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Bermúdez de Castro: «Sánchez dijo que traería a Puigdemont pero trae pinganillos y amnistía»

Conversamos con el vicepresidente segundo del Congreso sobre la reforma del reglamento del hemiciclo

José Antonio Bermúdez de Castro es uno de los más veteranos parlamentarios que quedan ya en el hemiciclo. El diputado del Partido Popular (PP), antes en la dirección del Grupo Parlamentario, ahora ocupa el puesto de vicepresidente segundo de la Cámara Baja, desde donde ha visto y vivido las últimas batallas por la reforma del reglamento del Congreso. No descarta recurrir ante el Tribunal Constitucional la entrada de las lenguas cooficiales, porque, en su opinión, se trata de arrinconar al castellano, «que es la lengua de todos», y para ello los independentistas han exigido al PSOE que donde hace un año decía «no», ahora diga «adelante».

Bermúdez de Castro considera también inconstitucional cualquier intento de concesión de una amnistía para Puigdemont, una de las exigencias del expresidente catalán fugado de la Justicia Española, y avanza que el PP utilizará todo lo que esté a su alcance para tratar de impedir que se ataquen los propios cimientos constitucionales para satisfacer las exigencias del independentismo a cambio de los votos que den la investidura a Pedro Sánchez. El PP empieza este sábado su campaña contra la amnistía, en el acto que se celebrará en Madrid, con la presencia de Mariano Rajoy y José María Aznar junto a Alberto Núñez Feijóo.

PREGUNTA.- El Congreso acaba de aprobar una reforma del reglamento para que se utilicen las lenguas oficiales y alguna más en la Cámara, pero curiosamente sin haberse aprobado dicha reforma, ya se han utilizado a modo de prueba. ¿Va a emprender alguna acción legal el PP, por ejemplo, un recurso de amparo al Tribunal Constitucional?

RESPUESTA.- Lo ha dicho nuestro presidente. Vamos a estudiar todas las acciones que podamos emprender. Y no descartamos ninguna, pero queremos hacer un estudio sosegado sobre las mismas, para que dicha acción se pueda llevar a término. Es evidente que lo que ha ocurrido es un despropósito, una ofensa al sentido común. Se están retorciendo los procedimientos parlamentarios, porque yo creo que es inédito que se pueda haber aplicado una reforma antes de ser debatida y aprobada. Y eso es lo que nos hemos encontrado en el día de hoy en el Parlamento, en el que se debatía una reforma para que se pudieran utilizar las lenguas cooficiales de algunas comunidades autónomas junto con el castellano. Y todo por una decisión de la presidenta, cuando todos sabemos, o deberíamos de saber, que los usos, no solamente los usos parlamentarios, sino que de acuerdo con nuestra Constitución, todos los procedimientos y los medios para ejercer el mandato representativo, tienen reserva de ley, tienen que estar reglados y no pueden ser acordados por ni por la presidenta ni por el órgano de gobierno en la Cámara. Nos hemos encontrado con esta situación inédita, que es un despropósito, además de que el PSOE rechazaba el contenido de esta reforma que hace tan solo un año, y no nos debemos engañar, la razón por la cual se ha aprobado esta reforma dudosamente constitucional es el pago de un precio político, ¡uno más!, una cesión más a los independentistas. Porque es completamente absurdo que los españoles tengamos que hablar a través de intérpretes en la Cámara de la soberanía nacional.

José Antonio Bermúdez de Castro. | Foto: Carmen Suárez

«Consideramos inconstitucional la reforma del reglamento del Congreso que introduce las lenguas cooficiales»

P.- ¿Se están conculcando algunos derechos de los diputados?

R.- Sí y además se está produciendo una mutación del alcance de la oficialidad de las lenguas, del contenido del artículo 3 de la Constitución. En España tenemos una riqueza cultural y lingüística incomparable, pero también sólo tenemos una única lengua oficial del Estado que es el castellano, una lengua en la que todos comprendemos, entendemos, en la que todos nos podemos comunicar entre nosotros, entre los españoles. Las lenguas cooficiales, fuera de su territorio dejan de ser oficiales. Por eso consideramos que esta reforma es inconstitucional, porque se está dando el mismo rango y los mismos efectos a lenguas que no son oficiales en el Estado, cuando la única lengua oficial para el conjunto del territorio es el castellano. Aquí no se busca proteger ni el catalán, ni el euskera, ni el valenciano y el gallego, sino desplazar la lengua castellana. Es el objetivo de los independentistas y eso supone una demolición de nuestro marco constitucional. Se está haciendo una modificación constitucional a través de un cambio de reglamento.

P.- Con respecto a la técnica legislativa y la práctica parlamentaria habitual, ¿la Reforma mejora o complica el trabajo de sus señorías?

R.- Esto no solamente no va a mejorar, sino va a perjudicar la vida parlamentaria. Y por supuesto, estamos hablando también de los derechos del conjunto de los españoles que no entienden cómo es posible que siendo el Congreso de los Diputados una Cámara que representa un órgano constitucional que representa a la soberanía nacional, y diciendo la Constitución que el castellano es la lengua común de todos los españoles, por qué en el Congreso no se utiliza la lengua común de todos los españoles. Si el Congreso es el Parlamento de todos, se debería de respetar la lengua de todos. Se trata de atacar y relegar la lengua castellana como elemento de unión entre españoles. Cada palabra en catalán -han dicho portavoces de los independentistas- es una reivindicación de los derechos de Cataluña como nación. Eso está en el diario de sesiones. Y mientras tanto, los representantes socialistas, mirando para otro lado, me pregunto: ¿dónde han dejado su palabra y sus principios? Hace un año, el PSOE se oponía a que una reforma de estas características fuese aprobada.

«¿Dónde han dejado los socialistas su palabra y sus principios»

P.- El portavoz en este debate del PP, Borja Sémper, utilizó en algunos momentos el euskera y se autotradujo, algo que ya se había hecho en esta Cámara. ¿No se entendió dentro del Grupo Popular? Ha habido una cierta algarabía interna…

R.- Desde los grupos independentistas se estaba lanzando una idea falsa de que en la cámara se estaba persiguiendo las lenguas cooficiales, que estaban proscritas por lo que llaman el nacionalismo español de derecha. Y eso, vuelvo a decir, es rotundamente falso. Una cosa es que nosotros no aceptemos y no consideremos constitucional que se puedan utilizar en exclusiva esas lenguas cooficiales. Y otra cosa es que, por cortesía, se permita utilizarlas como ya se hizo por parte un presidente, por cierto, socialista. Lo que ha hecho (por parte de Borja Sémper) es desmontar totalmente ese intento patrimonialista de esas lenguas y sobre todo, ese intento de confrontar las lenguas cooficiales que son de todos, con la lengua común de los españoles, que es el castellano.

«Coincidimos con Vox en que se está produciendo un ataque a la España constitucional y un ataque al español»

P.- ¿Qué opinión le merece la reacción de Vox, que cada vez que se usa una lengua distinta al castellano sale corriendo fuera del hemiciclo, además de haber hecho entrega de los pinganillos en el escaño del presidente Sánchez?

R.- Bueno, yo creo que con el planteamiento de Vox, más allá de las diferencias, compartimos que se está produciendo un ataque a la España constitucional y un ataque a la lengua común de todos los españoles. No votamos su enmienda porque ha cometido un error. Y es que, al introducir en el reglamento que los diputados se tienen que expresar en castellano, cabe la posibilidad de que otros piensen lo contrario. Y nosotros pensamos que el reglamento no es una ley de lenguas. Es decir, si es la Constitución la que ya establece ese marco y la doctrina del Constitucional, quien ha establecido los cánones constitucionales, no es el reglamento de la Cámara el que tiene que permitir si se habla o no en una u otra lengua. El reglamento no es quien para interpretar ni modificar el artículo 3 de la Constitución ni la doctrina del Tribunal Constitucional.

«La amnistía es inaceptable desde el punto de vista político, jurídico y moral»

P.- ¿Se ve debatiendo la amnistía en el Congreso en breve? ¿Cómo va a enfocar ese debate el PP?

R.- La amnistía es absolutamente inaceptable desde el punto de vista político, jurídico y moral. Desde el punto de vista político, porque no estamos hablando de una amnistía para lograr la reconciliación entre españoles, como ocurrió en el año 1977 o 76, en un cambio de régimen. Estamos hablando de una amnistía a quienes se alzaron en abierta sedición contra el Estado en un Estado democrático. Personas que no se han arrepentido, y eso supone una deslegitimación de nuestro Estado de derecho y una deslegitimación del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional y del propio Jefe de Estado, porque supone reconsiderar, dudar si las personas que fueron juzgadas y condenadas fueron juzgados y condenados de forma justa, o si fueron condenados por sus ideas, no por los delitos que cometieron. Eso es inaceptable desde el punto de vista jurídico.

La amnistía no cabe en nuestra Constitución porque va en contra de los principios constitucionales, que son los cimientos de la propia Constitución desde el Estado de derecho, el principio de igualdad ante la ley y el principio de seguridad jurídica y la independencia judicial. Por tanto, no se puede hablar de una amnistía dentro de la Constitución, porque son términos incompatibles, antagónicos. Si la Constitución prohíbe expresamente los indultos colectivos, el perdón de la pena, que es lo menos, lo que no puede permitir es la amnistía, que es el olvido del delito, que es lo más. Por eso la amnistía no está en la Constitución y de hecho, en la ponencia constitucional, por dos veces se rechazó que se pudiera introducir la amnistía. Pero sobre todo es profundamente inmoral. Porque, repito, no estamos hablando de una amnistía para la convivencia o la reconciliación. Estamos hablando de una posible amnistía como pago del precio político, de un prófugo de la justicia y de partidos independentistas que no solamente no se han arrepentido y dicen que lo volverán a hacer.

Es más, yo lo único que le digo al señor Sánchez es que nada más que mantenga su palabra. Me basta con eso, porque hasta hace muy poco decía que la amnistía no cabía en la Constitución. Lo decían sus ministros, los propios letrados de la Cámara. Nos basta con que mantenga su palabra, sus principios, si es que los tiene.

José Antonio Bermúdez de Castro junto a las autoras de la entrevista. | Foto: Carmen Suárez

P.- ¿Habrá un recurso de inconstitucionalidad sobre este tema y por parte del partido una gran movilización?  

R.- El partido actuará en consecuencia con lo que pensamos, porque nos parece un hecho muy grave. Sánchez nos dice que estamos hablando de un conflicto político, que no debía de haber derivado en una acción judicial. Pero hasta hace poco, lo que nos decía es que nos iba a traer aquí a España para ser juzgados a Puigdemont y los suyos. Ahora parece que lo que nos quiere traer son pinganillos y la amnistía.

«El PSOE ahora entrega la bandera de la igualdad por un plato de lentejas»

P.- Actuar en consecuencia entiendo que es ese recurso ante el Tribunal Constitucional, pero entre tanto, habría un gobierno presidido por Pedro Sánchez. Viendo los tiempos que suele utilizar el Tribunal Constitucional últimamente no parece que hubiera respuesta definitiva en una buena temporada. ¿Considerarían ustedes legítimo a un Gobierno que ha salido de un acuerdo de investidura basado en acuerdos que podrían ser considerados inconstitucionales? ¿Qué tipo de oposición haría el PP?

R.- Vamos a ver, la investidura es una cosa y gobernar es otra. Una cosa es alcanzar el poder a través de la investidura y otra cosa es gobernar, servir al interés general y otra cuestión es servir a la ambición personal de Sánchez para seguir en la Moncloa. Pero yo le preguntaría a los votantes socialistas: ¿consideran que es servir al interés general un gobierno con 24 formaciones políticas, muchas de ellas enfrentadas entre sí? ¿Consideran que es servir al interés general gobernar en un pacto entre perdedores, dependiendo no solo un día o para una ley, sino todos los días, para todas las políticas y para todas las leyes de aquellos que no creen en España? ¡Cómo va a avanzar España si está condicionada todos los días permanentemente por aquellos que no creen en ella y que lo único que pretenden es debilitar las instituciones y nuestro espacio constitucional! Eso no es gobernar.

Por eso, cuando hablamos de gobernar, hablamos de otra cosa. Nuestro presidente Alberto Núñez Feijóo, desde el primer momento, asumió su responsabilidad y aceptó celebrar el debate de investidura y supo claramente que había líneas rojas que jamás iba a traspasar. Nosotros no estamos dispuestos a gobernar a cualquier precio. Hemos asumido nuestra responsabilidad y yo creo que lo definió muy bien Alberto Núñez Feijóo en Soutomayor, cuando dijo: «Nosotros no vamos a alcanzar ningún acuerdo para que gane el PP, pero que pierda España, aunque nos cueste el Gobierno». A mí me sorprende que el PSOE, que durante muchísimas décadas decía defender y sacaba la bandera de igualdad ahora la entregue a cambio de un plato de lentejas. ¿Quién iba a decirnos que en el año 2023 el PP iba a ser el único partido que defendiera los principios de igualdad y solidaridad entre españoles?

Ese es el chantaje de los independentistas. Porque el chantaje de los independentistas no es solo la impunidad, es la diferencia y el privilegio como paso previo a la ruptura, que es lo que ellos pretenden. Nosotros no estamos dispuestos a ceder eso. No sabemos si Sánchez está dispuesto a hacerlo. Que lo diga, que se lo diga no sólo a los españoles, sino a sus propios votantes. Porque en la campaña electoral, una vez más, prometió que no lo haría. Y si ahora está dispuesto a cambiar de opinión, puede que alcance esa mayoría parlamentaria, pero habrá perdido su palabra, sus principios y la mayoría social.

José Antonio Bermúdez de Castro. | Foto: Carmen Suárez

23-J: «Los votantes socialistas no votaron que Sánchez cambiara amnistía e impunidad por votos»

P.- ¿Cree que las personas que votaron al PSOE el 23-J lo hicieron engañados?

R.- No sabían lo que estaban votando, porque es verdad que en la pasada legislatura Sánchez fue capaz de cambiar votos por presos, votos por indultos, votos por una modificación del Código Penal. Pero en campaña electoral dijo claramente que no iba a ceder en el referéndum de autodeterminación, que nunca iba a romper ese principio de igualdad y de cohesión entre españoles. Y que la amnistía era imposible. Y es justamente lo que está dispuesto ahora mismo a ceder. Por tanto, los votantes socialistas no votaron que Sánchez cambiara impunidad y amnistía por votos, que rompiera el principio de igualdad. Ni tampoco votaron la posibilidad de que pudiera haber un referéndum de autodeterminación que ahora algunos llaman consulta. Eso es ilegal y eso es lo que dijo en campaña. Y ahora se viene atrás y cambia de opinión. Está engañando al cometer un fraude a sus propios electores.

P.- ¿Contempla usted la posibilidad de repetición electoral?

R.- Es una opción. El debate de investidura es importante para que todos los españoles escuchen un proyecto que tiene Feijóo, transformador con una propuesta de grandes pactos de Estado, dando prioridad a las necesidades de los españoles. Porque ¿cuál es la prioridad de Alberto Núñez Feijóo en este momento, ofreciendo al PSOE estos grandes pactos de Estado para evitar que tenga que ceder al chantaje de los partidos independentistas? Que hablemos de un pacto de regeneración democrática, de las políticas de bienestar de los españoles, de un pacto de saneamiento económico, porque los españoles tienen dificultades. Tenemos la inflación… Son los problemas de los españoles de la España real.

¿Cuáles son las prioridades de Sánchez? Que se puede hablar en diferentes lenguas de lenguas que no son oficiales en todo el territorio, en la Cámara, cediendo ante los independentistas la amnistía y el referéndum de autodeterminación. ¿Cuál es la prioridad de Feijóo? La defensa a ultranza del principio de igualdad? La de Sánchez parece que es conceder privilegios a algunos para hacer españoles de primera o de segunda.

«Feijóo ha puesto antes el proyecto y los principios que los votos»

P.- Y aun así, la semana que viene habrá un fracaso previsible, a no ser que haya cuatro cambios de votos. ¿Cree usted que esto supondrá una mayor erosión para el PP?

R.- Para mí ,que la semana que viene no alcanzara los votos necesarios para la investidura, no sería un fracaso, porque cuando uno conserva los principios, cuando uno conserva la palabra y cuando uno lo que busca es servir al interés general y a la España constitucional… Con nosotros los principios están antes que los votos. Y es evidente que Feijóo ha puesto por delante el proyecto y los principios antes que los votos. Nosotros no nos vamos, no vamos a traicionar esos principios por un plato de lentejas,

P.- Con respecto al puñado de votos de independentistas, nacionalistas, etc., si echamos la vista atrás, ¿habría que hacer una cierta autocrítica, el PP y el PSOE, porque esa ley electoral que prima algunos territorios la podrían y la pueden modificar y nunca lo han hecho?

R.- No lo hemos hecho, porque la ley electoral, igual que el reglamento de las Cámaras, a nuestro juicio, son leyes cuasi constitucionales porque conforman las reglas de juego y deben ser reformadas por amplio consenso en nuestro sistema democrático, en esa España constitucional que se basaba no solamente en lo escrito, sino en ese principio de lealtad recíproca. Nunca hemos entendido que era necesario hacerlo, para que el Parlamento tuvieran cabida todos. Otra cosa es cuando alguien rompe ya de manera definitiva ese principio de lealtad constitucional entre los que pretenden imponer desde una minoría las ideas o la mayoría. La democracia es el gobierno de las mayorías con respeto a las minorías, no al revés. Y lo que no tiene ninguna justificación es que quienes representan apenas el 6% de los votos en España impongan su criterio al que representan los demás..

Pero la culpa no es de ellos, sino de quien lo acepta, porque hay una alternativa. Y la alternativa la ofreció Alberto Núñez Feijóo a Pedro Sánchez y es llegar a un acuerdo para hacer grandes pactos de Estado durante dos años mínimo y poner por delante del poder las prioridades de los españoles. Pero Sánchez ha vuelto a ser el Sánchez de «no es no». No es responsabilidad del PP, que ha actuado con sentido de Estado y con responsabilidad.

«No hemos hablado ni con Bildu, ni con Junts, ni con ERC»

P.- ¿Fue un error por parte del PP dialogar con Junts, o quizás una decisión muy arriesgada que tal vez no se entienda bien por parte de su electorado y sobre todo considerarlo un partido «con tradición» y «legalidad»?

R.- Nosotros no hemos hablado con ellos nada que tenga relación con la investidura. En absoluto. Es más, el presidente Feijóo dejó claro, después de declarar la exigencia de Puigdemont, que no teníamos nada que ver con ellos. Hay partidos con los cuales no hemos hablado, ni con Bildu, ni con Junts, ni con ERC. Con otros sí. Pero con ninguno de ellos hemos hablado y por tanto no había nada que negociar más allá de que en un momento determinado se hubieran hablado de nuestro planteamiento sobre una nueva financiación autonómica. Lógicamente, tiene que haber un nuevo sistema de financiación autonómica, pero no eran las exigencias de Junts, que consisten en romper…

José Antonio Bermúdez de Castro. | Foto: Carmen Suárez

P.- Para los independentistas romper con España es un objetivo tradicional y sus peticiones van en esa línea…

R.- No, no… Nosotros hemos hablado con el PNV y lamentamos que quiera ser cómplice y se diluya dentro de ese gobierno. Es un gobierno Frankestein con 24 formaciones políticas y no quien haya querido volver a ser. Todavía queda una semana. No sé si todavía es posible. El centro para tener protagonismo y para dar estabilidad y gobernabilidad a España. Tanto Convergència i Unió como el PNV, su tradición era que gobernaban y colaboraban en la gobernabilidad, la estabilidad del Gobierno de España.. Es decir, una parte de los orígenes de Junts, el PDeCAT, con el cual sí se podía hablar y se podía hablar de cuestiones que podían mejorar la vida de los españoles. Aquí ya no se puede hablar de eso porque sus exigencias van en el mismo camino: la ruptura. No estamos dispuestos a pagar ese precio. Si otros están dispuestos a hacerlo, que lo expliquen, pero que no confundan a los españoles.

P.- La investidura de Feijóo (el debate y el intento) se producirá por fin la semana que viene. Una de las críticas más recurrentes estos días, procedente de las filas socialistas, es que han perdido un mes para «una investidura fake«, que no entienden por qué hay que perder tanto tiempo…

R.- Feijóo asumió y aceptó la propuesta del Jefe del Estado para ir a un debate de investidura, porque había ganado las elecciones. Y hay que celebrar el debate de investidura por responsabilidad y respeto a 11 millones de españoles que han votado por el cambio en España. Durante todo este tiempo, hemos intentado conformar esa mayoría para lograr la investidura. Por cierto, tenemos 172 votos. Pedro Sánchez, en el pasado, logró ser presidente del Gobierno con solo 167 votos. Pero lo que hemos visto que desde el primer momento es que no solamente ha habido una negociación en paralelo por parte del PSOE, sino que ha habido una campaña de desgaste permanente contra mi partido político. Primero intentando trasladar la idea de que el PP no había ganado las elecciones para confundir y evitar que toda España fuese consciente que el ganador era Feijóo. Pero ha habido una estrategia trumpista, basada en deslegitimar el resultado, impugnando las elecciones en Madrid.

Con respecto a la fecha del debate de investidura, la fijó la presidenta del Congreso. Yo estaba presente y lo que ocurrió es que el día en que se recibe el encargo por parte del Jefe de Estado, esa encomienda a través de la presidenta del Congreso, lo único que le pide el presidente Feijóo es unos días, porque tenía previsto realizar un encuentro con las diferentes formaciones políticas y las organizaciones sociales, teniendo en cuenta, además, que los precedentes de legislaturas anteriores, como mínimo, habían sido de 24 días entre el encargo y el inicio del debate.

Por cierto, en las tres legislaturas anteriores, dos veces fue favorecido el propio Pedro Sánchez. Por tanto, esto es una fake más, una falsedad más un intento de confundir a los españoles. La decisión la tomó Francina Armengol y nosotros no vamos a entrar porque las otras razones por las cuales nos justificó que fuera el 26 y 27 que fueron a finales de septiembre por el juramento de la princesa Leonor, el 31 de octubre. Y el hecho de que en el caso de que hubiera una eventual repetición electoral, la jornada electoral no coincidiera con las fechas navideñas. Nosotros respetamos esa decisión, pero lo que no podemos permitir es que se miente a los españoles por parte de la ministra portavoz de la mentira del Gobierno, diciendo que esa responsabilidad de esa fecha es de Feijóo, porque eso es falso.

«Lucharemos en todos los frentes para defender el principio de Igualdad»

P.- ¿Qué esperan del acto que han convocado para este domingo 24, para mostrar el rechazo del PP a la amnistía?

R.- Dijimos que íbamos a cumplir con nuestra responsabilidad y que lucharemos en todos los frentes para defender el principio de igualdad y esa España constitucional. Vamos a defenderla hasta las últimas consecuencias, incluso a costa de no conseguir el Gobierno, porque somos un partido con principios y no vamos a dar ningún privilegio a nadie ni vamos a romper ese principio de igualdad a cambio de votos para ninguna investidura. Y queremos decir que no vamos a permanecer callados ni de brazos cruzados ante lo que está ocurriendo.

P.- ¿Qué opinión le merece el último barómetro electoral del CIS, que sitúa al PSOE por delante del PP?

R.- ¿Alguien se extraña que Tezanos haga eso que lleva haciendo durante el último año y medio? Y si por algo se caracterizan las encuestas del CIS es por su falta de credibilidad. Ha fallado en todo, absolutamente todo. Y me remito a cualquier hemeroteca para saber que todos esos barómetros en las elecciones autonómicas de Madrid, en las elecciones municipales y en las elecciones generales, también daban ganador al PSOE cuando ganó el PP. No nos engañemos. No solamente no tiene ninguna credibilidad, sino que se produce un sesgo de manera reiterada en la muestra por parte del CIS. El CIS no puede ser un instrumento de propaganda al servicio del Gobierno.

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