Albares lidera el malestar de ministros del PSOE por la tibieza de Sánchez con la guerra de Ucrania
Fuentes de Moncloa destacan los 44 millones de contribución de España al Fondo Europeo y restan importancia a la soledad de su posición en la UE
Sí hay discrepancias en el Gobierno de coalición pero en esta ocasión, los dos bandos trascienden la pugna habitual entre PSOE y Podemos. El lío esta vez se ubica en la órbita socialista del Ejecutivo. Fuentes gubernamentales consultadas por THE OBJECTIVE constatan el malestar de algunos ministros socialistas contra la decisión de Pedro Sánchez de no enviar armas a Ucrania, en contra del criterio mayoritario de la inmensa mayoría de los miembros de la Unión Europea (UE), entre las que se sitúan todas las principales potencias europeas salvo España. Decisión, que finalmente ha cambiado este mismo miércoles, cuando el líder del Ejecutivo ha anunciado el envío de armas a la resistencia ucraniana.
Nuestro país se había quedado en una notable soledad en Europa, donde 21 de los 27 estados miembros se han sumado a las decisiones bilaterales de enviar armamento a Ucrania, aparte de participar en el fondo europeo denominado Mecanismo Europeo de Paz, al que contribuyen todos los integrantes de la Unión. España se había quedado fuera de esa doble actuación de la mayoría de la UE, junto a países como Hungría, Irlanda, Austria, Bulgaria, Chipre y Malta.
Una posición a la zaga de las grandes potencias europeas con la que, según algunos ministros socialistas, España «queda comprometida en su imagen como país ante los aliados» por su falta de compromiso en este conflicto. Y todo para contentar a los socios minoritarios de la coalición. Desde la órbita socialista del Ejecutivo denuncian que el rechazo inicial de Podemos a este envío armamentístico ha provocado la cerrazón de Pedro Sánchez negándose a participar en esta operación a riesgo de airear las voces altisonantes que existen dentro de la coalición.
Albares, en la avanzadilla
El pasado lunes se produjo un primer conato de críticas por parte de Podemos acusando a la OTAN de «entorpecer las labores de paz». Unas palabras que según la ministra de Defensa, Margarita Robles, «son fruto del desconocimiento» porque «el único que esta masacrando a su pueblo ha sido Putin. Esto hay que decirlo sin complejos, no es un tema ideológico, son hechos». Fuentes gubernamentales descartan sin embargo que haya discrepancias por parte de Defensa y aseguran que la ministra «está plenamente en línea con el presidente Sánchez y que no ha entrado en cuestiones de su competencia», que se circunscribe al envío de tropas y el despliegue militar.
Las fuentes consultadas señalan al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, como el principal detractor de la decisión gubernamental. «Él es quien mas se ha pronunciado», explican a este periódico desde el Ejecutivo recordando que las gestiones realizadas por su departamento en el plano diplomático para coordinar las acciones dentro de la UE y la OTAN han dejado clara su posición favorable al envío de armas como han hecho las grandes potencias europeas como Alemania, Francia e Italia.
De hecho, uno de los argumentos que ha mantenido Albares en el seno del Gobierno es que la soledad de España en Europa, sólo acompañada por países irrelevantes liderados por la extrema derecha de Viktor Orbán, «daña la imagen de España», sobre todo en el área de la seguridad y la defensa, cuestionando el papel de España en la celebración de la cumbre de la OTAN en el mes de junio.
Incomodidad en Moncloa
Fuentes gubernamentales no aclaran si la decisión es irreversible porque «la precipitación de los acontecimientos nos aconseja ser prudentes». Pero otras fuentes del Ejecutivo apuntan a un pacto de ‘no agresión’ pactado el pasado viernes entre el presidente Pedro Sánchez y Yolanda Díaz al objeto de evitar cualquier actuación que no concite la unanimidad de los 27 miembros de la Unión Europea.
Una posición que choca con la de Albares, quien públicamente manifestó el pasado lunes que «es necesario armar a Ucrania para que puedan defender su democracia». El titular de Exteriores también manifestó su posición inequívoca de apoyo a las palabras de Josep Borrell antes de la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores de la UE: «Apoyaré la propuesta del alto representante de financiar con el fondo europeo para la paz material militar ofensivo».
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea había destilado malestar también con la falta de compromisos de algunos estados, sin citar expresamente a España, en un claro aviso a navegantes: «La UE es un proyecto de paz. Queremos conservar la paz en Europa pero tenemos que ser capaces de defender esa paz». Josep Borrell también ha protagonizado un aplaudido discurso en el Parlamento Europeo donde conminó a los 27 a «utilizar el próximo presupuesto para hacer frente a la próxima agresión rusa».
Según fuentes de Moncloa consultadas por este periódico España será el cuarto donante, «aproximadamente 44 millones de euros que no dejan lugar a dudas de nuestro compromiso». El Ejecutivo defiende que «lo importante es actuar con el fondo europeo porque creemos en la fortaleza de la Unión y actuando de forma coordinada».
La posición oficial es firme al respecto de este asunto pero destila incomodidad y nerviosismo al encajar la pregunta de los periodistas. Tras el Consejo de Ministros de este martes, la portavoz del Ejecutivo no se molestó siquiera en responder a la cuestión reiterada de os periodistas: «España va a enviar armas a Ucrania y va a dotar a Ucrania de medios ofensivos. Creemos en la fortaleza de la Unión, creemos que el arma mas poderosa es la Unión. El gobierno tiene una única voz en esta ocasión». Pero ni dentro ni fuera de la sala de prensa el Gobierno quiso responder a la pregunta de por qué un envío de armas que no es excluyente con el fondo europeo.