Indignación en la Guardia Civil por el mensaje del DAO a la UCO: «Desacredita al Cuerpo»
Las asociaciones exigen que se «actúe con firmeza» contra el ‘número dos’ tras «poner en duda el trabajo de los agentes»
El director operativo de la Guardia Civil, Manuel Llamas. | TO
Los mensajes del número dos de la Guardia Civil, el teniente general Manuel Llamas, al máximo responsable de la Unidad Central Operativa (UCO), el general Alfonso Malo, para interesarse por el contenido de dos memorias USB con «información sensible» sobre el presidente del Gobierno, en posesión de la citada unidad de élite, han generado una ola de indignación y malestar en el seno del instituto armado. Distintas fuentes policiales consultadas por THE OBJECTIVE critican la «maniobra política» del director operativo del cuerpo, que, subrayan, «supone un descrédito para la institución» y «pone en tela de juicio la absoluta profesionalidad y buen hacer de los agentes que trabajan en la UCO».
Los discos duros, que fueron intervenidos por la UCO en el registro de la casa de Koldo García, antiguo asesor de José Luis Ábalos, contendrían supuestamente conversaciones del exministro de Transportes con otros altos cargos del PSOE, Sánchez entre ellos, según reveló este periódico el sábado pasado. Moncloa teme que esos mensajes trasciendan y refuercen los indicios sobre la implicación del presidente del Gobierno en el rescate de Air Europa o la visita a España de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez en enero de 2020.
Ese mismo día, a las 10.26 horas, el DAO de la Guardia Civil escribió un whatsapp a un grupo en el que se encontraba el propio Ábalos. El mensaje enlazaba a una noticia publicada horas antes por este diario sobre las dos memorias USB. «Buenos días, Alfonso. Échale una ojeada a esto y luego hablamos», escribió el teniente general Manuel Llamas a López Malo, que ahora se desempeña en la Jefatura de la Policía Judicial de la Guardia Civil, de la que depende orgánicamente la UCO.
En un grupo de WhatsApp
Lo más grave fue que el número dos del instituto armado, posiblemente a causa de un error, envió ese texto junto al link de la noticia a un grupo de WhatsApp que cuenta con 44 participantes y que se creó tras la celebración de un curso sobre las Fuerzas Armadas que imparte cada año el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden). Llamas completó dicha formación junto a otros mandos del Ejército, periodistas y políticos de diferentes partidos. Entre ellos, Ábalos, que para entonces ya había sido cesado como titular del Ministerio de Transportes. Al cerciorarse del error, pasados cinco minutos, el DAO borró el mensaje sin dar ninguna explicación.
En relación con estos mensajes, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la organización decana del cuerpo, exigen que «se actúe con firmeza y sin dilación contra aquellos mandos que, teniendo conocimiento de actividades supuestamente ilícitas opten por mediar en investigaciones que están en curso con fines desconocidos». En este sentido, califican de «muy preocupante» que el director operativo de la Guardia Civil «intente recibir información de una investigación en curso antes de que esta llegue al juzgado competente».
«Este tipo de injerencias generan serias dudas dentro de la institución y en la sociedad sobre la imparcialidad, transparencia y responsabilidad que se presupone que tiene que tener quien ostenta la dirección adjunta operativa en la Guardia Civil», apuntalan desde la AUGC. Cabe destacar, además, que esta asociación profesional ha denunciado en los tribunales al exdirector de la Guardia Civil, Leonardo Marcos, que dimitió de su cargo hace un mes, por su posible vinculación con la trama Koldo.
Koldo y el ‘dos’ de la Guardia Civil
Le acusan de un presunto delito de infidelidad en la custodia de documentos y de la violación de secretos al haber supuestamente informado a uno de los cabecillas, Koldo García, de que la UCO estaba investigando la citada organización criminal. En su último informe, remitido a la Audiencia Nacional, los investigadores dieron cuenta de una conversación entre el asesor de Ábalos y el comandante de la Guardia Civil imputado, Rubén Villalba, en la que el segundo afirmaba que en distintas conversaciones Koldo le aseguró que fue Leonardo Marcos el que le dio el chivatazo de que estaba siendo objeto de una investigación judicial.
En otro dosier sobre el caso Koldo, entre tanto, esta unidad de élite también advirtió de una reunión entre Koldo García y Manuel Llamas el pasado 10 de enero, apenas 40 días antes de que fuese detenido en el marco de la operación Delorme. Eso era al menos lo que revelaba el hombre de confianza de Ábalos en una conversación, intervenida por la UCO, con José Luis Rodríguez García, el subteniente destinado en el complejo de Nuevos Ministerios que también se habría beneficiado de las comisiones por la adjudicación de los contratos. La Guardia Civil afirma que monitorizó sus movimientos ese día y que el encuentro nunca se produjo.
«Descrédito para la institución»
Para Independientes de la Guardia Civil (IGC), otra asociación representativa del instituto armado, la sucesión de noticias que han afectado tanto el exdirector del cuerpo como al actual director operativo «han supuesto una sorpresa para el colectivo» y «han elevado la crispación dentro de la Guardia Civil considerando que estos hechos —en referencia a los mensajes enviados por el DAO a la UCO—, de ser ciertos, supondrían un descrédito de la institución». Aun así, en declaraciones a este periódico, su portavoz, Daniel Fernández, asegura que la unidad de élite «determinará siempre de una manera objetiva y profesional los hechos investigados y de forma escrupulosa y ajustada al marco jurídico vigente, con total independencia, como así ha atesorado a lo largo de los años».
Ante las últimas informaciones, desde la IGC instan a que la recién nombrada directora general, Mercedes González, «vele de forma efectiva por el prestigio y el reconocimiento de la Institución, que se ha visto nublada en los últimos tiempos por diversos motivos ajenos a los cometidos policiales encomendados a la Guardia Civil». Similar es la denuncia que hace también la Asociación Profesional de Cabos de la Guardia Civil (APC). Fuentes de esta organización muestran su «malestar e indignación» y piden que «no se ponga en tela de juicio la absoluta profesionalidad y buen hacer de los agentes, y que no se arroje sombra alguna sobre la actuación del Benemérito Instituto».
«Le pedimos profesionalidad»
Para la Asociación PRO Guardia Civil, que representa a distintos agentes y numerosos mandos, reclaman mayor reconocimiento público de gobernantes y responsables políticos, especialmente a la directora del cuerpo y al ministro del Interior, sobre la gran labor que realizan los agentes de la Unidad Central Operativa y exigen al teniente coronel Manuel Llamas «más profesionalidad» y que cumpla «con nuestra principal divisa: el honor». «Debe velar por los intereses del cuerpo como institución, lejos de servilismos que nada tienen que ver con nuestro código de conducta».
