Los guardias civiles de Tráfico, sobre su salida de Navarra: «Muchos no saben qué hacer»
A partir del 1 de julio, Interior transferirá la competencia a la comunidad foral. La incertidumbre reina entre los agentes después de años de negociación
Agentes de Tráfico de la Guardia Civil. | EFE
El preacuerdo entre el Gobierno de España y el de Navarra para materializar la transferencia de la competencia de tráfico y seguridad vial a la comunidad autónoma foral el próximo 1 de julio ha caído como un jarro de agua fría en el sector de Tráfico de la Guardia Civil. Tras cuatro años de rumores e incertidumbre entre los agentes navarros, esta fecha supondrá su salida definitiva del Cuerpo, si finalmente deciden optar por la pasarela para incorporarse a la Policía Foral.
Las reacciones entre los guardias civiles, según refieren algunos de ellos a THE OBJECTIVE, son dispares: «La cuestión ahora ha cambiado, empieza la incertidumbre sobre si nos vamos o nos quedamos. La mayoría no sabe qué hacer. Hay gente que todavía no se lo cree, otros están en tensión», señalan. Estos funcionarios se enteraron de su ‘expulsión’ por la prensa. Ahora, explican, están a expensas de la reunión que un mando tendrá el próximo mes para informarles de los cambios.
Muchos, según apuntan a este periódico, creían que las negociaciones nunca llegarían a termino. Y es que son cuatro los años que preceden a este pacto de traspaso de competencias entre ambos actores. El primer compromiso del Gobierno de coalición con Navarra para ceder Tráfico se fijó en 2019. Desde entonces, las negociaciones para materializar este cambio han sido infructuosas hasta el punto de atascarse en varias ocasiones.
«Todos los presidentes hemos reivindicado esta transferencia para nuestra comunidad. Todos los gobiernos hemos defendido que esta transferencia tenía que recuperarse para Navarra y hacerlo además desde la prestación exclusiva por parte de la comunidad a través de su Policía Foral», destacó el pasado jueves la presidenta navarra, María Chivite.
Las opciones de los agentes
De este modo, a partir de junio, se abrirá un periodo transitorio para ir incorporando a la Policía Foral a los 149 agentes que necesita el servicio. No obstante, esta es la única opción de la que dispone, según informó en un primer momento el Ministerio del Interior. La otra es ocupar puestos de trabajo en la misma especialidad del Instituto Armado o en otras comandancias, es decir, un traslado de comunidad autónoma; u optar por otra unidad de la Guardia Civil en Navarra.
En la Administración navarra trabajan sobre todo con esos dos últimos escenarios: aquellos en los que los guardias civiles se niegan a formar parte de la Policía Foral. Un sentimiento bastante extendido en la plantilla policial. Lo que irremediablemente llevaría a convocar una Oferta de Empleo Público (OPE), ya que el cuerpo autonómico no cuenta con suficientes efectivos para suplir las vacantes de Tráfico.
«Una humillación»
Para la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), el traslado de competencias consuma «una humillación, un despropósito del que siempre resultan perjudicados los componentes del Cuerpo». «La desconsideración y la falta de sensibilidad del Gobierno actual han provocado la incertidumbre sobre todos los compañeros allí destinados y sus familias», censuran.
«Marlaska ha utilizado a los guardias civiles como moneda de cambio. No solo no informan previamente a los compañeros agraviados en Navarra, sino que el Ejecutivo tampoco escucha ni convoca reunión alguna para conocer las reivindicaciones y necesidades de los agentes», critican.
