Federico Jiménez Losantos: «Ser de derechas es la única manera de ser decente en España»
El veterano comunicador turolense presenta su nuevo libro: ‘El camino hacia la dictadura de Sánchez’
Acaba de hacer seis horas de radio, llega sonriente, saluda y se sienta. Más de 100 minutos de entrevista le siguen desde que se enciende el micrófono. Aquí la primera parte de una conversación extensa con Federico Jiménez Losantos (Orihuela del Tremedal, Teruel, 1951), una de las voces más escuchadas de la radio española.
PREGUNTA.- ¿Qué es ser de derechas para Federico?
R.- Ya se ha convertido casi en una religión, como defender una fe en la que nadie cree. Está muy mal visto ser de derechas, yo creo que a los liberales nos han colocado en la derecha y antes estábamos en la izquierda. Pero cuando la izquierda es tan casposa, asquerosa, tan antiigualitaria, tan totalitaria como es ahora en España, que no es tampoco la izquierda de toda la vida, la que yo conocí cuando era chaval, la verdad es que ser de derechas es la única manera de ser decente que hay en España, porque nunca ha habido una izquierda tan indecente como ahora.
P.- ¿Ahora lo rebelde es ser de derechas?
R.- Ser liberal, porque de derechas puedes ser conservador, que tienes muchos puntos en contacto si quieres conservar el statu quo socialdemócrata. Si eres liberal, entonces es una cosa distinta. Son dos familias que siempre han sido distintas. Para la izquierda todo es lo mismo, pero no porque el conservador suele ser estatalista en España. El liberal, no, el liberal cree en la iniciativa privada. El conservador cree más en el Estado, la izquierda solo cree en el Estado, combaten la iniciativa privada.
Aquí el fenómeno internacional que lo explica mejor es el de Milei en Argentina, yo era el único aquí que creía que mi Milei podía ganar y además que debía ganar. Porque solo un loco puede creer que la Argentina tiene remedio. Y los argentinos lo votaron porque es un loco, eso sí, un loco, pero gran economista y con las ideas muy claras que saldrá con los pies por delante, aunque que si de él depende arregla la Argentina. Pero son casos extremos.
El otro día vi un discurso de Milei y él decía: «¿Qué defendemos los liberales? La vida, la libertad en la propiedad y la igualdad ante la ley». Esto de la igualdad ante la ley, es lo más complicado de explicar ahora, porque los libertarios universitarios me caen fatal, no tienen en cuenta algo que le está tocando hacer a Milei. Javier Milei tiene que acabar con el Estado corrupto y enorme del peronismo, y tiene que crear el Estado liberal. Tiene que rehacer un Estado liberal pequeño pero eficaz, que defienda esas tres cosas fundamentales y deje a la iniciativa privada todo lo que pueda hacer la iniciativa privada.
Pero esta cuestión de la igualdad ante la ley es al final lo más difícil en una sociedad moderna, porque está todo regulado, está todo legislado, hay 27 leyes en todas las direcciones. Entonces la ideología liberal básicamente es la que cree que el individuo cuantas menos trabas mejor, y que la ley está para proteger al individuo, no para perseguirlo. Una democracia es donde los medios persiguen al poder y una dictadura donde el poder persigue a los medios. En España ahora el poder persigue a los medios, luego estamos más en la dictadura que en la democracia.
«Una democracia es donde los medios persiguen al poder y una dictadura donde el poder persigue a los medios. En España ahora el poder persigue a los medios, luego estamos más en la dictadura que en la democracia»
P.- Federico Jiménez Losantos nos recibe después de su programa, seis horas de radio. Veo que la voz está bien, ¿la jubilación entra dentro de sus planes?
R.- No, yo la jubilación no sé a quién se le ocurrió. Entiendo la jubilación cuando alguien está enfermo. Últimamente me lo preguntan mucho, deben ser las ganas que tienen algunos, o que me ven como un personaje raro. Ya de todos los grandes de la radio y la televisión solo queda Carlos Herrera, que está en Sevilla, y yo. Todos los demás han ido cayendo.
El otro día veía la boda de los Príncipes de Asturias, ahora reyes. Y estamos Luis del Olmo y su mujer, Iñaki Gabilondo y su mujer, Carlos Herrera y Mariló, entonces su mujer, mi mujer y yo. Y claro, pues de aquello ya va quedando muy poquito de los periodistas invitados, que somos muy pocos, prácticamente nadie.
Los más mayores de los mayores que quedan son Raúl del Pozo y Alfonso Ussía, el siguiente ya soy yo. Pero la verdad, como dice el clásico, si te dan limones, haz limonada. Yo nunca pensé, y si no llega a morir Antonio [Herrero] jamás hubiera dirigido un programa de radio, pero la cosa vino así cuando él murió y bueno, pues lo llevo con deportividad.
P.- ¿Y se lo sigue pasando bien delante del micrófono?
R– Es que si no, no lo haría. No necesito grandes cosas para vivir, tengo una vida bastante tranquila, de clase media, pero no, no tengo queridas, yates, coches, nada. O sea, nada.
P.- ¿Cuál es su mayor lujo?
R.- Estar con mis nietos es un lujo.
P.- ¿Cómo es el Federico abuelo?
R.- Como todos los abuelos, gilipollas. Tengo dos nietas guapísimas de cinco y de dos y medio casi tres que es la hija de David, los otros son de mi hijo Jorge, que es el pequeño, pero los tuvo primero. Un niño de Jorge de año y medio, y ahora va a nacer el segundo que es niño también de David. Entonces me dedico a comprar juguetes fuertes, indios, vaqueros, para cuando los niños sean mayores, que vayan al pueblo a jugar con los juguetes del abuelito.
P.- Me pasa escuchándole, Federico, que a veces tengo la sensación de que se lo pasa mejor con la crónica rosa que con la tertulia política.
R.- Claro, entre el pájaro chogüi denunciando a las hermanas Campos y la ETA ganando las elecciones en el País Vasco, pues calcula.
P.- Pero está muy puesto en la crónica rosa, ¿de dónde viene esa afición?
R.- Desde niño, a mí me ha gustado siempre leer muchísimo y entonces yo veía en mi casa de mi pueblo, ahí en Orihuela del Tremedal, donde dicen que Cristo perdió el gorro y no se le ocurrió recogerlo, hace un frío horrible. Mi madre era maestra y teníamos los libros de la escuela, pero en casa no había una biblioteca, eran los tebeos, y las revistas de mi madre. Mi madre compraba el Ama donde había patrones, los cosía para hacernos lo que hacían entonces muchas mujeres en España en los años 50, y algunas tenían además colores.
Allí se recibía el Lucha de Teruel, el Arriba y el Siete fechas que tenía a veces un color rojo raro que manchaba mucho. Y entonces las revistas en Ama, en Garbo o en el Hola tenían colores. Aparecía el baile de la Rosa en Mónaco, tú veías a Grace Kelly en colores, aquello me parecía una cosa extraordinaria. Y el Garbo tenía muchísimas historias como, por ejemplo, la verdadera vida de Sissi, entonces eran todo novelas. A mí lo que me gustaba era leer y leer historias, cuanto más largas, mejor. Yo me aficioné entonces a las revistas y siempre me han gustado y lo he seguido. Luego en cuanto llego a el Diario 16, me abduce Pedro J., cuando yo estaba de profesor adjunto en la cátedra de Literatura de Lope de Vega, el último instituto femenino de Madrid.
Llegó al periódico, hacía antes una cosa que era de televisión, y me preguntó, «¿por qué no haces eso de las revistas?». Entonces empecé a hacer una cosa que era revista de revistas y al principio metía las revistas de Occidente y cosas así. Por supuesto, la gente quería saber lo que había en las revistas y en la época de Felipe González, como era tan abrumador el poder político, la gente quería un escape y aquello tuvo mucho éxito.
Entonces un día me llama Alaska para su programa, estaba haciendo un programa de tarde en televisión que quedó muy bien para hablar de la crónica de las revistas y de la crónica rosa. Y cuando yo empiezo a hacer el programa de radio, llamo a Alaska para que esté en la crónica rosa y llevamos 25 años haciendo la crónica rosa prácticamente con los mismos que empecé yo en la COPE. A mí me gusta mucho y además el chisme tiene un efecto desintoxicador. O sea, la tragedia que vivimos y que más vamos a vivir en España tiene esa necesidad de soltar.
P.- Una vía de escape.
R.- Y además, una vida paralela, un pecado venial. Entonces, el chisme que no es maligno, o sea que no pasan a ser calumnias, es muy entretenido. Porque tú coges ahora la Feria de Abril. ¿Quién va bien, quién va mal? Pero a quién se le ocurre con esas arrobas ponerse esa cosa, tal y cual. Pues mira, esta será muy guapa, pero es un palo de escoba. Este tipo de cosas no hace daño a nadie, te relaja y te vas a la cena mejor.
P.- ¿Echa de menos Sálvame?
R.- No, no. Sálvame se había convertido en un producto tóxico horrible. Sálvame es como Sánchez, es decir, es todo vale para sacar mi provecho. Sálvame fue la negación del Código Penal. Antes había habido otros programas, el Tomate, ¿Dónde estás corazón?, Tómbola, que tenían algo de escandaloso, pero estaba dentro de un límite que era el de la ley. Cuando tú ya contratas a un policía corrupto para que mediante un fotógrafo corrupto te dé las fichas psiquiátricas, médicas o penales de alguien y lo cuentas en la tele, eso ya es simplemente una empresa delictiva.
P.- Estando en ‘El purgatorio’, aunque sea purgatorio en la casa de Federico, siempre preguntamos por Dios, ¿cuál es su relación con Dios?
R.- Ahora ninguna, últimamente no me llama. Pero la mía es probablemente la última generación de una educación católica que está un poco en el ambiente y yo agradezco mucho esa educación. Y tengo mucho respeto, no tanto por la fe católica, que la tienes o no, pero la cultura católica popular, la que yo he vivido en el pueblo, con mis padres, en los colegios, pero sobre todo en la infancia, que es lo que te marca.
Es una cultura en la que el bien y el mal no se justifican por una fe, sino por las buenas obras, qué es lo que distingue al católico del protestante. A mí me educaron mis padres para hacer el bien, tenía la obligación de ser bueno, salir adelante, conseguir lo que mis padres por la guerra no habían podido conseguir y ayudar a los que lo necesitaban. Por eso acabé comunista, me duró poco, porque la idea de que uno en la vida está con una misión, con unas obligaciones morales, a mí eso me parece fundamental para no convertirse en un monigote que va a merced de las modas y de cualquier cosa.
Y yo creo que eso, la parte de la fe, la religión católica, te daba una base moral que era fundamental, porque no solamente es la que tenías tú, es la que tenía que tener la sociedad. Eso se ha perdido en España, como se ha perdido la religión. La primera que lo perdió fue la Iglesia Católica. Pero yo estoy muy agradecido a esa educación católica. La fe me duró hasta que se murió mi padre, eso es muy de psicoanálisis. Se muere mi padre, yo perdí la fe, pero yo he estudiado más, no tanto el dogma, sino toda la filosofía, la economía de la escuela de Salamanca, el neotomismo. Todo eso lo he estudiado más después sin fe que no antes.
P.- Ya que hablamos de Dios, es que hace unos meses se hizo viral una cosa, y es que era el día de San Sebastián y entonces Losantos dijo: «Y un saludo a los gais que nos escuchan con permiso de los ultraevangélicos. Hay gais en el mundo, los hizo Dios».
R.- Es verdad. Yo cuando estuve en Barcelona, viví el nacimiento del movimiento gay y además he vivido, yo era muy amigo de Alberto Cardin, hicimos libros, revistas, fui amigo de Ocaña, al famoso pintor que era sobre todo un personaje. Nos veíamos todos los días y he visto que en el mundo gay de Barcelona lo que llegaba era mucha gente de provincias, sobre todo de pueblos que lo habían vivido. Habían vivido la marginación, la burla, entonces, por primera vez, aquello se convertía en un ámbito de libertad y era la tal o la cual. Ocaña nunca fue Ocaña, fue la Ocaña.
O sea, la libertad la traíamos nosotros a Barcelona, y esos años, los años de la transición a la democracia, la muerte de Franco y hasta que llegó Pujol, los años de Tarradellas fueron unos años absolutamente extraordinarios, donde se desarrolla, pues todo lo que luego ha sido el movimiento gay cuando era gay, o sea, lo que hay ahora, esto LGTB, es una cosa absolutamente anti gay y absolutamente antifeminista.
Es anti gay porque no lo admiten. Bueno, la prueba es que la ciudad donde más operaciones de cambio de sexo hay es Teherán porque estos no admiten que uno sea gay, que le guste un hombre, piensan que si le gusta un hombre tiene que ser mujer.
Entonces este es un movimiento que lo mezcla todo. El movimiento gay tenía una serie de reivindicaciones, el movimiento feminista tenía una serie de reivindicaciones y lo que han creado es que el sexo es una cosa opinable, ¿cómo que opinable?, que depende de cómo te sientas, ¿cómo? O sea, la biología existe, cuando tienes hambre comes, pues en el sexo es exactamente lo mismo. Uno tiene tendencias.
Luego hay personas, un pequeñísimo grupo, pero que siempre ha existido y padecen la disforia de género. Lo de nacer en el cuerpo equivocado. Eso tenía un tratamiento, un tratamiento con endocrinos, con psicólogos, psiquiatras, eventualmente, pero ya de gente mayor, con cirujanos que tiene una vida corta, además una vida muy difícil y que tiene que tener un tratamiento médico.
Y de pronto ahora te dicen que con 14 años un niño que se siente niña o una niña, que es más a menudo, que de pronto se siente niño porque le gusta una niña o porque la tratan mal, le hacen bullying. Eso es un disparate. Esas atrocidades, esos mutilamientos que estamos viendo y todo viene por que se ha perdido de vista lo que era el primer movimiento gay y el primer movimiento feminista. Yo he vivido la transición, la parte buena que fue el movimiento gay y feminista que empieza en Barcelona, aunque realmente se produce casi en toda España. Ahora estoy viviendo la caricatura siniestra.
P.- Que a mucha gente le sorprendió, pero si Federico siempre ha sido, como se dice, gay friendly.
R.- Totalmente. Y no solamente eso. Yo estudié tres años psicoanálisis en Barcelona y muchos eran gais, empezando por Cardin. Incluso hicimos un libro, lo perdí, pero era un libro que hicimos con varios psicoanalistas y varios gais, sobre la pornografía. Porque la pornografía es un misterio cultural. ¿Por qué una civilización considera pornográfica una cosa y en cambio, otras no?, ¿en qué momento se establece qué es la pornografía moderna? ¿Por qué ha tenido el auge industrial que ha tenido?
Hicimos ese libro y además la portada la hice yo. Eso fue una vez que viajamos a París y compramos libros eróticos, entonces perseguidos, en Pigalle. Allí llega un tío y nos dijo que vayamos a conocer a su hermana. Claro, lo que nos quería era llevar a su hermana, que era puta, que no sería su hermana o si, o yo qué sé. Y entonces yo nunca, nunca jamás, debo ser de los pocos escritores que no ha ido nunca de putas.
En el mundo gay he tenido grandes amigos, ahora veo que la mayoría de los que conozco están en contra del movimiento LGTBI. Pero es que la mayoría, yo estoy rodeado sobre todo de mujeres, hablan de las mujeres pestes. El movimiento este de la tonta de Irene Montero y compañía, claro ha ridiculizado de tal manera el feminismo histórico, ¿Pero cómo es posible que gente que no sabe leer ni escribir hable de feminismo si no sabe nada de la historia? El otro día vi que hablaban de Clara Campoamor, Clara Campoamor tuvo en contra al PSOE y a los comunistas para el voto femenino. Pero, ¿de qué van? O sea, es que es todo mentira. Se quieren inventar una historia que como tengas la desgracia de saberla, pues estas cabreado todo el día.
P.- Federico Jiménez Losantos tiene un nuevo libro, se llama El camino hacia la dictadura de Sánchez. ¿Lo del camino hacia la dictadura, aparte de por el espíritu optimista de la lucha, es por no poner la dictadura y que sea querellable?
R.- Es que es querellable. Tiene las dos razones. Lo primero del libro, es un ensayo de 50 páginas sobre la Ley de Amnistía y el conflicto que se ha producido, que va a hacer que estalle esto por los aires. Y luego los artículos largos que yo escribo, son ensayos de cinco folios cada domingo en Libertad Digital, una selección que explican cómo se ha empedrado el camino hacia la dictadura de Sánchez, que esto no es de una de un día ni de un mes.
Y cómo partidos como el PP o Ciudadanos han colaborado con Sánchez. Básicamente lo que yo he ido contando es cómo en España se está haciendo el modelo bolivariano de toma del poder. Es vaciar de sentido la Constitución, interpretarla con fiscales corruptos y jueces corruptos, o lo que es lo mismo, sectarios de su cuerda en el sentido contrario a lo que tenía.
Y ese es el modelo que hace Hugo Chávez en Venezuela, que imitan todos los demás y que tienen como asesores a los españoles de lo que luego fue Podemos, que era CEPS. Y eso me lo estudié y es asombroso porque es un modelo, es Carl Schmitt en las leyes del año 34 de Hitler. Cuando la voluntad crea ley, el poder crea ley. La ley tiene que estar por encima del poder. Si el poder crea ley, no hay ley, hay despotismo. Claro, era la legislación que necesitaba Hitler y por desgracia la calcan. Pablo Iglesias siempre ha dicho que él admira mucho a Carl Schmitt, los diez folios que ha leído de Schmitt, pero la sustancia la entiende, qué es exactamente esa. ¿Por qué tenemos derecho? Porque tenemos fuerza.
«Todo lo que le he dicho a Pedro Sánchez, se lo he dicho el doble y antes a Mariano Rajoy»
P.- Lo escribe en el prólogo. Lleva desde 1982 escribiendo casi a diario de política, aunque Lo que queda de España sale en 1979, con más de 40 años escribiendo sobre política, ¿estamos en el peor momento de la situación política de España?
R.- Sin ninguna duda, pero mucho peor que cualquier otro de los que hayamos vivido. Yo he visto la transición que nunca pensé que pudiera hacerse. No tenía televisión y me compré una para ver cómo enterraban a Franco, claro, los que éramos antifranquistas de verdad. Deberíamos cuatro y dos serían policías. El clima que había entonces era para que saliera adelante la transición, era el de nunca más la guerra civil dentro del partido, que es el área donde yo estaba, me movía. Por supuesto, la política de la reconciliación nacional, aquí a nadie se la van a pedir cuentas por el pasado, tenemos que ir a un futuro común.
En la práctica, yo que vengo de una familia que la mitad es republicana, la de mi madre y la de mi padre nacional, pues digamos, eso se produce de manera biológica. Y a mí no me van a hacer renegar de un abuelo por otro, de ninguna manera. Pero es que además, yo no pensé que fuera posible pasar de una dictadura a una democracia. No lo creía, sinceramente. Y cuando veo que el Parlamento, las Cortes de Franco votan, sacan a referéndum la ley de reforma política para ir a la democracia.
Eso es un milagro, porque eso significaba que nadie podía ser violentado en su domicilio, que le quitaran lo suyo. El cambio lo tenían que hacer ellos, tenían que hacerlo los falangistas, el partido único de Franco, el Rey que era el heredero y Suárez con el único partido que había gente que era el partido del Partido Comunista. Pactan con Carrillo, pactan la Transición, aceptan la unidad nacional, la bandera y la monarquía. Y sale adelante sin un muerto, es que se dice pronto. Un cambio total, absolutamente pacífico. Cortes Constituyentes, al año siguiente la Constitución del 78, que la votó casi el 90% de los españoles, en Cataluña más. Y todo eso es un milagro.
Ahora estamos liquidando el régimen del del 78, que es la Transición, que es la democracia, que es la reconciliación entre españoles por un régimen guerracivilista que es el que ya proyecta Zapatero, pero sobre todo lleva a cabo Sánchez, cuyo propósito es un muro. Un muro, no para que no entremos, para que no salgan los que están en la izquierda.
Un muro que él eleva con los etarras, con los golpistas catalanes y con los racistas vascos. Bueno, pues menuda situación. Esto era impensable hace 20 años. Tengo la peor opinión de Felipe González, que es el que empieza el proceso, pero no se le hubiera ocurrido. El nivel a que hemos llegado, hace unos días ganó la ETA en la práctica de las elecciones en el País Vasco, esto es inimaginable. Y mi preocupación que es por lo que yo he sacado del libro, es que los dos cánceres que tiene España, que son el País Vasco y Cataluña, están perdidos para la causa de la libertad, no ya de España, de la libertad. Son dos dictaduras. Esos dos cánceres no arrastren a España, que no se carguen el régimen.
Que lo que quede de España conserve el régimen constitucional que sale de la transición, que se conserva, que ha dado prosperidad a muchas zonas. Infinitamente más de lo que lo tenía. Empezando por Madrid, por supuesto. Y que, naturalmente, la España que quede sea una España como es, con una monarquía parlamentaria constitucional y con división de poderes. Eso es muy difícil. Muy difícil, porque Sánchez ya se ha encargado de que el Constitucional sea prostitucional.
P.- Mencionaba en este prólogo justamente el libro que escribió en el 93, La dictadura silenciosa, donde analizaba el felipismo.
R.- Claro, pero el felipismo era un régimen despótico si se quiere, pero occidental. Pero es que Sánchez es el grupo de Puebla, es que es Podemos, es Sumar, es la ETA. Esta gente es el Este. O sea, es que Puigdemont es Putin, el problema es que España sale de Europa. España se integra en Europa como el 4.º país europeo. Somos la 4.ª economía del euro y es un país culturalmente extraordinario. Es el único que tiene, junto con Gran Bretaña, que ahora ya no está en Europa, pero siempre estará ahí, tiene un idioma universal que habla 600 millones de personas.
Resulta que en España se va a imponer la dictadura del euskera en el País Vasco y Navarra, que siempre han hablado español, que el 90% no ha hablado nunca más que español. Y les van a imponer a los niños que hablen una lengua que solo sirve para reconocerse entre la tribu. Porque más allá ya me dirás de qué te sirve el euskera pasando de Logroño o pasando de Francia.
Es una dictadura atroz y yo lo que temo es que eso, como pasa con los pinganillos en el Senado, arrastre de España a una especie de catarata de plebiscitos. «Pues vamos a poner a reformar la Constitución, ahora la monarquía, pues la unidad nacional». No señor, si se rompe que se rompa, pero no nos mata. O sea, hay que evitar ese cáncer. Y la supervivencia de Sánchez, por desgracia, pasa por cargarse el régimen constitucional con la ayuda de Pumpido.
«La izquierda se venga, pero la derecha te apuñala»
P.- Decía lo del felipismo para preguntarle cómo ve esa lucha interna, pero de cara al público, entre el PSOE de González, Guerra, Nicolás Redondo Terreros con este PSOE de Sánchez.
R.- Hay una continuidad, lo que pasa es que ha habido un salto. El salto es Zapatero, el gran salto es Zapatero. Zapatero es el que dice que hay que volver a la Guerra Civil, crea la Ley de Memoria Histórica. En 2004 no había hecho ninguna falta desde la transición, al revés, la memoria era la historia y recordar cosas que los españoles habíamos hecho bien juntos. Por ejemplo, la reconciliación nacional después de la guerra, en la posguerra, cosa que no todos los países han hecho. Y además con prosperidad, que es en buena parte lo que hace que la transición salga bien. Los españoles tienen muchas más cosas que conservar.
Pero Felipe es el primero que asalta el Poder Judicial en 1985, en su primera legislatura con la ley Orgánica del Poder Judicial. Felipe, en su última legislatura, es el que saca el dóberman y la Guerra Civil. Claro, en medio, sobre todo en la segunda legislatura, Felipe tiene una serie de ministros que son españoles y además realmente socialdemócratas, están con Occidente. Enrique Múgica, Maravall, Solana, Solchaga, Boyer, es gente de un nivel intelectual alto, más que Felipe, pero que su futuro era Europa. O sea, no pensaban que su futuro podría ser el cártel de Puebla.
El otro día vi una foto con el narco-presidente de Bolivia, que por cierto ha legalizado 700 iraníes en Bolivia. El presidente de Bolivia, Luis Arce, un narco, con la hermana Delcy Rodríguez, y los hermanos del Grupo de Puebla. En mitad José Luis Rodríguez Zapatero. Nosotros no podemos ser la narco-Komintern. O sea, España es lo que ellos quieren. Y no, no es tan difícil que lo consigan. Que España sea el alfil comunista en Europa, la Europa del Sur. Y ahí Pekín, Moscú, Teherán.
Por supuesto, toda la basura bolivariana desde México, Venezuela, Colombia, va a hacer todo lo que pueda. Y por desgracia en España no somos conscientes de eso. Hay una frase que todos han dicho, los primeros fueron los rusos, «esto aquí no puede pasar». Es que lo dijeron en China con la cultura milenaria china, lo dijeron en Cuba, a 100 millas de Estados Unidos, «esto aquí no puede pasar». Lo dijeron en Venezuela, el que era el país más rico de América con el petróleo, como lo dijeron en Corea del Norte. Lo dijeron en todas partes donde ha triunfado el comunismo, claro que pueden pasar. ¿Qué se ha visto en el País Vasco? Pues que la gente se ha puesto del lado del verdugo y no de las víctimas, el problema es cómo evitamos el contagio.
P.- Justamente sobre Zapatero, se han cumplido 20 años de su victoria en esas elecciones marcadas por la tragedia del 11-M, donde la primera entrevista que da como presidente es en la COPE y es a Federico Jiménez Losantos. Por utilizar un término zapateril, ¿tiene otro talante de Zapatero que lo diferencia de Pedro Sánchez?
R.- Zapatero se hacía perdonar sus proyectos. Es decir, tenía entonces sobre todo, ahora menos, porque ahora es muy rico. Ahora es millonario, no sé la fortuna que tendrá, pero después de Baltasar Garzón debe ser el más rico de España, muy por delante de Amancio Ortega. Lo que tenía era una manera educada de comportarse. En cambio, Sánchez no sabe comportarse más que a coces.
Y la gente que le rodea y que rodeaba a Zapatero era gente de un nivel. A mí me llamaba Barroso para vernos en La Moncloa y decir «bueno, es que esta cosa que ha hecho el grupo Risa de hablar con Evo Morales y hacerle hacer el ridículo. Es que te voy a poner una querella», y yo le decía, «no tienes cojones para ponerme una querella». Esto era en la Moncloa, pero es que con el primer Sánchez, cuando estaba Iván Redondo, él me llamaba a La Moncloa, cosa que jamás ha sucedido con el PP, ni con Rajoy ni siquiera con Aznar, con el que tenía una relación personal buena. A mí me ha tratado siempre mejor la izquierda por una razón, porque quieren saber lo que piensa el enemigo.
En cambio, la derecha siempre ha tenido una resistencia. «No, a mí que no me controlen, a mí que no me vigilen». Pues para eso están los medios, para vigilarte. La izquierda se venga, pero la derecha te apuñala. Y eso lo he vivido, me parece una cosa absurda, pero la experiencia me lo ha demostrado. Ahora ya no, porque estamos en un proceso revolucionario, pero he estado más seguro con la izquierda en el poder que con la derecha.
«Vox era un partido, ahora es una secta»
P.- También aparece el Pacto del Tinell del 2003, escribe: «Y esa satanización de la derecha, el PP, Ciudadanos, ahora Vox. En esas encarnaciones de un fascismo eterno». ¿El concepto de fascismo o de o de facha es el más prostituido de la historia de España?
R.- De los más estúpidos. Pero claro, yo me puedo permitir decir que el asalto a la tumba de Franco es una barbaridad y es una estupidez. Cosa que les dio igual al PP y Ciudadanos lo aplaudió. O sea, son imbéciles. Yo, como soy de los pocos supervivientes que he sido antifranquista de verdad pues es que me da la risa. A una familia, sea Franco, sea la Pasionaria, sea Carrillo, no le puedes quitar el muerto y sacarlo de la fosa y luego enterrarlo donde diga el gobierno. Eso lo certificó el tribunal al que llaman de contencioso o de lo tendencioso administrativo. Franco nunca quiso enterrarse en el Valle de los Caídos, él quería enterrarse en El Pardo con su mujer cuando muriera. Eso lo sabía todo el mundo.
Eso fue una operación inteligente que hicieron el Rey y Suárez para que la parte franquista, sobre todo el ejército, viera que se respetaba su capitán, a su general, y respaldara a Juan Carlos. Deja en paz a los muertos, si además, no iba nadie al Valle de los Caídos. Pero bueno, ¿qué es eso de asaltar la tumba de un señor y luego quitarle el cadáver a la familia? Llevarlo en el helicóptero a Mingorrubio, lástima que no se estrellará el helicóptero.
Pero gentuza, ni en las guerras carlistas se les ha quitado sus muertos a las familias, ni en la guerra civil. Esto es una barbarie moderna que la gente no le da importancia. Tiene mucha importancia porque cuando no respetas a los muertos es porque no hay civilización. Por no respetar a Franco que es un muerto, no de la Guerra civil, no respetar a los muertos de la Guerra civil es lo mismo que no respetar a las víctimas de la ETA. Qué es lo que estamos viviendo, desprecio absoluto al sacrificio de las víctimas. Se empieza por una cosa, se acaba en la otra.
P.- Por hablar en términos del libro, además empieza con ello el primero de los artículos fechado en octubre del 17, que trata sobre Rajoy, ¿Para Losantos, el verdadero felón es Rajoy y no Sánchez?
R.- Todo lo que le he dicho a Sánchez se lo he dicho el doble antes a Rajoy. Porque Rajoy tiene una mayoría absoluta para acabar con todas las maldades que había hecho Zapatero. Sobre todo dos, la Ley de Memoria Histórica y la de Violencia de Género, que eran el fin de la Constitución, suponía dos clases de españoles bien por sexo, género. Y luego bien por ideología. ¿Cómo que la ley de memoria? No debería haber ninguna ley de memoria. La memoria no tiene ninguna ley.
O sea, existe la historia, si te la sabes la estudias. Si no, pues pasas y miras un geranio, la memoria por ley eso es una cosa totalitaria y eso es de Zapatero. Y llega Mariano Rajoy, que había prometido quitar, por supuesto, la Ley de Memoria Histórica y la Ley de Violencia de Género, y conseguir la independencia judicial. Las dos primeras no las toca cobardemente. Los 15 años de Mariano al frente de la derecha han sido catastróficos.
Cuando está en el poder, pone de ministro de Justicia a Gallardón, que es un jeta, pero inteligente. Y entonces Gallardón, en el primer discurso que hace en la Comisión de Justicia, nada más llegar al poder, promete acabar con el obsceno espectáculo de unos políticos que nombran a unos jueces que pueden juzgar a esos políticos. Yo le tengo jurado odio eterno como Aníbal a los romanos, pero con razón. Y sin embargo, en ese momento apoyé a Gallardón.
Eso era exactamente lo que necesitaba España, una ley que esté por encima del poder político. Acabar con lo que empezó Felipe en el 85. Que los jueces elijan a los jueces, punto, no hay más. Lo dice la Constitución en lo que se refiere al Consejo del Poder Judicial, dice que 12 de los 20 vocales serán nombrados por los jueces, cuatro por el Congreso y cuatro por el Senado. Pues no, señor, no ha habido manera. ¿Qué hizo Mariano Rajoy después del brillante discurso de Gallardón? Nada.
Y Gallardón y en lugar de renunciar, va y sigue de ministro para hacer lo contrario de lo que había dicho en su primer discurso. Es una gran traición. Hay otro momento también siniestro, es que su ministro del Interior, Fernández Díaz, el siniestro politicastro catalán, muy amigo de Rajoy, que se ve que en algún pecado vio a Dios, y entonces va repartiendo ahora estampitas de Santa Teresita. Este tío recibe 3 horas a Zapatero para que le dé cuál es la hoja de ruta con la ETA. Es decir, ahí Mariano pacta con Zapatero que no nos maten. Y ese es el pacto de fondo.
Y suelta Bolinaga, el torturador de Ortega Lara, durante año y medio lo suelta. Diciendo que le quedaban unos días de vida. Estuvo dos años y medio inaugurando herriko tabernas y dándoles a los txikitos, fíjate lo que se iba a morir. Lo que no hizo Rajoy, incluyendo todo lo referente al golpe de Estado en Cataluña, pero que empieza por la Ley de Memoria Histórica, la Ley de Violencia de Género, la independencia judicial, que lo había prometido y había recibido 180 y tantos escaños para ello, eso es imperdonable.
Fue el gran momento de rectificar la equivocación. Y en lugar de eso, dio paso al régimen de Sánchez. Él deja que presenten la moción de censura, aunque sabe que la van a presentar y no convoca elecciones porque las va a ganar Albert Rivera. Y porque piensa el imbécil que en un año están de vuelta, porque estos no iban a poder gobernar, este es Mariano. Y la gente no se lo acaba de creer. Yo cuando veo que lo pasea el partido por ahí, por la romería de empanada en empanada. ¿Pero cómo no lo tiran a la ría? El tío más nefasto que ha habido en España, ni te cuento Soraya y demás adminículos del Marianismo.
P.- Si la cobardía es la principal característica de Rajoy, ¿cuál es la de Sánchez?
R.- La audacia. Como es un psicópata, él no tiene empatía con los demás seres humanos, tiene una habilidad para ver la debilidad del otro. El psicópata no es que sea más inteligente, es que ve los rasgos tontos del otro, ve los puntos débiles. Como él no se siente obligado por ningún calor humano entonces capta bien la debilidad del otro. Y luego, además, es tan profundamente ignorante que se mete en unos jardines monumentales.
Además, en el fondo, lo que le gusta es matar a los suyos. No matar a los de enfrente. España se la cargará si puede, pero la cuestión es liquidar a los suyos. En una mañana se carga a Iván Redondo, que era la Moncloa, a Carmen Calvo, que era el Congreso y el grupo parlamentario. Y cuando Ábalos, que le ha estado ayudando, se carga también a Ábalos, que había sido el verdugo con él. En la misma mañana se carga al partido, a la Presidencia y al Parlamento. Todo y lo disfruta, lo disfruta porque él es así.
P.- Aparte, después juega con ellos, los va rescatando en otros puestos.
R.- Eso es, a Carmen Calvo la manda al Consejo de Estado, pero le dice que está calentando el sitio a Pumpido. Porque tiene un poder sobre ellos de líder de secta. El PSOE no es un partido político, es la secta del gurú Sánchez.
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P.- En cuanto a las derechas. Vox cuanto más poder tiene en las instituciones parece que tienen menos eco sus acciones o sus propuestas. ¿Es un partido cada vez más aislado en sí mismo?
R.- Es un partido que era un partido y se ha convertido en una secta. He conocido a Abascal cuando era un tío flaco, no era Tarzán, y entonces venía a las presentaciones de mi libro, siempre muy simpático, muy educado, y nada que ver con el Cid este que va con Babieca y todo eso. No, era muy distinto. Y todo el grupo de Denaes, con el que nace Vox, es un movimiento de rectificación de la traición de Rajoy a los valores de la derecha. Es decir, Vox nace como una rectificación por la derecha de la deriva, pancista, corrupta y además estúpida de Mariano Rajoy, igual que por la izquierda aparece Ciudadanos.
Porque Rajoy se echa en manos del separatismo. Hay un momento en el que aparece Soraya Sáenz de Santamaría con Oriol Junqueras y Oriol Junqueras, tenían tal confianza, que le da un masaje así en los hombros. La otra se licúa ante las manazas del bizco, ¿pero vamos a ver? Que este tío es un golpista.
En ese momento también resulta que quitan al jefe del PP de Cataluña en los debates, y ponen a Margallo porque salía por las noches de juerga en Bruselas por Junqueras. Y bueno, pues ya hagámoslo en un puticlub. Eso es Mariano. Entonces contra eso sale Vox. Y tiene un primer momento que es además un partido simpático. Es el partido de los agricultores, de los toros, de los cazadores.
Un partido de los que están en contra del rollo patatero de la LGTBIHIJK, etcétera, teniendo homosexuales como tenían la dirección. Y es un partido que económicamente es liberal, más liberal que el Partido Popular. La gente que está, Rubén Manso, Sánchez del Real, Iván Espinosa de los Monteros. No queda nadie. De todos aquellos del primer VOX solo queda Abascal. De todos los primeros queda Ortega Smith, que lo recuperó después de haberlo echado y que lo tiene ahí para que amenace al personal o le asuste.
Vox, como tal, como partido, ha desaparecido. VOX era un partido de derecha nacional española. Se ha convertido en uno más de esa internacional que lucha contra una supuesta internacional de Soros. Pero que básicamente tiene dos temas fundamentales: la lucha contra la inmigración ilegal, que en España no es un gran problema, en Alemania lo es, es gravísimo en Suecia, en Francia y el islamismo, que va unido también a la inmigración ilegal. Pero son problemas específicos de buena parte de Europa, no de España.
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P.- ¿Cuándo se rompió el amor con Abascal?
R.- Cuando saco el libro donde cuento la historia del Yunque, El retorno de la derecha. Tampoco pensé que se lo iba a tomar así, pero bueno, si se lo toma así es su problema. Entonces yo cuento la historia real de El Yunque, la sociedad secreta prohibida legalmente en España y que prospera en Vox a partir del apoyo que le da Julio Ariza en Intereconomía.
Por un artículo contra El Yunque, que es una sociedad secreta militar mexicana que capta a menores de edad contra los padres, una cosa horrorosa, yo sacó toda la historia de El Yunque. Incluyendo el juramento que se hace, que es tremendo, porque dice «tú no has elegido venir aquí, tú has sido elegido para el reinado de Cristo en la tierra». Entonces lo publico en el libro, le da como un telele y manda que no venga nadie más de Vox. Y no ha venido nadie más de Vox. Ha prohibido a los de Vox que vengan a esRadio a defender sus votos los candidatos. Pues peor para ti. Al mismo tiempo que ha hecho una depuración en el partido que no queda nadie, se ha quedado él con los jemeres azules estos que tiene, estos chicos que entre todos no juntan un bachillerato.
P.- ¿Pero ni le ha llamado?
R.- No. Hace poco hizo una aproximación Kiko Méndez Monasterio, que es el que manda realmente, con Luis Herrero. «Oye, deberíamos arreglarnos con Federico, con lo que hemos sido tal y cual, ¿qué tendríamos que hacer para mejorar la relación?». Y yo se lo digo a Luis: «Muy sencillo: que venga Abascal, que no empiece a traer concejales. Si es la reconciliación de verdad, que venga aquí a una entrevista y tan amigos». Amigos como siempre con un político, con distancia. No ha habido más palabra.
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