Fuga de agentes en el aeropuerto de El Prat por un conflicto entre guardias civiles con un mando

El conflicto interno que existe en una de las compañías del aeropuerto de Josep Tarradellas Barcelona-El Prat de la Guardia Civil ha desencadenado en los últimos meses un aluvión de bajas en este servicio encargado del resguardo fiscal y la seguridad aeroportuaria. Este destino, «uno de los pocos atractivos que quedan en Cataluña» para los agentes, se ha convertido en todo lo contrario, según denuncian fuentes del Instituto Armado a THE OBJECTIVE, por el descontento que existe con la gestión de su responsable, un recién ascendido capitán de la Benemérita que llegó a este puesto hace dos años. 

Fuentes de este servicio revelan que antes de la llegada del mando el aeropuerto de El Prat era uno de los destinos más cotizados por sus buenas condiciones. Un turno «10-7» que permite a los guardias civiles trabajar diez días seguidos y librar una semana. Una flexibilidad por la que agentes de otras comunidades autónomas como Andalucía y Canarias elegían Barcelona como primer puesto de trabajo «para poder volver a casa con sus familias». Ahora, sin embargo, se multiplican las bajas médicas en la compañía a la par que muchos agentes han decidido irse a otras unidades del aeródromo o directamente marchase de Cataluña. 

Una fuga de agentes propiciada por los cambios que ha instaurado el responsable del Instituto Armado. Pese a que mantiene el citado turno, al parecer el capitán está intentando dinamitarlo «con cambios sorpresivos en los que saca de la ‘rueda’ a agentes sin previo aviso», lo que dificulta su conciliación previamente pactada. «Lo hace todo a su antojo. Antes había nueve grupos de trabajo, ahora hay 18 formados por tres personas, algo inasumible. Todo esto ha provocado quejas generalizadas», denuncian.

El trato a los subordinados

Otras de las cuestiones que ha hecho imposible la permanencia de muchos agentes en la compañía del aeropuerto de Barcelona ha sido «la forma en que el mando dirige a sus subordinados». Según denuncian fuentes de la Guardia Civil, «no sabe trabajar con más agentes ni tratar con ellos». «Se piensa que si no está él, el aeropuerto no funciona. Se limita a ordenar y mandar porque es el capitán sin tener en cuenta nada más», critican varios agentes. 

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), organización decana de la Benemérita, denunció esta situación hace un año en una reunión con distintos responsables de la Comandancia de la Guardia Civil en Barcelona. Fuentes sindicales señalan que desde la cúpula policial se ha intentado mediar en el conflicto, pero por ahora «la situación sigue igual». «No entendemos cómo en otras compañías del aeropuerto todo funciona perfectamente con los turnos que había, y en la que dirige este responsable nadie quiere trabajar», censuran desde la AUGC. 

Denuncia

En la misma línea, otras fuentes, cercanas a mandos de la Guardia Civil en Cataluña consultadas por este periódico, revelan que el polémico capitán «no tiene mucha mano izquierda», por lo que las formas que utiliza «suelen ser más rudas de las que normalmente se emplean, tratando de ser empático y comprensivo con los subordinados». «La forma de mando está cambiando y hay que tender a no ser tan tajante», señalan. 

Por este motivo, indican estas fuentes, otros responsables del Instituto Armado se han puesto en contacto con el capitán «para hacerle entender que debe tratar de otro modo a los agentes». «Si esto no cambia, es fácil que más pronto o más tarde termine en alguna denuncia», advierten estas fuentes. 

Desde la AUGC insisten en que han sido numerosos agentes los que se han trasladado a otros puntos de España por el malestar en el aeropuerto. Del mismo modo, las solicitudes para pedir ahora destino allí son prácticamente inexistentes, según revela la última resolución de vacantes. «No podemos permitirnos esto aquí, cuando el déficit de guardias civiles es cada vez más grande en Cataluña», sentencian.