¿Algún socialista en La Moncloa?

No es la crisis, sino la manera de gestionarla lo que puede llegar a tumbar una empresa e, incluso, un Gobierno. Tras meses de silencio, el Ejecutivo de Pedro Sánchez anuncia esta semana todos los acuerdos de golpe, sin explicación alguna ni permitir las preguntas de los periodistas.

Los 12 puntos acordados con el PNV no han dejado indiferente a nadie, ni siquiera a los barones socialistas. Uno de ellos califica el pacto de “despropósito” y reprocha a Sánchez no haber “peleado, ni siquiera, por el lenguaje” a la hora de redactar el documento. Otro dirigente lamenta que Ferraz no haya presentado el acuerdo con el PNV en el Comité Federal del partido. Un órgano que vio mermadas sus funciones con la llegada de Sánchez a la Secretaría General.

Los históricos del PSOE recuerdan discutir cada asunto “con la pasión del momento” y comparan con tristeza el actual. La militancia socialista dio el ‘sí, quiero’ a un pacto con Podemos sin conocer sus términos, ni las renuncias. Podría ser el mal que aqueja a los partidos que se blindan de fieles en su gestión y representación.

La opacidad de tantos meses ha generado un efecto victimista identitario que pretende canjear votos por inversiones. Parece que Hollywood nos contó mal el final y el chico malo sí triunfa. Si ERC ha obtenido una interlocución privilegiada, con su líder en la cárcel, el resto también quiere lo mismo. En León y otros municipios se envalentonan para debatir sobre su autonomía. La falta de narrativa, o el momento tardío de dar explicaciones por parte del Gobierno, proyectan en la ciudadanía que el acuerdo con ERC no trasciende más allá de los intereses particulares de ambas formaciones.

Un eurodiputado socialista explica, en privado, lo duros que han sido estos meses en Bruselas: “Seguimos defendiendo la imagen del partido y la ‘marca España’ tras las negociaciones con ERC y el fallo del TJUE”. La alargada sombra de Puigdemont vuelve a abrirse paso en el Parlamento Europeo reclamando su cuota de internacionalización del conflicto. De rechazar el discurso independentista e impedir que dieran conferencias, a ser recibidos por las más altas instancias europeas. España podría perder credibilidad y poder en la Eurocámara en un momento clave para las instituciones.

Comienza la semana decisiva. ERC va a hacer sufrir a Sánchez hasta el final. Vilalta comunicó este lunes que el ‘sí’ republicano será ‘in extremis’ o no será. El partido de Junqueras convoca su Consejo Nacional el día 2 para ratificar el acuerdo, el mismo que Sánchez debería de presentar su programa de Gobierno -si busca ser investido presidente el Día de Reyes-. ¿Se arriesgará a convocar el pleno de investidura para los días 2, 3 y 5 de enero sin tener confirmado el apoyo necesario de ERC?

España necesita reformas y desde la moción de censura no ha avanzado. Las sociedades se fracturan por odios y narcisismos. El Rey Felipe VI, en su tradicional mensaje de Navidad, recordó que hemos logrado mucho juntos como para tirarlo todo por la borda. La antifragilidad de Taleb sigue ahí. Por eso, algunos se preguntan si queda algún socialista en La Moncloa. El mismo día que Madrid recuerda a Gila con una placa en el barrio de Chamberí, donde pasó su infancia.