Podemos intenta frenar el avance de los afines a Yolanda Díaz en Argentina y Bolivia
Podemos impidió que una eurodiputada acusada de acercarse a Díaz interviniera en un acto público de la izquierda argentina
La lucha entre el sector de Yolanda Díaz y el de Pablo Iglesias se traslada al tablero internacional. Más concretamente al de América Latina, donde Podemos logró tener más influencia que los socialistas, un aspecto central para plantear en su día un pulso por la hegemonía de la izquierda en España. Yolanda Díaz se va afianzando en Brasil, gracias entre otras cosas a las gestiones de Pablo Gentili, exestratega de Iglesias entre 2018 y 2019, tal y como desveló THE OBJECTIVE. Pero los morados contraatacan en Bolivia y sobre todo Argentina. No quieren que Díaz penetre en los círculos y grupos de la izquierda latinoamericana.
Iglesias tiene de su lado al think tank CELAG, liderado por Alfredo Serrano Mancilla, que también colabora en la televisión Canal Red. El CELAG es la fundación heredera de la CEPS, que desde Valencia actuó de avanzadilla para crear los primeros nexos con los gobiernos de izquierdas en America Latina tras las victorias de Evo Morales y Hugo Chávez. Era la época de los petrodólares, y la influencia de Cuba (todavía muy fuerte) empezó a trasladarse a la corte del Palacio de Miraflores, donde Serrano Mancilla, al igual que Juan Carlos Monedero, tenía fácil acceso.
«Ahora las cosas han cambiado, Alfredo Serrano tuvo que irse de Venezuela y no tiene buena consideración allí, pero sí se mueve en Argentina y sobre todo Bolivia», explican las fuentes de Podemos conocedoras de los movimientos del partido en América Latina. Monedero, según estas fuentes, sigue viajando para acercar a Podemos a los círculos de poder de esa región, aunque en el partido morado son conscientes de que por primera vez hay un sector cercano, el de Sumar y Yolanda Díaz, que también busca respaldo político y económico.
Alianza con La Cámpora
Algunos episodios sirven para explicar el nivel de conflicto entre los morados y los afines a Díaz. Hace unos meses, por ejemplo, la dirección nacional de Podemos maniobró para que su eurodiputada, Eugenia Rodríguez Palop, tuviera una presencia residual en el III Foro sobre derechos humanos que se celebró en Argentina en marzo y en cuyos paneles participaban importantes mandatarios del continente y otros dirigentes de partidos de izquierdas.
Fue en el pasado mes de marzo, cuando se celebraba el Día de la Memoria en Buenos Aires, y según las fuentes de Podemos consultadas, La Cámpora, uno de los colectivos más importantes de la izquierda argentina, actuó en connivencia con el partido morado para evitar que la eurodiputada tachada ya de aliada de Díaz tuviera protagonismo. «No querían que hablara, hubo una llamada desde Madrid a La Cámpora«, explican.
En las redes sociales promotoras del evento aparece Rodríguez Palop en una foto sentada en el público, de lado de Monedero -quien se esperaba que interviniera y no lo hizo por extrañas razones-. En dicho foro, la eurodiputada intervino en un panel sobre «derechos humanos y las luchas de las mujeres», pero según las fuentes consultadas fue marginada en las actividades organizadas por La Cámpora, donde sí participaron dirigentes de Podemos como Lilith Verstrynge o María Teresa Pérez. Palop acudirá este sábado un acto de campaña conjunto con Colau y Díaz en Barcelona.
Este episodio revela que la influencia de Podemos en Argentina sigue viva, y las fuentes consultadas sostienen que ocurre algo parecido en Bolivia. Díaz se ha acercado, en cambio, al equipo presidencial de Lula da Silva, con la posibilidad de que el mandatario brasileño llegue incluso a pedir oficialmente el voto por ella en los próximos comicios generales de diciembre. Para eso trabaja el equipo de la ministra de Trabajo, que quiere también convencer a los presidentes de Chile, Gabriel Boric, y de Colombia, Gustavo Petro.
Tablero internacional
Díaz ha intentado durante sus viajes a América Latina reunirse con ambos. En el caso de Boric, lo hizo durante un viaje oficial en el que también estaba Irene Montero. Y todo ello con la número dos de Podemos que reivindicaba una amistad personal con él, nacida durante su estancia como estudiante a Santiago de Chile. Los afines a Díaz aseguran que tanto Boric como Petro miran con interés a Díaz. Y en el caso del presidente de Colombia recuerdan la cercanía con Enrique Santiago, también muy activo en ese país desde la época de las FARC.
En definitiva, Podemos y la lideresa de Sumar no limitan su pulso a la izquierda española, sino que miran ya más allá del océano Atlántico. La capacidad de llegar a las cortes del poder de los gobiernos afines de Brasil, Argentina, Bolivia, Chile y Colombia puede determinar el éxito de la batalla en España. Díaz se dirige también a Europa, donde aspira a acercarse a algunos referentes políticos e intelectuales de la izquierda europea. Eso dibuja ya una lucha sin cuarteles que aborda otras áreas geográficas y que, al igual que en la herencia del espacio de Podemos en España, hace prever una fragmentación global de todas sus alianzas.