Pedro Sánchez alertó a Pablo Iglesias de que «iban a por él» en el 'caso Dina'
El exdirigente de Podemos relata en su nuevo libro que el presidente le advirtió sobre su imputación cuando aún no se había dado el giro de la investigación
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puso sobre aviso a su entonces vicepresidente, Pablo Iglesias, de que se iba a producir un giro en la instrucción del ‘caso Dina’ en la que se acabó por cuestionar su condición de perjudicado. Según el propio exlíder morado, el jefe del Ejecutivo y su exjefe de gabinete, Iván Redondo, le pidieron una reunión para hablar de un «tema judicial», cuando aún no se había producido la evolución de la pieza del caso Villarejo relativa a la tarjeta de móvil de la exasesora de Podemos Dina Bousselham.
Así lo relata el propio exdirigente de Podemos en el libro Verdades a la cara. Recuerdos de los años salvajes, publicado por Navona y editado por el periodista Aitor Riveiro, en el que narra su experiencia y trayectoria en la política activa. Iglesias no duda en afirmar que esta conversación le dejó «tocado», dado que luego el magistrado Manuel García Castellón le quitó la condición de perjudicado y empezó a dirigir pesquisas contra él para convertirlo en un caso «contra Pablo Iglesias».
En concreto, en ese encuentro, Iglesias asegura que el jefe del Ejecutivo fue «claro» y le soltó: «Te vamos a defender, pero que sepas que van a por ti». «Que te llame el presidente del Gobierno para reunirte con él y que te diga eso, tiene su trascendencia», confiesa Iglesias, añadiendo que la conversación «le tocó» aunque a día de hoy todavía desconoce «cómo logró esa información».
Las conexiones entre Sánchez, Iglesias y los tribunales no terminan aquí. Otro día, durante una comida, Iglesias asevera que Sánchez le dijo que debía conocer «algunos jueces importantes» dado que, desde el trato en persona, la imagen que tenían de él podría cambiar.
«Le dije que estaría encantado. Aunque nunca se produjo ese encuentro con ninguno de los jueces que debía conocer, estaba claro que el presidente había asumido que irían a por mí y que, quizá, si nos presentaban, verían que yo no era tan terrible. Creo que el presidente me decía la verdad y que actuaba de buena fe. Eso sí, si se analiza desde la óptica de la separación de poderes que hay en este país, es tremendo», subraya.
Díaz debería tener un «núcleo de lealtad»
En otro de los pasajes clave del nuevo libro, Iglesias reafirma que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, es la mejor persona para liderar Unidas Podemos y detalla que, en conversaciones tras su marcha de la política, le aconsejó que más importante que aprobar la reforma laboral o no en los términos anhelados, era rodearse de un «núcleo de confianza». Es más, el exdirigente morado proclama que la «lealtad es un elemento crucial para hacer política desde la izquierda».
En uno de los pasajes, Iglesias relata que varias veces pudo dejar la primera línea política y que en verano de 2016 hubo una «ventana de oportunidad» para irse en verano de 2016, después de la primera repetición electoral.
«Yo hubiera apostado por Íñigo (Errejón) si él hubiera tenido una relación política distinta conmigo. Si yo hubiera sentido la lealtad de quien dice: ‘No estoy de acuerdo contigo en un montón de cosas, pero mientras tú seas el secretario general, voy a defenderte con uñas y dientes’. Pero hizo lo contrario y aquello desembocó en el horror de Vistalegre 2 y en la posterior escisión«, expone respecto al conflicto interno que marcó al partido. Y es que ante ese «desafío» de los «compañeros que había enfrente» Iglesias asegura que comprendió que «la pelea había que darla».
De la vicepresidenta dice que, para muchos, se parece más en las formas a la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena, con un «discurso crítico respecto a los partidos». «Y, sin embargo, no dudamos en apostar por ella», desgrana Pablo Iglesias, para añadir que el problema de Carmena «no eran tanto sus ideas» sino su «falta de lealtad» a Podemos.
Dardos contra Errejón
La lealtad es un tema recurrente en la obra recién publicada de Pablo iGLESIAS, especialmente la de su excompañero Errejón. El exvicepresidente confiesa que junto a la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, tenían tomada la decisión de dimitir de todos sus cargos y dejar la política cuando, pocos días antes, Errejón y Carmena anunciaron «por sorpresa» su escisión y crear un nuevo partido en las elecciones madrileñas, justo cuando estaba en pleno permiso de paternidad.
«La situación era muy difícil (…) Merecíamos una vida un poco más llevadera, sin tanta presión y sin la amargura permanente de las traiciones y las luchas internas. La decisión estaba tomada», apunta para precisar que recibió entonces una llamada del portavoz parlamentario, Pablo Echenique, para ofrecerse como candidato.
El exvicepresidente asegura que en verano de 2020 ya tenía claro que debía haber un relevo en Unidas Podemos y el convencimiento de que Díaz era la mejor opción. La decisión se activó cuando decidió ser candidato en el 4M, puesto al que también se ofreció Montero y se le propuso al titular de Consumo, Alberto Garzón.
En las conversaciones en las que terminó de tomar la decisión de ser candidato en Madrid desgrana que no participó Díaz, pues «para que saliera bien, sabía que no podía decírselo». «De hecho, si se lo hubiera comunicado no me habría dejado hacerlo», reflexiona.
«Era consciente (Díaz) de que le tocaba, pero no quería. Por suerte todo ocurrió como pensé que iba a ocurrir. Tardó un tiempo en hacerse a la idea pero hoy es evidente que Yolanda está radiante como vicepresidenta y líder del espacio (…)», comenta para después loar también que la ministra Ione Belarra se esté consolidado al frente de Podemos.