La NASA publica una imagen para mostrar su preocupación sobre el aceite de oliva
Una comparativa captada por el satélite Terra refleja los efectos de la sequía en tan solo un año en Andalucía
Comparativa de Andalucía entre el 10/05/22 y 10/07/23 | NASA Earth Observatory
La agencia espacial de la NASA ha puesto el foco en Andalucía, concretamente en el hostil escenario ante el que se enfrenta la producción del aceite de oliva en el sur de España.
Las imágenes exponen la diferencia entre dos fechas: 10 de mayo de 2022 y 11 de mayo de 2023. El visible contraste entre los dos mapas de la península ibérica hacen comprobar los estragos de la escasez de precipitaciones en las regiones. Mientras que en 2022 se puede notar la presencia del color verde, es el marrón el que toma el protagonismo en el año presente.
En escasas líneas, la NASA explica en su artículo el contexto que atraviesa España en referencia a las insuficientes lluvias: «Desde el inicio del año hidrológico, el 1 de octubre de 2022, España recibió un 28% menos de lluvia de lo esperado hasta mediados de mayo de 2023, según la Agencia Estatal de Metereología. La sequía secó embalses, resecó olivares y provocó restricciones de agua en todo el país».
El análisis de la NASA pone el acento sobre el impacto de este fenómeno en la producción de aceite de oliva en Andalucía. El informe reconoce a Andalucía como el mayor fabricante de aceite de oliva del mundo, observándose como una zona que desde el espacio resalta por la actual sequía.
La agencia estadounidense distingue a la provincia jiennense como la principal provincia productora de aceite de oliva: «En Jaén, las precipitaciones fueron igualmente escasas: de los 12,5 centímetros de lluvia previstos hasta mediados de mayo, solo cayeron dos centímetros (el 16% de lo normal). La región es conocida por su aceite de oliva virgen extra de la variedad Picual», recoge el documento.
Las cifras que recoge la NASA también incluyen a Córdoba. Según los datos, hasta el 19 de mayo, el aeropuerto de Córdoba solo habría recibido el 30% de las precipitaciones previstas, en comparativa con la media de 1981 a 2010.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Andalucía representa el 80% de la producción total de aceite de oliva en España. Concretamente, Jaén es responsable del 37% de esta fracción.
Además, el estudio incluye un mapa que distingue las diferentes anomalías en el mapa peninsular a partir del índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI). El NDVI es un método frecuentemente utilizado en los estudios agrícolas para examinar con precisión la cantidad, calidad y desarrollo de la biomasa.
Como expresan las imágenes, el plano indica una «salud» perjudicada en la región sur de la península. Aunque la zona norte manifiesta solo escasas anomalías, la NASA apunta a que este problema se extiende a los largo de Europa. Según un informe de los Servicios de Cambio Climático de Copernicus, la humedad del suelo de toda Europa en 2022 registró los niveles más bajos en los últimos 50 años.
El lujo del oro líquido
El precio del aceite de oliva sigue marcando cifras históricas. Cada vez son más las familias que no se pueden permitir llevar el producto a sus mesas. En la última semana se registró a diez euros el litro de aceite de oliva.
«Las previsiones no son positivas. Esto ya no es una cuestión solo de ayudas, sino de muchos factores. Y el clima es uno de ellos. No sé cuándo acabará este incremento de precios, pero no parece que llegue pronto», explica a THE OBJECTIVE un productor sevillano de aceite de oliva.
Mientras tanto, la Junta de Andalucía trata de reforzar su producto local. La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha asegurado recientemente que se va a incluir en el etiquetado del aceite de oliva virgen extra andaluz un código QR en el que aparezcan las propiedades biosaludables del producto.
El responsable de las imágenes
El satélite multinacional «Terra (EOS AM-1)» ha sido el encargado de captar estas notables diferencias temporales. El mecanismo fue lanzado el 18 de diciembre de 1999 desde Vandenberg Air Force Base (Estados Unidos).
«Terra» mantiene una trayectoria que pasa por ambos polos y su misión fundamental es la investigación científica. Los cinco sensores remotos con los que cuenta le sirven fundamentalmente para supervisar el estado de la Tierra y los cambios de la climatología. A través de «Earth Observatory», la NASA ofrece imágenes de sus satélites acompañadas de estudios científicos.
