La banca lleva a máximos el interés que paga por los depósitos pese a la caída del euríbor
Las entidades suben hasta el 2,59% los tipos medios para intentar robar clientes a BBVA y al Sabadell en plena opa
Escultura del euro frente a la sede del BCE | Europa Press
La banca ha decidido impulsar la captación de depósitos pese a la caída del euríbor, llevando a máximos los intereses que abona desde que comenzara la política monetaria restrictiva del BCE con el fin de controlar la inflación. Las entidades elevaron en mayo la retribución media que desembolsan por las imposiciones a plazo hasta el 2,59%. Un tipo que contrasta con el 2,42% de enero y.2,38% de febrero, cuando llevaron a cabo un fuerte hachazo ante los primeros síntomas de debilidad del indicador ante las perspectivas a una pronta bajada del precio oficial del dinero. Un recorte que se ha iniciado este junio, con una disminución de un cuarto de punto, hasta el 4,25%.
Aunque de forma masiva los grandes bancos siguen sin ofrecer un interés acorde al euríbor, desde hace tiempo sí están comercializando los depósitos de manera defensiva y para sus mejores clientes, a los que remuneran con tipos relativamente atractivos, llegando incluso al 3%.
Fuentes financieras explican a THE OBJECTIVE, que parte de la subida que se experimentó en mayo obedece a la estrategia de diferentes grupos por robar usuarios al Sabadell y a BBVA, que se encuentran inmersos en una batalla a raíz de la operación de adquisición de acciones (opa) lanzada por el segundo sobre el primero. Explican que, al igual que lo que ocurre en el segmento de las pymes y los autónomos, los principales rivales (entre ellos, Santander, Caixabank y Unicaja) están lanzando agresivas campañas para arañar negocio a la entidad catalana y a la vasca.
Los datos recabados por este periódico en el Banco de España reflejan que el interés abonado es el más elevado desde finales de 2013, cuando España estaba dejando atrás la crisis financiera que llevo al país a pedir un rescate a sus socios europeos para sanear principalmente las entidades por sus problemas de solvencia y liquidez.
Las circunstancias desde entonces han cambiado mucho y desde entonces el sector ha tenido que vivir en un periodo insólito de tipos negativos. Una etapa que finalizó con la invasión de Ucrania por parte de Rusia a principios de 2022 y con el ascenso en vertical que obligó al BCE a elevar el precio del dinero con una velocidad e intensidad récord. Pese a esta escalada, los bancos españoles mantuvieron hasta el verano del ejercicio pasado una prudencia excesiva, retrasando todo lo posible un aumento de las tasas por los depósitos, aunque fuera selectivamente. Un hecho que llevó al organismo monetario y al Gobierno a reclamar a las entidades a subir lo que abonaban por el ahorro tradicional, con amenazas de medidas.
La anterior ministra de Economía, Nadia Calviño, advirtió con una intervención del mercado en el caso de que elevaran las tasas de manera inmediata tras solicitar un informe a la CNMC para que analizara prácticas contra la libre competencia. Este estudio aún no ha sido publicado por este organismo.
Todo apuntaba a que con el esperado inicio de las bajadas de tipos y el descenso del euríbor, que ha pasado del 4,16 de octubre a menos del 3,6% actual, la remuneración por las imposiciones a plazo iban a ir ajustándose, como sucedió a principios de 2024. Pero no ha ocurrido y los bancos están sorprendiendo con alzas en la retribución.
Las mejoras llevadas a cabo han dado sus frutos. Las cifras indican que el volumen de nuevos depósitos ha crecido sustancialmente. En mayo superaron los 16.000 millones. En marzo estas operaciones sumaron unos 12.500 millones y en febrero, unos 14.000 millones. Por tanto, queda demostrado que, cuando los intereses que ofrecen los bancos, las contrataciones aumentan.
Pese a ello, el sector continúa apostando por los fondos de inversión y otros productos que, a su juicio, son más atractivos para los consumidores, al llevar aparejado una mayor rentabilidad. Eso sí, la banca por estos cobra comisiones, algo que permite un incremento de sus ingresos, y los clientes asumen riesgos en función de las características de la inversión.
Se espera que el euríbor siga cayendo, pero a un ritmo más lento de lo que se esperaba hace unos meses, debido a que el BCE va a ralentizar la disminución de los tipos oficiales. Ahora los pronósticos vaticinan apenas otras dos bajadas hasta diciembre, de un cuarto de punto cada una. Por ello, el precio del dinero terminará este año en el 3,75%, una cifra que ya anticipaban algunos bancos, como BBVA, en marzo. Entonces, otras entidades y analistas eran más optimistas.
