El Gobierno traslada a la desesperada a 1.200 inmigrantes de Canarias a la Península
Migraciones improvisa la contratación de vuelos para sacar a cientos de inmigrantes del archipiélago
Dos cayucos llegando a la isla de El Hierro. | EP
La oleada masiva de inmigrantes a Canarias ha desbordado las previsiones del Gobierno. El ritmo actual de llegadas —10.500 personas han arribado a las costas, a bordo de embarcaciones precarias, desde que comenzó el mes de octubre— ha llevado al límite los recursos de acogida del archipiélago tras días de máxima presión, en los que han llegado hasta 1.700 inmigrantes a través de la ruta canaria. Un escenario que ha llevado a la Secretaría de Estado de Migraciones a declarar la situación de emergencia y tomar medidas de urgencia. Los flujos migratorios ya superan a los de la última crisis de 2020, cuando el Ejecutivo instaló a decenas de personas en hoteles de las islas.
El departamento dirigido por José Luis Escrivá ha comenzado a fletar vuelos con aerolíneas privadas para trasladar a cientos de inmigrantes desde Canarias a la Península, a través de su programa de atención humanitaria, un sistema de acogida integral que cubre sus necesidades básicas. Estas personas, en su mayoría procedentes de Senegal, están siendo alojadas en hoteles y albergues por todo el territorio nacional. Algunas fuentes, por el contrario, critican que la gestión de Migraciones con los vuelos, pese a que está contemplada dentro de su plan, se llevo a cabo en algunos casos «a la desesperada» pese a las previsiones que maneja desde hace meses el Gobierno.
Estas mismas fuentes se refieren al fin de semana pasado, cuando, ante el repunte de llegadas en el archipiélago, el Ministerio «improvisó con horas» la contratación de un avión comercial para trasladar a cientos de inmigrantes sin conocer siquiera el destino de los mismos en la Península. «No había plan de ningún tipo. El descontrol es total, la crisis les ha explotado en la cara», denuncian las fuentes.
Almería, Huesca y Mérida
En la última semana, el Gobierno ha trasladado a medio millar de inmigrantes a hoteles de Toyo (Almería) y Torrox (Málaga), 200 a dos localidades de Huesca y otros 140 a Malpartida (Cáceres). La llegada de estas personas ha causado malestar en los ayuntamientos y gobiernos autonómicos, que critican al Ejecutivo por su «deslealtad» al enviar a los inmigrantes sin aviso y sin coordinar su asistencia. «No sabemos ni cuánto tiempo van a permanecer, ni su recorrido posterior, ni qué debemos hacer para atenderlos», denunció la consejera de Bienestar Social de Aragón, Carmen Marín Susín.
Del mismo modo, los primeros ediles de los municipios de Andalucía y Extremadura han mostrado su malestar por «la desinformación y descoordinación» del Gobierno con la derivación de los inmigrantes y consideran «desproporcionada la cifra» al no tener medios «en una localidad de pocos habitantes» para darles cobertura.
Desde la Secretaría de Estado de Migraciones evitan dar información sobre próximos vuelos en los que se traslade a más personas desde el archipiélago canario. En cualquier caso, el Gobierno está buscando con urgencia terrenos militares para acoger a miles de inmigrantes de Canarias. Fuentes policiales aseguran que en la última semana se ha trasladado desde allí «a más de 1.200 personas», la mayoría en vuelos nocturnos. «La previsión es que alrededor de 6.000 se iban a quedar en el archipiélago, después de que los flujos se han ido derivando a otras islas. El problema es que ahora están llegando más de los trasladan en avión», aseguran.
Sobre el número que se ha desviado a la Península, fuentes del área de Escrivá no dan datos concretos porque, explican, «en los centros de atención humanitaria también hay otras personas que precisan esa atención». «No solo están los que llegan de Canarias, también los que llegan a las costas de Andalucía, a Ceuta o Melilla». «Es imposible tener una foto fija», aseguran. La estancia de estas personas es otra incógnita. Depende, aseguran desde Migraciones, de la situación de vulnerabilidad y de la «red de acogida que tengan esas personas: familiares, contactos, amigos…».
En aparcamientos
En Canarias, la congestión migratoria ha llevado a la Policía Nacional a improvisar soluciones y alojar a los inmigrantes en el aparcamiento de la Comisaría Sur de Tenerife, tanto a los que llegan a esta última como a los que arriban a El Hierro y después son desplazados en ferri, tal como dictó Interior, a otras islas del archipiélago. Desde hace al menos cinco días, cientos de personas duermen sobre el asfalto de las dependencias policiales porque todos los centros de atención temporal a extranjeros están llenos en las islas. Idéntico escenario se vivió también en otra comisaría de Lanzarote, donde otros 200 inmigrantes tuvieron que pernoctar.
En Tenerife, en cualquier caso, se contemplaban estas soluciones desde el comienzo de la crisis migratoria. Los agentes, indican las mismas fuentes, recibieron orden de sacar todos los coches del aparcamiento hace más de un mes. Los sindicatos policiales han expresado su preocupación a los responsables de la comisaría, por las condiciones de insalubridad que esta provocando la situación de hacinamiento de inmigrantes, alojados en el aparcamiento. Desde las organizaciones sindicales, no obstante, insisten en que los efectivos enviados por el Ministerio no son suficientes y precisan de más medios para hacer frente a otros problemas derivados como la proliferación de patologías contagiosas.
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado este lunes un «brote de enfermedades infectocontagiosas» entre los inmigrantes que han arribado a las costas canarias. Al parecer, algunas personas han tenido que ser hospitalizadas, tras llegar a las islas, por tuberculosis. «Los agentes no cuentan con los medios suficientes, no hay epis, y no se está siguiendo el protocolo de aislamiento adecuado», denuncian desde el SUP, que estudia distintas acciones legales por esta situación.
