Los bancos inician el año con un hachazo en el interés que pagan por los depósitos

Los bancos han iniciado el año metiendo el primer hachazo al interés que pagan por los nuevos depósitos a plazo a los particulares, como consecuencia de la caída abrupta que registró el euríbor en diciembre y las primeras semanas de 2024, hasta que el BCE logró convencer al mercado de que no moverá los tipos oficiales hasta al menos el verano.

Las entidades, ante este escenario, llevaron a cabo un recorte significativo de la remuneración media que abona a los clientes por las imposiciones con periodo de vencimiento en enero. En concreto, según los datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco de España, el recorte aplicado por el sector del 7,75%, hasta una retribución del 2,38%. En los depósitos a 12 meses el interés se queda algo por debajo, en el 2,36%.

Este hachazo, en cambio, no se ha producido en el segmento de las empresas, donde los bancos han proseguido con las subidas de los tipos que pagan. Las compañías han recibido por la contratación de las imposiciones un 3,59%, frente al 3,52% previo. En las colocaciones de dinero a un año, en contra de lo sucedido en particulares, las sociedades no financieras han logrado una mayor rentabilidad, del 3,68%.

El ajuste de precios, según fuentes bancarias consultadas por este periódico, previsiblemente continuará a la baja, ya que está previsto una relajación de la política monetaria a mitad de ejercicio, una vez que el BCE tenga todos los datos para determinar que la inflación está bajo control. Y la disminución de los intereses por el ahorro tradicional llegará no solo a los hogares, como ya ha ocurrido, sino también a las empresas. La dimensión de dicha reducción dependerá de la evolución del euríbor.

La estrategia de los bancos desde que el organismo monetario comenzó a elevar los tipos oficiales ha sido retrasar el máximo posible el aumento de los intereses que pagan a los clientes, principalmente las familias, a pesar de los tirones de orejas contantes de los máximos responsables del BCE, entre ellos el vicepresidente Luis de Guindos, y de la presión y las amenazas del Gobierno, para que los subieran con mayor determinación, como estaba sucediendo en el resto de Europa.

No fue hasta septiembre de 2023 cuando las principales entidades dieron un paso para ofrecer depósitos a los usuarios, aunque no todas ni de manera generalizada. Los grandes bancos, de manera habitual, desde entonces han estado ofreciendo intereses más altos en función de la vinculación de los clientes y, sobre todo, para retenerlos, ante el riesgo de que éstos sacaran su dinero para llevarlo a la competencia.

Con la bajada del euríbor, el sector se ha adaptado rápidamente al nuevo escenario y no ha esperado a rebajar los tipos a los particulares por los depósitos. Se espera que el indicador a lo largo de 2024 baja descendiendo hasta situarse por debajo del 3%. En 2023 terminó en el 3,67%, pero en octubre llegó a cotizar al 4,16%.

El ajuste de los precios no ha impedido, por el momento, que los volúmenes de las imposiciones de las familias hayan sido relativamente elevados y hayan registrado un ligero incremento. Los hogares colocaron en enero 14.635 millones de euros. No obstante, el saldo representa un mínima parte del dinero que tienen los particulares en las entidades. El grueso sigue estando en cuentas a la vista, que apenas ofrecen una remuneración (0,15%).

De todo el importe que tienen los hogares en los bancos, apenas el 12% está en depósitos con vencimiento. Y con la bajada de las rentabilidades que se avecina es muy probable que el volumen vaya mermando en los próximos meses y el porcentaje vaya disminuyendo. Los particulares acumulan en cuentas a la vista más de 861.000 millones de euros. En imposiciones a plazo la suma alcanza los 136.000 millones.

Según se desprende de las cifras de los propios bancos, BBVA es el que menos tipos paga a sus clientes –aunque incluye también los intereses a las empresas–. El abono medio de la entidad azul se limitaba en diciembre al 0,86% en nuestro país. En cambio, en entre los grandes, el Sabadell es el que más desembolsa, un 1,15%. Unas tasas que se quedan muy por debajo de la media sectorial, que es más alta debido a las ofertas de entidades online y más pequeñas, que son las que están comercializando depósitos más atractivos y están librando un guerra por estos productos para captar clientes.