Porque me ves

Reivindico la invisibilidad como eximente en el Código Penal desde ya. Porque teniendo en cuenta que la mayoría de cosas que hacemos las hacemos porque nos ven y que cuando estamos solos es cuando somos más nosotros que nunca

Un hombre acude al hospital y una vez allí le asalta la impresión de que nadie puede verle. Ni corto ni perezoso, decide que lo mejor que puede hacer aprovechando este don que algún dios le ha dado es robar. Así que ante la mirada atónita de todos los presentes, que para su desgracia sí pueden verle, salta el mostrador y durante unos diez segundos vacía la caja, apoderándose de más de 1.500 dólares. Sale tranquilamente, pasando entre un montón de cuerpos transparentes, y se dirige hacia la puerta, donde le espera la policía, que no desaparece como han hecho anteriormente el resto de personas. Lástima.

Me llena de ternura que un ladrón confiese a la policía que ha robado delante de un montón de gente por creerse invisible. Me maravilla. Yo le absolvería. Reivindico la invisibilidad como eximente en el Código Penal desde ya. Porque teniendo en cuenta que la mayoría de cosas que hacemos las hacemos porque nos ven y que cuando estamos solos es cuando somos más nosotros que nunca ¿Qué haríamos si nadie nos pudiera ver? Me temo que a muchos de nosotros se nos ocurren cosas mucho más cuestionables que coger dinero de una caja. Aflorarían miles y miles de demonios y nuestra especie se iría al carajo en poco tiempo. Convencida me hallo. Es algo así como que yo soy lo que soy porque tú me ves. Si tú no me vieras, yo ya no sería yo.

Esta historia extraordinaria es real y ha sucedido en China. Y su protagonista, nuestro hombre invisible, va a pasar una evaluación psiquiátrica. Seguramente le confirmarán que no posee el don de la invisibilidad, y es una pena, porque la próxima vez que tenga que robar, y aunque no tenga a nadie delante, ya no lo hará nunca con la calma que ha caracterizado este incidente surrealista.