Dirigentes territoriales afines a Díaz se conjuran contra Montero: «Adelante, con o sin Podemos»
Una reunión discreta entre cuadros catalanes, valencianos, andaluces y gallegos fija permanecer firmes en el plan de alejarse de Podemos tras el caos del ‘sí es sí’
«Adelante, con o sin Podemos». Suena a grito de batalla, aunque es más bien una línea estratégica que se ha ido perfilando en las horas más duras del choque parlamentario sobre la modificación de la ley del solo sí es sí. Dirigentes territoriales afines a Yolanda Díaz han mantenido una reunión discreta en plena polémica parlamentaria para perfilar los próximos pasos a seguir de cara a las elecciones generales. Acudieron, según revelan fuentes cercanas a la ministra de Trabajo, cuadros y miembros de partidos valencianos, catalanes, madrileños, gallegos y hasta andaluces. Se han repetido los reproches hacia Irene Montero, a quien se le achaca dinamitar el gobierno de coalición. Sin embargo, en Podemos aseguran que la polémica refuerza a la ministra de Igualdad.
El pasado martes se escenificó en el Congreso un alejamiento de posiciones entre Montero y Díaz. El choque ha desvelado la premisa falsa del «deshielo», que hasta la fecha seguía sobrevolando algunas crónicas e interpretaciones sobre los últimos movimientos en Unidas Podemos. Pero lo ocurrido antes y después de la votación de la reforma del sí es sí demuestra que el apaciguamiento está lejos. Las dos dirigentes entraron y salieron de una sala contigua al hemiciclo con rostro compungido y serio. Detrás de ellos, Enrique Santiago, quien, según las fuentes consultadas, buscó alcanzar un «alto al fuego».
Desde el sector de Díaz, sostienen que la ministra de Trabajo nunca planteó romper el grupo parlamentario en la votación del martes, cuando Unidas Podemos rechazó modificar la ley del sí es sí. La versión del entorno de Podemos difiere parcialmente de esta lectura: afirman que Díaz y Santiago plantearon una abstención táctica en la votación, pero que se impuso Montero. Los afines a la política gallega no niegan ese extremo, aunque insisten en que la vicepresidenta nunca se planteó romper el grupo. «Yolanda no quiere ni puede permitirse romper la disciplina de voto porque tardarían dos minutos en llamarla traidora», zanjan.
«La vicepresidencia es intocable»
La idea de la «traición», no obstante, circula desde el pasado martes en las redes sociales y los canales de propaganda de Podemos. Los afines a Díaz lo están denunciando. Es la demostración de que, aunque existan dos lecturas diferentes sobre lo ocurrido en el Congreso, la desavenencia representa uno de los momentos de máxima fricción en lo que va de legislatura.
A raíz de ese choque, se ha celebrado un encuentro reservado entre representantes destacados afines a Díaz para marcar a fuego una estrategia de cara al próximo ciclo electoral. Y la conclusión de ello es la de seguir adelante con el planteamiento originario de Sumar, «con o sin Podemos». No significa, explican, que Díaz quiera prescindir de los morados. Pero sí dejar claro que, a partir de ahora, no quieren más salidas de tono o pulsos internos. De ser así, explican, Montero deberá afrontarlos en solitario. «Yolanda se lo ha comunicado», sostienen, porque «sabe que es intocable. Nadie de Podemos la puede echar de la vicepresidencia».
La ministra de Trabajo, que no acudió a la manifestación del 8-M por razones familiares (algo que se repite todos los años), estuvo en contacto directo con los presentes a dicha reunión, que tiene un claro sabor a «opa hostil» a Podemos, tal y como admiten las fuentes consultadas. El razonamiento que esgrimen es que los morados tendrán un mal resultado el próximo 28-M, y que a partir de entonces habrá una «fuga de cuadros». La terminología que emplean apuntan más bien a una huida de un «barco que se hunde», que anticipará una campaña de fichajes por parte de los inspiradores de Sumar.
Valencia, Cataluña y Galicia
Compromís en Valencia y los Comunes en Cataluña han ofrecido con firmeza su colaboración a la política gallega. La ministra de Trabajo ha activado a personas de su entorno en Galicia. Pero a la reunión discreta, donde se ha fijado seguir adelante «con o sin Podemos», se han sumado también andaluces y madrileños. Ese dato es llamativo, según las fuentes consultadas.
Por su parte, en Podemos creen que Díaz carece de cuadros y de estructuras. Y que Díaz es consciente de que no puede llenar ese vacío con lo que queda del errejonismo. Pero los afines a Díaz recuerdan que Unidas Podemos «es una coalición», es decir, que Izquierda Unida está ya cerca de Sumar y que Enrique Santiago, que bascula entre ambos sectores, se ha decantado por la gallega. «Enrique tiene todavía una buena relación con Pablo e Irene, pero no con Ione Belarra», sostienen. Belarra cesó en julio a Santiago de la secretaria de Estado de la Agenda 2030, que permitía al líder del PCE tener proyección internacional.
Según los partidarios de Díaz, en definitiva, la gallega se ha fortalecido tras la polémica del sí es sí. Creen que Montero ha querido escenificar adrede su soledad en el Congreso, porque le permite plantearse como «víctima» o «mártir» de los poderes fácticos, tal y como desveló THE OBJECTIVE. Pero sostienen que, en términos de comunicación política, su debilidad es incuestionable. «No es cuestión de palabras, es algo más primario. Una imagen y un titular de prensa. La gente se fija en esas cosas», reflexionan.
«PSOE y PP contra Podemos»
Esta lectura choca, sin embargo, con la que esgrime en el otro bando. La recuperación del marco de enfrentamiento del «PSOE y PP contra Podemos» sirve a Montero para relanzarse. Y aseguran que, tanto el pasado martes como de cara a las próximas negociaciones para las listas, se están imponiendo los morados. La clave es y sigue siendo el papel que desempeñará Montero en dichas listas. Ella quiere ser número dos por Madrid, y aseguran que eso está apalabrado con Díaz. Pero no todo confirma ese extremo. Y avisan desde el bando de Díaz que Pedro Sánchez y otros dirigentes socialistas están cansados del choque interno.
Algunos apuntan que los socialistas han llegado incluso a «echar de menos» a Pablo Iglesias. Sánchez lleva tiempo resistiendo a las presiones internas a su propio Consejo de Ministros para apartar a las ministras de Podemos. El frente crítico interno cuenta con ministerios de peso y hasta una vicepresidenta. Ese es exactamente uno de los mensajes que, según explican las fuentes consultadas, la ministra gallega ha trasladado a Montero en la noche del pasado martes, que con toda probabilidad pasará a la historia como una de las más tensas de toda la legislatura.