El enfado dentro del PP contra Casado crece y piden que convoque un Congreso Nacional para renovar la dirección
Algunos cargos de la cúpula admiten que la única salida es que Egea dimita este lunes en el Comité de Dirección
El enfado dentro del Partido Popular contra la actual dirección nacional no para de crecer y alcanza directamente al líder de la oposición, Pablo Casado, a quien se considera «responsable directo» de la «guerra» abierta contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y se le demanda que convoque el Congreso Nacional previsto para el verano con el fin de renovar la cúpula de forma inmediata.
Así lo trasladaron fuentes del Comité Ejecutivo Nacional y de la Junta Directiva Nacional del PP, que son los dos máximos órganos de esta formación y que, entre otras funciones, tienen la capacidad, respectivamente, de elegir al secretario general del partido y de convocar el cónclave en el que se vota al presidente.
Casado cuenta con un amplio respaldo en ambos órganos, dado que la mayoría de sus integrantes forman parte de la misma lista con la que él concurrió al congreso de 2018 que ganó a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Sin embargo, la gestión de la «guerra civil» contra Ayuso ha cambiado la perspectiva de muchos de los dirigentes, que ven imprescindible dar un «golpe de timón» para salvar el PP.
La solución que la inmensa mayoría de los barones comenzó a manejar el viernes es el «cese» de Teodoro García Egea como secretario general, si bien el enfado interno ha ido creciendo durante el fin de semana por la evolución de la crisis y ahora se apunta expresamente a Casado como «culpable» de todo lo que ha sucedido. Por eso, tienen dudas de que pueda aguantar al frente del partido y creen que la mejor manera de resolverlo sería celebrando lo antes posible el Congreso Nacional previsto para este verano.
La «gota que ha colmado el vaso» para muchos altos cargos del PP está en los dos comunicados que la dirección nacional difundió el sábado para anunciar, primero, que Casado se había reunido con Ayuso en la tarde del viernes con el fin de resolver la crisis y, segundo, que el expediente abierto a la presidenta de la Comunidad de Madrid se cerraría «satisfactoriamente» tras las explicaciones dadas sobre la relación de su hermano con un contrato de compra de mascarillas.
Consideran que Casado tuvo cinco meses para resolver la cuestión con Ayuso antes de que explosionara esta semana y, sin embargo, sólo lo hizo después de que el secretario general anunciara el jueves un expediente contra ella y de que el viernes por la mañana el propio líder del PP asumiera «en primera persona» la crisis al cargar contra ella en la cadena COPE, donde habló de posible trato de favor del gobierno autonómico hacia el hermano de la presidenta, tildó de desproporcionada la comisión que cobró por lograr material sanitario al comienzo de la pandemia e incluso señaló al empresario que le pagó como posible testaferro.
El enfado entre los barones ha ido creciendo y ya se culpa directamente a Casado de la «gestión infantil» de este conflicto, que ha ido creciendo desde el verano y que ahora deja al PP «al borde del precipicio». Por eso, cada vez son más cargos notables de la formación los que juzgan «escaso» que Teodoro García Egea pague lo ocurrido y se señala al presidente nacional.
De hecho, comparan la situación actual del PP con un enfermo en la UCI que ha sufrido un gravísimo accidente de tráfico y tiene gran parte del cuerpo destrozado. «Si queremos salvar el partido, en este caso tenemos que amputar la cabeza», afirma tajante un responsable territorial.
Cesar a García Egea, única salida
Dentro de la dirección nacional, se descarta por completo sustituir a Casado. Ni siquiera tras la manifestación de varios centenares de personas que este domingo han cortado la calle de Madrid donde tiene su sede nacional el PP y que han exigido la «dimisión» del presidente y han cantado proclamas a favor de Isabel Díaz Ayuso.
Desde el círculo más estrecho a la cúpula se han negado insistentemente en los últimos días que pueda haber renuncias para reconducir la situación. Sin embargo, algún cargo destacado de la dirección admite que la única forma que tiene Casado de frenar la «sangría» y de tratar de llegar vivo al Congreso previsto este verano es que Teodoro García Egea «se sacrifique» por los demás.
Debería ser «cuanto antes», en el Comité de Dirección que Casado ha convocado este lunes en Génova 13 para analizar la situación y tratar de salir del «callejón sin salida» en el que muchos compañeros creen que se encuentra. La renuncia de Egea sería un cortafuegos para que el incendio siga creciendo, mandaría un mensaje interno de «asunción de responsabilidades» y facilitaría un «cambio» para tratar de reconducir las cosas.
Ello obligaría a Casado a convocar un Comité Ejecutivo Nacional y nombrar un nuevo secretario general que asuma las riendas de forma temporal, hasta que se celebrara el cónclave en verano. No valdría cualquiera, pues tendría que elegir entre la veintena de vocales que fueron elegidos en el cónclave de 2018 junto a él.
Cargarse al secretario generales también es el consejo que los presidentes autonómicos y barones territoriales han hecho llegar a Casado desde el viernes, cuando se movilizaron rápidamente con llamadas telefónicas cruzadas para consensuar una posición y trasladarla a través de Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta y decano de los presidentes regionales.
Las fuentes del PP manifestaron que tanto el sábado como el domingo se han intensificado los contactos de los presidentes autonómicos con Casado para tratar de hacerle «entrar en razón» y convencerle de que debe adoptar alguna decisión drástica si quiere superar esta crisis y no hundir más al partido. De hecho, los dirigentes saben que en los próximos días van a publicarse encuestas que miden el impacto en el voto de esta crisis y que en todas ellas el PP aparecerá por debajo de Vox, lo que creen que enviará un mensaje claro de que el tiempo de Casado puede haberse agotado.
Pasarse a Vox
La manifestación del domingo ante la sede nacional del PP no es el único signo de hastío entre las bases del partido. Varias organizaciones territoriales aseguran que desde el jueves los canales de comunicación internos «echan humo» con críticas directas a Teodoro García Egea y Pablo Casado por el enfrentamiento directo con Ayuso, que levanta pasiones entre los afiliados de todo el país.
Incluso, apuntan que hay llamadas a algunas sedes de militantes que aseguran que quieren darse de baja porque no se sienten representados por la actual dirección nacional. Alcaldes y concejales de diversas provincias también han elevado su queja a las provinciales y regionales porque este «suicidio» de Génova 13 les deja en mala posición para las elecciones locales de 2023.
Algunos han amenazado a sus superiores con que, si no se arregla, no repetirán como candidatos al año que viene o incluso se pasarán a Vox para tratar de revalidar mandato porque, con el PP en la descomposición de estos días, asumen que será imposible.