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Interior abre un proceso para cubrir la plaza del mando imputado del 'caso Koldo' en Venezuela

La Secretaría de Estado de Seguridad designará a otro mando tras suspender de funciones al comandante Rubén Villalba

Interior abre un proceso para cubrir la plaza del mando imputado del ‘caso Koldo’ en Venezuela

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. | EP

La Secretaría de Estado de Seguridad, dependiente del Ministerio del Interior, convocará otro proceso de selección para cubrir la plaza vacante en la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Venezuela tras la imputación en el caso Koldo del comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba, que ocupaba el citado puesto hasta el pasado cuatro de marzo, cuando fue detenido por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Tras pasar a disposición judicial y tomarle declaración en una pieza separada, el juez, que le investiga por cohecho y organización criminal, acordó su puesta en libertad con la prohibición de salir del país y la retirada del pasaporte. 

El comandante, de este modo, ya no podía regresar a su puesto en la delegación diplomática en Caracas, que debía ocupar durante los próximos cinco años. Aunque la Dirección General de la Guardia Civil zanjó la cuestión al día siguiente, suspendiendo cautelarmente de funciones a Rubén Villalba tras abrirle un expediente disciplinario, siguiendo la normativa interna del Cuerpo en este tipo de casos, informó Europa Press.  Ahora, según confirman a THE OBJECTIVE fuentes del Instituto Armado y de Interior, se seguirá «el proceso natural de selección» para designar a otro mando en el puesto, bien de la Policía Nacional o de Guardia Civil. 

Fue destinado en noviembre a Venezuela

El nombramiento de otro mando tras la salida del anterior sin cumplir el tiempo de mandato estipulado depende principalmente del tipo de puesto, según se ha dado en casos similares años atrás. «Ha habido situaciones en que se ha tardado un año en enviar a un sustituto, todo obedece a si en esa Consejería de Interior —en la que se integra la Agregaduría en la embajada— hay otro funcionario de Policía o Guardia Civil. En este caso, por ejemplo, al no haberlo, se ha decidido abrir un proceso», explican fuentes cercanas a mandos de la Benemérita.

Villalba fue destinado en comisión de servicios por el Ministerio del Interior a la Embajada de España en Venezuela en noviembre de 2023, pero no tomó posesión del puesto de agregado hasta principios de febrero, un mes antes de ser detenido, tras la salida de su sucesor, el teniente coronel Santiago Ramón Alonso Pradillo, indican a este periódico fuentes del Instituto Armado. El citado cargo es de libre designación, es decir, lo otorga la Secretaría de Estado de Seguridad en función de la idoneidad y confianza del aspirante. Además, es uno de los más codiciados por su alta remuneración, unos 15.000 euros mensuales. 

Chivatazos

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sospecha que el mando investigado, además de lucrarse con las mordidas de los contratos, fue uno de los que pudo informar a los implicados en la trama de las mascarillas de que había una investigación en curso contra los mismos. Uno de ellos, Koldo García, el hombre de confianza del exministro José Luis Ábalos, conocía al comandante Rubén Villalba desde hacía años. La relación entre ambos se fraguó cuando García, entonces en los servicios antiterroristas, trabajó como confidente del Instituto Armado en el País Vasco y en Navarra, en la última época de ETA. 

El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, encargado de la investigación, sin embargo, no le imputa ningún delito por revelación de secretos. Sí lo hace en cambio con Rogelio Pujalte, el empresario, dueño del Depósito Judicial de Murcia, también se habría beneficiado de las comisiones de los contratos de mascarillas recibiendo una transferencia de 100.000 euros procedente de la empresa de otro de los imputados. Según el último atestado de la UCO, incorporado a la causa, él es al menos uno de los responsables del chivatazo. 

«Koldo ha sido advertido sobre la existencia de investigación autorizadas judicialmente sobre su personas. Esta información ha sido recibida a través de Pujalte», refleja el documento judicial. Según se ha podido acreditar en distintos informes policiales del denominado caso Koldo, varios de los implicados sabían que había una investigación en curso desde al menos tres meses antes de su detención, poco antes de que Villalba fuese destinado en el Embajada de Venezuela. 

Conversación con Cueto y Pujalte

 El juez que investiga las presuntas mordidas llegó a esa conclusión tras analizar una conversación telefónica que tuvo lugar el 28 de noviembre y en la que participaron Koldo García, antiguo asesor del exministro José Luis Ábalos, y el empresario Juan Carlos Cueto, al que la Fiscalía apunta como el cerebro de la trama. La Guardia Civil intervino sus teléfonos móviles y los de otros imputados, que llegaron a hablar en clave para disuadir a los investigadores.

Por otro lado, el propio Koldo recibió el pasado 3 de febrero una advertencia de otro de los implicados en la trama, Rogelio Pujalte. El empresario avisó al antiguo asesor de Ábalos de que no utilizase la aplicación de mensajería instantánea Telegram y este le respondió diciendo que nunca lo había hecho y «que no se preocupe, lo sé todo», otro indicio que levantó las sospechas del juez instructor.

En esa misma conversación, Koldo sostenía que esa situación —se entiende, la investigación— es «por culpa del perro», en referencia al empresario Víctor de Aldama, otro investigado al que la UCO coloca en la cúspide de la trama.  Rogelio contesta al exasesor de Ábalos comentándole que «yo cuando me dicen por de ti pues po lo primero que hago es ponerme en contacto», lo que parece indicar a su interlocutor que está siendo objeto de investigación.

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