La Audiencia Nacional revoca otros dos terceros grados del Gobierno vasco a etarras
Urkullu ya ha sido corregido en cinco ocasiones por los beneficios penitenciarios que otorga de forma irregular a los presos de la banda terrorista
El lehendakari, Iñigo Urkullu. | Iñaki Berasaluce (Europa Press)
El Gobierno vasco ha recibido un nuevo toque de atención por parte de la Audiencia Nacional tras la revocación de otros dos terceros grados concedidos por la Consejería de Justicia a presos de la banda terrorista ETA. Esta medida, que llega tras pedirlo la Fiscalía, se produce por la falta de arrepentimiento de los beneficiados, Aitor Esnaola (once años de prisión) y Mikel San Argimiro (condenado a 350 años de cárcel).
La Administración de Urkullu ya acumula cinco casos similares por presos de la banda liberados de forma irregular y sin atender a las condiciones mínimas exigibles por la Justicia, todo ello en menos de un año, el tiempo que ha pasado desde que el Gobierno de Pedro Sánchez concediera al Ejecutivo vasco las competencias sobre las prisiones de la comunidad.
Tal y como adelanta el diario ABC, la Fiscalía acumula 21 recursos relativos a los beneficios penitenciarios concedidos por la Administración autonómica a los presos de la banda terrorista, algunos de ellos con crímenes de sangre en sus espaldas. Por el momento, todos se están estudiando a la espera de una decisión definitiva de los magistrados, aunque por el momento las decisiones favorables a la Consejería de Justicia son tres, recurridas ante la sala de lo Penal.
Los etarras no se arrepienten
La decisiones del Gobierno de Urkullu han sido muy criticadas, en especial tras conocer que desde la propia Consejería que coordina los beneficios penitenciarios para los delincuentes que se encuentran en cárceles vascas explicara que las decisiones se han tomado siguiendo «criterios técnicos» y tras realizar «análisis exhaustivos».
Sin embargo, la Justicia no ha comprado esta versión al considerar que los beneficiados de la banda terrorista ni siquiera han cumplido con las condiciones mínimas para obtener estos avances penitenciarios al no apreciarse el arrepentimiento necesario para poder alcanzarlo. En sus escritos, la Audiencia Nacional ha esgrimido en más de una ocasión que no se ha dado en ninguno de los casos una «manifestación de perdón a las víctimas de su actividad delictiva» y tan solo se asumía «la responsabilidad delictiva de forma general y sin profundizar en los hechos».
