La crisis del PP permite a Podemos tapar su «reflexión» sobre los errores de la cúpula

La crisis interna que está afectando al Partido Popular ha caído en el mejor momento posible para Podemos. Después del batacazo electoral en Castilla y León, referentes del mundo morado lanzaron duros ataques públicos y privados a la cúpula del partido. Sostuvieron que no estaban comprendiendo del todo el alejamiento de su electorado y cuestionaron la capacidad de recuperar un discurso político optimista y ilusionante. Los dirigentes morados admiten parcialmente el problema. Aunque creen que la «reflexión» atañe a todo el Ejecutivo, y que la crisis interna al PP ofrece una oportunidad para ganar tiempo.  

Después de las elecciones del 13-F, Podemos se vio otra vez en el ojo del huracán. El candidato Pablo Fernández tuvo que admitir el «mal resultado» de la noche del domingo. Podemos pasaba de dos a un diputado autonómico. Y lo hacia después de ningunear todo tipo de alarmas que llegaban a la dirección desde los territorios. Entre ellos, la desafección de las bases, tal y como publicó en exclusiva THE OBJECTIVE. 

El propio Pablo Iglesias valoró negativamente lo ocurrido en Castilla y León, aunque evitó reconocer errores de la cúpula, y se apresuró a señalar (de manera sutil, pero eficaz) a Yolanda Díaz. Sostuvo que su liderazgo «no es suficiente» para armar una alternativa a la derecha, pero no incidió en los errores de la campaña electoral, como la defensa cerrada de Alberto Garzón en su polémica sobre la carne. 

Tras recibir los ataques de la cúpula morada, Díaz respondió la semana pasada rompiendo su táctica del silencio. Dejó que sus intermediarios hablaran, y que rechazaran todo tipo de responsabilidad de la dirigente gallega en la caída electoral de Unidas Podemos. Díaz negó haber tenido nada que ver en la campaña autonómica. Su desafío fue tan grande que llegó a defender la tesis de respaldar al PP en Castilla y León para evitar un gobierno con Vox: toda una bofetada a Iglesias, que prefiere blindar la política de bloques para impedir que el PSOE se aleje de la mayoría con los nacionalistas. 

Críticas en las redes sociales

Las redes empezaron a arder en medio de un conflicto que se fue calentando. Hasta que el jueves de la semana pasada estalló la guerra interna en el Partido Popular. Fuentes de Podemos reconocen que la crisis del PP ha permitido atemperar la situación, ganar tiempo y enfriar la polémica interna. Desde los territorios hasta la cúpula morada, todas las fuentes admiten que la crisis del PP no podía llegar en momento mejor para desviar los focos de los problemas internos de Unidas Podemos. 

Ahora bien, los morados creen que el choque interno en el PP durará semanas. El antecedente de Pedro Sánchez revela que los cambios pueden ser repentinos, mientras que el partido de Iglesias siempre apostó por alejar a todas las voces críticas. Este periodo puede resultar fundamental para rearmar la solidez de la cúpula de Podemos. 

Esto es, por lo menos, a lo que aspira el grupo liderado por Irene Montero y Ione Belarra, que por otro lado admite que hace falta una «reflexión» sobre la dificultad electoral que experimenta el partido. En 2019, la formación pudo de alguna manera salvar los muebles en medio del cisma errejonista. Pero desde 2020 el partido ha perdido votos en todos los comicios. Es decir, que desde que ha entrado en el Gobierno de Pedro Sánchez no solo no ha remontado, sino que revela señales de estancamiento preocupantes. 

Una «reflexión» para todo el Gobierno

Esta «reflexión» no puede limitarse a Podemos, sostienen en el partido morado. Creen que también el PSOE debe preguntarse por qué en Castilla y León ha perdido siete diputados. «El PSOE no está bien», sostienen desde Podemos, donde creen que hay dificultad para explicar a los ciudadanos los beneficios generados por las políticas del Ejecutivo. El propio Iglesias lo afirmó después del voto del 13-F: ni la reforma laboral ni el aumento del SMI en la recta final de la campaña han servido para movilizar a sus votantes. 

De ahí que, si bien nadie lo explica de forma contundente, Podemos empuja para que se vuelva a agitar el miedo a Vox como motor electoral. Los morados creen que Sánchez difícilmente escuchará el canto de sirenas de los que le proponen adelantar las elecciones aprovechando la crisis del PP, aunque saben que «todo puede ocurrir». El debate interno se activó nada más trascender el choque definitivo entre Ayuso y Casado, como adelantó este diario. La Moncloa intenta apagar todo tipo de especulaciones, pero también los socios nacionalistas envían al presidente mensajes claros para que no caiga en la tentación de adelantar los comicios.  

Los morados se han acostumbrado a tratar con el líder de los socialistas. Y con cierta frustración sostienen que la legislatura no puede seguir siendo una lucha intestina para que se cumpla el pacto de investidura. Podemos cree que si el PSOE avanza en muchas de las políticas esbozadas en dicho documento será más fácil remontar electoralmente. Con Isabel Díaz Ayuso o Alberto Núñez Feijóo al mando, Podemos cree que Vox peleará por la hegemonía de la derecha, y posiblemente logre su anhelado «sorpasso». De ser así, será más fácil apelar a la unidad para acallar a las voces críticas internas.

En este frente, sin embargo, las lecturas son más pesimistas. Para varios exdirigentes del partido morado la trayectoria de Podemos finalizó en 2017, cuando Iglesias y los suyos apostaron por la alianza con socialistas y nacionalistas. En este momento se renunció al programa máximo de Podemos, y se abrió la etapa de la unidad de acción con Izquierda Unida a través de Unidas Podemos. Es por ello que estas fuentes creen que no servirá de mucho ganar tiempo con la crisis del PP. Entre otras cosas porque creen que el espacio de Unidas Podemos ya está «desdibujado», y hará falta un giro de 180 grados para volver a ganar protagonismo.