El crecimiento electoral obliga a Vox a buscar «talento» para engrosar sus cuadros medios

«El salto cuantitativo de Vox va a requerir de la aportación de muchos más». La frase la pronunció el martes Iván Espinosa de los Monteros, su portavoz en el Congreso. Toda una declaración de intenciones. Los dirigentes de la formación verde esperan incorporar al proyecto perfiles técnicos. Es la única forma de afrontar con garantías el reto que les espera si se confirman los buenos augurios electorales del partido, que aún no ha cumplido los ocho años de vida.

La primera parada será el próximo domingo en Castilla y León. Vox confía en multiplicar por 10 los resultados de las últimas autonómicas. En estos momentos solo cuenta con un representante en las Cortes, pero las encuestas le otorgan entre nueve y 11 procuradores. El elegido para pilotar la nave es Juan García-Gallardo, un abogado burgalés de 30 años que apenas lleva afiliado unos meses al partido y que captó el propio líder de la formación, Santiago Abascal.

Vox busca talento

«El candidato es extraordinario. He visto poca gente con tanto talento», indicó Espinosa de los Monteros el martes en un desayuno informativo. Durante su intervención aludió a la necesidad que tiene su formación de sumar más personas al proyecto, sobre todo ante el crecimiento electoral que prevén en las regiones. Ahora toca Castilla y León, en unos meses será el turno de Andalucía y luego el resto de comunidades autónomas.

Vox tiene músculo, dicen sus dirigentes. Los afiliados organizan actos cada fin de semana en los lugares más recónditos del país. El número de militantes supera los 60.000 según las estimaciones del partido. No son cifras actualizadas porque el procedimiento «no está informatizado», así que podrían ser muchos más. Sin embargo, se requieren cuadros medios, un perfil nada fácil de encontrar y que resulta fundamental para el buen hacer institucional.

«Animo al que quiera ayudar a España a que venga a Vox. Aquí tiene un vehículo a su disposición», insistió Espinosa de los Monteros durante el desayuno informativo, celebrado en el Casino de Madrid. Eso sí, el portavoz de la formación verde en el Congreso advirtió de que «no vamos a traer a cualquiera, pero sí a gente con mucho talento y con ganas de ayudar a España». En su opinión, quienes cuentan con talento «tienen mucha más responsabilidad».

Los dirigentes de Vox son conscientes de que los buenos resultados que arrojan los sondeos no dependen de un candidato concreto. Su fuerza, dicen, radica en la marca. «Tenemos un discurso similar en toda España», destaca a THE OBJECTIVE un miembro relevante de la formación. Por eso en Andalucía las encuestas internas anuncian que doblarán escaños y que en las próximas generales podrían crecer hasta los 80 diputados, peleándole la hegemonía de la derecha al PP.

Fugas en plena campaña

Muchos barones populares rechazan formar gobiernos de coalición con los de Abascal. Unos consideran que la «radicalidad» que emplean en algunas cuestiones podría perjudicar futuras citas electorales y dificultar la llegada de su líder, Pablo Casado, al Palacio de La Moncloa. Otros, en cambio, temen que esas mismas «posiciones extremas» que le critican acabe por fagocitarles en algunos territorios. En Murcia, por ejemplo, Vox fue la fuerza más votada en las últimas generales.

Las sensaciones son positivas. La formación verde insiste en que las afiliaciones crecen cada día. Sin embargo, no todo son buenas noticas. También hay bajas, como las que se han producido en diferentes municipios murcianos, extremeños y en Alfarràs (Lleida). O los recientes casos de los alcaldes de Campolara y Cañizar de Amaya, dos pequeños pueblos de Castilla y León que, en plena campaña, han dejado Vox para sumarse a una de sus escisiones, TÚpatria.