplica a los mandatos de gestión discrecional, es decir, aquellos en los que los inversores son los que toman las decisiones. Pero, aunque no ha podido evitar la decisión, la entidad ha continuado con la gestión de la sicav de Koplowitz. Incluso ha reforzado sus lazos, ya que en la actualidad trabaja en los inicios de un plan para que la inversora sume accionistas particulares con otros vehículos en el mercado.

Morinvest es una de las sicavs que se han mantenido en pie tras el hachazo fiscal del Gobierno, que se ha llevado por delante el 80% de estas sociedades. Su patrimonio alcanza los 645 millones de euros. Por tanto, el dinero destinado a la minera canadiense es pequeño sobre el total. La sicav cuenta con 286 accionistas, aunque está controlada por Koplowitz, para evitar el golpe impositivo y continuar tributando al 1%.

La empresaria integró en septiembre de 2022 otra de las sicavs que tenía, Fermat, tras los cambios legales impulsados por el Ejecutivo. Esta última estaba hasta la fecha liderada por uno de sus hijos, Pedro Cortina. Morinvest, de acuerdo con los datos de la CNMV, está presidida por la propia Koplowitz y en su consejo de administración se sientan su hombre de confianza, Óscar Fanjul; otro de sus hijos, Alberto; el exministro José María Michavila; y desde hace unos meses, el socio de este último, Daniel de Fernando, y el exconsejero de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández Lasquetty.

A través de esta sociedad, Koplowitz invierte una parte de su riqueza. La revista Forbes calcula que su patrimonio ronda los 2.400 millones, siendo la décimo tercera fortuna del país y la tercera mujer más rica, solo superada por Sandra Ortega, hija de Amancio Ortega, dueño de Inditex, y María del Pino Calvo Sotelo, accionista significativa de Ferrovial.

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