El Gobierno ha adjudicado a dedo dos de cada tres contratos públicos en lo que va de año
La falta de Presupuestos, la ineficiente gestión de los fondos UE y la ausencia de elecciones desploman las adjudicaciones
Dos de cada tres contratos formalizados entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2024 fueron adjudicados mediante procedimientos sin publicidad o bajo la fórmula de contrato menor. Este último proceso, pensado para contratos de pequeña cuantía, evita la concurrencia, acelera los trámites y permite la adjudicación a dedo.
El análisis de los datos procedentes del Ministerio de Hacienda realizado por THE OBJECTIVE muestra que el peso de las adjudicaciones a dedo sobre el global se mantiene. Sin embargo, también se constata un desplome del número del total de los contratos, también de los menores y los negociados sin publicidad. Entre las causas de esta situación están la falta de nuevos presupuestos generales y la deficiente tramitación de los fondos europeos, claves en buena parte de la contratación. También influye en la comparativa entre un periodo electoral, en el que las adjudicaciones se multiplican.
Al detalle, la estadística oficial evidencia que los ministerios y sus organismos afines otorgaron en el primer semestre del año 28.138 contratos valorados en 8.000 millones. Esto supone 14.379 menos que entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2023 y 9.000 millones menos. En los seis primeros meses del año se otorgaron 18.236 contratos menores, alrededor de 9.000 menos que en el periodo precedente. El 59% recayó en microempresas o pymes. El volumen económico de estos acuerdos, con un valor inferior a 40.000 euros en el caso de obras y de 15.000 euros en los vinculados a suministros y servicios, superó los 112 millones de euros.
Contratos menores
El contrato menor, un procedimiento del que abusan determinados departamentos como Igualdad y Seguridad Social, además de algunos organismos dependientes de Interior, Defensa y Transportes, evita el complejo proceso de licitación. Se pueden adjudicar a cualquier empresario con capacidad de obrar y que cuente con la habilitación profesional necesaria para realizar la prestación –art. 131 LCSP-. En cualquier caso, no pueden durar más de un año ni prorrogarse.
La Ley de Contratos del Sector Público establece que esta fórmula de contratación se puede utilizar para obras con un valor estimado inferior a 40.000 euros y para las necesidades de suministro o de servicios de un valor menor a 15.000 euros. Este mecanismo, que limita las cuantías y que las comunidades pueden reducir más, deja la puerta abierta a la picaresca y al troceo de los contratos para no superar los límites.
Negociados sin publicidad
Otro de los mecanismos que permiten eludir la concurrencia son los contratos negociados sin publicidad. En este caso, su número respecto al total no es elevado, pero sí su cuantía. Las grandes empresas tecnológicas son las principales beneficiarias de estos pliegos, avalados en muchas ocasiones por fondos europeos. El valor de estas adjudicaciones en el primer semestre fue de 1.211 millones. La cifra está muy alejada de los 4.388 millones de los últimos seis meses de 2023. Su peso sobre el total ha caído en más de diez puntos porcentuales.
En 2015 se abordó el abuso de los contratos negociados sin publicidad, una fórmula excepcional que restringe la participación. Las pymes son las principales afectadas por este procedimiento que limita las ofertas. El negociado sin publicidad es un procedimiento que permite omitir el periodo de publicidad e invitar a los operadores para establecer condiciones. Su excepcionalidad está motivada porque la competencia no puede garantizarse por cuestiones propias del mercado o porque los procesos anteriores no se han podido cubrir.
Falta de concurrencia
Este procedimiento impide, de hecho, la aparición de candidaturas no invitadas, lo que restringe de forma especial la concurrencia. El mínimo de invitaciones es tres, pero no prevé un mínimo de participantes. Según los datos de Gobierto Contratación, la competencia media de los contratos negociados con publicidad supera las tres candidaturas. Mientras, en los negociados sin publicidad la pugna se limita a dos candidaturas de media por procedimiento.
El Ministerio de Defensa, con adjudicaciones millonarias previstas para empresas muy especializadas, tira habitualmente de los contratos negociados sin publicidad. La Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material adjudicó por casi 500 millones de euros a la compañía noruega Kongsberg Defence & Aerospace la modernización del sistema de defensa antiaéreo avanzado de las Fuerzas Armadas españolas. Este es uno de los contratos sin publicidad más importantes adjudicados por el Gobierno en los últimos años.