Puigdemont redobla su pulso contra la Unión Europea por su «inacción» en el caso Pegasus
El eurodiputado de Junts carga contra la presidenta de la Comisión Europea y lamenta que una delegación europea no viaje a España a investigar
Seis meses después de que se publicara el llamado ‘Catalangate’, relativo al presunto espionaje por parte del Gobierno y del CNI a los líderes independentistas a través del software Pegasus, Carles Puigdemont clama contra la «inacción» de la Unión Europea a la hora de censurar el Estado español por este supuesto «espionaje masivo».
El ahora eurodiputado de Junts ha centrado su crítica en la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, por visitar Barcelona poco después de que Citizen Lab publicara su informe sobre el uso de este programa en Cataluña y no hacer ninguna referencia al asunto.
El exmandatario catalán ha vertido sus invectivas contra Bruselas en un duro artículo publicado en la revista especializada en política europea, The Parliament, en el que denuncia que la presidenta de la Comisión no dijo «ni una sola palabra» ni en el marco de su reunión en Barcelona, ni «peor aún», en su debate sobre el estado de la Unión en las instituciones comunitarias.
«Indiferentes» con España
Puigdemont lamenta que las autoridades comunitarias solo se movilizaron cuando dicho espionaje se produjo en países como Hungría o Polonia: «La Comisión ha estado demasiado callada. Cuando supo que Pegasus afectaba solo a Polonia, Hungría o Grecia, fueron asertivos, pero cuando creció la sospecha sobre España por espiar ciudadanos catalanes independentistas, se han mostrado indiferentes».
La estrategia de los tres eurodiputados con los que cuenta Junts en la Eurocámara (Puigdemont, Clara Ponsatí y Toni Comin) es la de desacreditar a la democracia española con el fin de que Bruselas intervenga como mediadora en el «conflicto político». A este respecto, Puigdemont en su artículo trata de vincular la crisis que sufren las instituciones europeas (con partidos euroescépticos en auge en varios países) con su apoyo a países como España.
«He vivido en el exilio cinco años, y si he aprendido algo es que cuánto más proteja la Unión Europea a España, más credibilidad interna y externa pierde. No nos lo podemos permitir. Pegasus no es solo una crisis, sino también una oportunidad para construir una Europea mejor. Nos jugamos mucho», abunda.
El europarlamentario nacionalista tampoco lleva bien que la delegación europea que investiga el asunto no viaje a España: «La investigación sobre el uso de Pegasus contra el independentismo catalán se minimiza cuando se descarta investigar España. ¿Qué sentido tiene excluir de estas misiones un viaje a un país donde lo han utilizado de manera tan amplia?».
El pasado julio, el grupo del Partido Popular Europeo y el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas lograron imponer su mayoría para que la delegación no visitara España, pese a que tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como varios de sus ministros y diversos políticos catalanes hayan denunciado haber sufrido ataques con Pegasus.
Buscar la «mediación» de la UE
Como informó este periódico, en otoño de 2017 los independentistas tuvieron muy cerca la posibilidad de que la UE interviniera tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de ese año. Según el nuevo libro El Muro. El poder del Estado ante la crisis independentista, PP y PSOE lograron evitar in extremis que la Comisión Europea se postulara para «mediar» entre Cataluña y España después de las cargas policiales del 1-O.
A menos de dos horas de leer su discurso, Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión, borró una mención a intervenir. El eurodiputado del PP Esteban González Pons y de Miguel Fernández-Palacios, exconsejero de asuntos parlamentarios en la Representación Permanente de España en la Unión Europea, lograron convencerle de eliminar de su discurso esta propuesta inédita de mediación que habría dado un vuelco a la situación que se vivía en Cataluña.
Carta a Von de Leyen
En mayo, Junts ya pidió por carta a Von der Leyen que investigara a España por el uso de Pegasus. En la misma línea, en la comisión de investigación en el Parlamento Europeo sobre este espionaje masivo, el independentismo intentó ubicar a España en la misma posición que Polonia y Hungría. Y pese a que la Comisión Europea dió carpetazo a la posibilidad de intervenir, los tres eurodiputados de Junts no tiran la toalla en pedir la mediación de Bruselas.
En la misiva afirmaban que España ha espiado a políticos, periodistas o activistas del movimiento independentista «sin el debido proceso legal». Una aseveración que desde el Gobierno negaron al sostener que todos los casos de los que tienen conocimiento fueron bajo autorización judicial.
Además, como informó THE OBJECTIVE, además, la extinta CiU -de quien Junts es heredero- votó a favor en 2002 de que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) pudiera realizar escuchas.
Puigdemont, aislado en Bruselas
Las relaciones de los tres eurodiputados de Junts con las autoridades comunitarias pasan por su peor momento. Desde el estallido de la guerra en Ucrania, Puigdemont, Comín y Ponsatí acentuaron sus críticas a los representantes de la Unión Europea y han protagonizado varias polémicas en las sesiones del Parlamento Europeo. Incluso les cortaron los micrófonos durante algunas de sus intervenciones contra el Estado.
En esta coyuntura es poco probable que Junts logre sus objetivos, pero el eco mediático les sirve para mantener su pulso con el Estado. En especial, en medio del juicio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre las euroórdenes que afecta a Carles Puigdemont y el resto de cabecillas del procés fugados de España.