El Ministerio de Montero financia a una de las entidades que organizaron el escrache a Ayuso
El Ministerio de Igualdad ha otorgado 20.607 euros a Libres y Combativas, conocida por sus manifestaciones contra la presidenta madrileña
Colectivos de extrema izquierda se manifiestan en los aledaños de la Universidad Complutense de Madrid contra Isabel Díaz Ayuso. | Europa Press
Irene Montero, está -de una manera indirecta- detrás del escrache que Isabel Díaz Ayuso sufrió este pasado martes en la Universidad Complutense de Madrid. Y es que el Ministerio de Igualdad, a través del Instituto de las Mujeres, ha financiado con un total de 20.607 euros a la asociación «revolucionaria» y «anticapitalista» Libres y Combativas, que ha blasonado en su página web de recibir a la presidenta madrileña con «una pitada masiva y un coro de cientos de gargantas llamándola fascista» en la alma mater de los dirigentes de Unidas Podemos.
La asociación, rama feminista del Sindicato Estudiantil, principal impulsor del escrache, recibió 10.333,17 euros en 2021 del Ministerio de Igualdad en concepto de «subvenciones destinadas a apoyar el movimiento asociativo y fundacional del ámbito estatal»; en julio de 2022, con ese mismo pretexto, percibió 10.274 euros. En total, un generoso importe a una entidad a la que no se le conocen más iniciativas que manifestarse contra la actual presidenta de la Comunidad de Madrid.
Libres y Combativas se manifestó en diciembre de 2021 en la Puerta del Sol junto a otros colectivos como COGAM, y con el apoyo de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, para gritar al unísono consignas como «Ayuso, fascista, estás en nuestra lista» -que se repitieron este pasado martes- o «[Rocío] Monasterio al cementerio». Esto, en el marco del debate sobre la derogación de las leyes LGTB autonómicas, una reivindicación monolítica de Vox que el Partido Popular finalmente no asumió.
Los populares madrileños, en conversación con este periodista, denunciaron en su día que la ministra de Igualdad «reparte el dinero de todos los españoles a asociaciones amigas para hacer política» y para «movilizar a la calle» contra su dirigente.
Denuncian haber sufrido «represión»
Poco más de un año después, esta asociación «revolucionaria» y «anticapitalista», que formó parte activa de la llamada al boicot del acto en el que Isabel Díaz Ayuso iba a ser nombrada alumna ilustre de la Complutense, instigó cánticos como «Ayuso y el rector la misma mierda son», «Vamos a quemar el rectorado por premiar al capital» o «Qué pena me da, qué pena me da, que la madre de Ayuso no pudiera abortar».
Transcurrido el acto, Libres y Combativas emitió un comunicado presumiendo de haber recibido de ese modo a la baronesa popular, y criticando el despliegue policial extraordinario que permitió que saliera ilesa. Según las feministas, decenas de furgones antidisturbios «cercaron» la UCM «trayendo a la memoria los peores años represivos del franquismo», y ellas fueron «retenidas ilegalmente» durante casi media hora en un «actuación propia del franquismo por parte del rector, del PP y del PSOE, que han permitido la militarización de la universidad».
«Lo lamentable del hecho es que Ayuso ha contado con la inestimable ayuda del PSOE y de la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González Fernández. Ella ha sido la responsable de coordinar, junto a la Comunidad de Madrid, un dispositivo brutal de cientos de policías, que en la actitud más intimidatoria y agresiva, han patrullado no solo en la entrada a la facultad, sino por el campus de la UCM, registrando e identificando a todo el que caminara por la Avenida Complutense. Una forma pública y manifiesta de impedir la libertad de reunión, manifestación y expresión», aseveran las integrantes del Sindicato Estudiantil en dicho comunicado.
«¿Así es como Pedro Sánchez y sus delegados del Gobierno ‘plantan cara’ a la derecha franquista? ¿Reprimiendo a los estudiantes antifascistas y haciendo de la principal universidad pública de Madrid un recinto policiaco?», se preguntan las feministas.
Libres y Combativas
Para conocer más acerca de esta asociación basta con leer su manifiesto fundacional, en el que se posicionan contra la derecha política, a la que acusan de ser «responsable de la situación de opresión y violencia que padecemos», pese a estar en la oposición al Ejecutivo Central: «¡Son un enemigo declarado de nuestros derechos!».
Se refieren tanto al Partido Popular como a Vox, que, en su opinión, se dedican a «esparcir un discurso de criminalización contra la mujer y justificación de la violencia machista» a través de «soflamas contra el movimiento feminista», una «política de odio contra la comunidad LGTBI» o la «justificación de las condiciones denigrantes que las mujeres tuvimos que soportar bajo la dictadura franquista».
Son más indulgentes con el Gobierno de coalición conformado por PSOE y Unidas Podemos, aunque critican que «a pesar de la propaganda oficial, la situación no ha experimentado mejoras sustanciales». Le reconocen, eso sí, el haber apostado por la ley trans -impulsada, precisamente, por Irene Montero- por suponer «un cambio legal muy positivo aunque muy limitado».
Complicidad con Igualdad
La entidad feminista no ha criticado la ley del solo sí es sí, que ha permitido que unos 260 violadores hayan visto rebajadas sus penas o hayan sido, directamente, excarcelados. Al contrario. Han defendido a la ministra de Igualdad y han cargado contra «la judicatura machista, clasista y franquista», que estaría «utilizando huecos y carencias que la ley contiene para redoblar los ataques contra las mujeres y demostrar quién manda aquí».
Una defensa a ultranza que se entiende mejor si se sigue el dinero, como ha hecho THE OBJECTIVE. También se entiende mejor ahora que el Ministerio de Igualdad se haya negado a condenar el escrache a Isabel Díaz Ayuso, pese a haberse comprometido al «impulso de medidas para combatir la violencia política ejercida sobre las mujeres», contemplando estas –según su criterio– los insultos, el menosprecio, el silenciamiento, los ataques mediáticos, el acoso en el ámbito privado o las amenazas.
