El mundo rural estudia ir a las generales si el Gobierno no rectifica sus leyes «radicales»
Unas 500 organizaciones crean la plataforma SOS Rural para poner en valor estos territorios y su actividad. El 14 de mayo acudirán a una manifestación en Madrid
Manifestación en defensa del mundo rural celebrada en Madrid en enero de 2022. | Ricardo Rubio (Europa Press)
El mundo rural se rebela. Más de 500 organizaciones han creado la plataforma SOS Rural para defender y promocionar a todos los actores y actividades económicas de estos territorios. Se sienten maltratados por las leyes «utópicas y radicales» del Gobierno, al que piden que rectifique. De no hacerlo barajan presentarse a las próximas elecciones generales, aunque por el momento su intención es influir en las decisiones políticas. Para ello han convocado una manifestación el 14 de mayo en Madrid, justo en el inicio de la campaña de las municipales y regionales del 28-M.
La plataforma acudirá con toda la artillería: carros de bueyes, tractores, perros de caza y ganado. Siguen la estela de Alma Rural, la asociación que en enero del año pasado congregó a miles de personas en la capital para denunciar la situación que sufre el 85% de la superficie, en la que viven 7,5 millones de españoles. Buscan reivindicarse ante el Gobierno porque hay «cinco millones de votos en juego».
Entre las entidades que integran la plataforma existen organizaciones del sector primario (agricultura y ganadería), de la caza, la pesca recreativa, cofradías de pescadores gastronómicas, alojamientos rurales y asociaciones de comercio menor. Todas ellas afean alguna cuestión al Gobierno y le piden que rectifique ciertas normas.
Incumplimientos del Gobierno
«Recibimos ataques de leyes radicales que hacen peligrar nuestro trabajo y nuestra forma de vida», asegura Carlos Bueno, portavoz de SOS Rural y secretario general de Alma Rural, una de las organizaciones matriz de la nueva plataforma. La gota que ha colmado el vaso es la ley de bienestar animal, que entró en vigor el pasado marzo. «Quieren convertir el ganado de producción en un animal de compañía».
No es la única queja que relata el portavoz de SOS Rural a THE OBJECTIVE. Asegura que la modificación de ley de la cadena alimentaria, que prohíbe desde diciembre de 2021 vender los productos por debajo del precio de coste, no se cumple. «Han subido los precios de venta pero los agricultores no lo notan. Son los intermediarios los que siguen ganando mientras la Administración mira para otro lado».
Blanco lamenta que en estos momentos tampoco se cumple el principio de preferencia comunitaria, por el que los productores de los países de la UE tienen preferencia para estar en los supermercados. «En lugar de eso, ahora nos encontramos artículos más baratos que llegan desde Túnez, Turquía o Marruecos mientras nuestros productos se quedan en los árboles».
Una fórmula que pone en riesgo los más de 2,4 millones de empleos que genera el mundo rural según un informe del Comité Económico y Social de España. Blanco advierte de expropiaciones de terrenos de cultivo para favorecer movimientos especulativos de grandes multinacionales y fondos de inversión. «Utilizan estrategias de presión para devaluar las tierras rurales. Instalan plantas fotovoltaicas y molinos eólicos con la falsa bandera del ecologismo».
Un plan hidrológico
El portavoz de SOS Rural reconoce que ha fracasado la Directiva Marco del Agua publicada en 2000, que requiere que España invierta para conseguir ríos, lagos, estuarios, costas y aguas subterráneas limpias. Sin embargo, dos décadas después no se ha conseguido. Tampoco existe un sistema de aguas público que evite la contaminación y que garantice el abastecimiento y la distribución de este elemento vital en todo el territorio. Blanco exige al Gobierno un plan hidrológico.
«Se vacían pantanos para especular con la electricidad y ahora no se puede regar». Blanco afirma que las consecuencias de todas estas cuestiones «las va a pagar el consumidor», por lo que no se trata de una guerra entre el mundo rural y el urbano. El objetivo de la plataforma es hacer pedagogía con los habitantes de las grandes urbes y «restaurar el equilibrio entre el ámbito rural y la ciudad».
SOS Rural sostiene que el Gobierno debería considerar las actividades de los pueblos, como la agricultura, la ganadería, el turismo rural, la artesanía o la cetrería como «esenciales y prioritarias» en la elaboración de políticas públicas. En su opinión, sin estas actividades «no hay autonomía alimentaria, no hay preservación de nuestras tradiciones y orígenes, no hay protección efectiva del medio ambiente y no hay sostenibilidad posible».
Blanco lamenta que «el mundo rural está en un momento complicado». Por eso cree que es el momento de la unión de todos los que conforman estos territorios para defenderlos. Cree que la nueva plataforma va a ser un movimiento «muy potente» y, aunque el objetivo es que el Gobierno cambie «unas leyes en las que falta conocimiento y son utópicas» no descarta emprender la vía política.
«Todo es posible, aunque ahora el camino es apagar los incendios que asolan nuestra casa», afirma el portavoz de SOS Rural. Una senda que ya han iniciado diversos colectivos que incluyen la España Vaciada. «Hemos contemplado una reunión con ellos, pero todavía no es el momento», concluye Blanco.
