Garzón se debate entre la universidad, el extranjero y la Eurocámara para su futuro
Garzón ayudó a Díaz en plena batalla por las listas con Irene Montero, pero ahora asegura no estar interesado en ningún cargo institucional
El ministro de Consumo y coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón. | Europa Press
«Como republicano convencido, siempre he creído en la renovación de los representantes públicos. (…) Es sano para los proyectos políticos y también para la democracia». Era el viernes 2 de junio, cuatro días después de que Pedro Sánchez anunciara el adelanto de las generales para el 23 de julio, y Alberto Garzón, coordinador federal de Izquierda Unida, anunciaba su decisión de dejar la primera línea de la formación. Garzón, el político crecido al albur de la crisis y del 15-M, se vistió de renovador. Permitió a Yolanda Díaz mover de inmediato las miradas hacia Irene Montero, quien luchaba por una plaza en las listas electorales.
Fue un favor enorme a Díaz, y también el resultado de una acción bien planeada. Y para su futuro, según sostienen varias fuentes de IU, quedan tres opciones: la búsqueda de una plaza universitaria, unos años en el extranjero con la familia -se rumorea Escocia- o un escaño en la Eurocámara que se renueva en 2024. De momento, Garzón sostiene no estar interesado en tener un cargo público.
El paso atrás de Garzón no fue una decisión tomada en uno o dos días tras el anuncio de Sánchez. El coordinador de IU llevaba tiempo amagando entre los suyos con esa idea. El asunto circuló en IU cuando empezaron las frenéticas negociaciones entre Podemos y Sumar tras el anuncio de Sánchez. Era un secreto a voces, nunca confirmado por las fuentes oficiales, hasta que el propio Garzón dio el paso.
Garzón sabe que en otoño caduca su mandato al mando de IU y es lógico que otro dirigente le sustituya. El nombre más cotizado en este momento es el de Sira Rego, eurodiputada de IU, que pretende volver a Madrid, aunque Díaz todavía duda de esa opción. Rego quería formar parte de las listas de Sumar en Madrid, en sustitución de Enrique Santiago, líder del PCE, cuyo nombre se daba por seguro hasta hace muy poco, pero que ahora parece que será desplazado en listas de otras provincias. Por ejemplo, la de Málaga, donde solía ser elegido Garzón.
Fuera de la «política institucional»
Pero es que el ministro de Consumo no es la primera vez que habla en su entorno de la idea de dar un paso al lado. Ocurrió durante la pasada legislatura en algunos momentos delicados, por ejemplo cuando se enzarzó con el rey Felipe VI y la monarquía, ejerciendo de ministro de España. Nació una feroz polémica, y se empezó a hablar incluso de dimisión. En ese momento y en otros, Garzón avisó a su partido y a los que le presionaban que el precio de su salida era la «colocación» en una plaza universitaria.
Garzón es economista y autor de seis libros, diputado en el Congreso desde 2011, por lo que siempre ha considerado que su perfil es apto para la carrera universitaria. Esta opción, sin embargo, tarda en cuajar, según comentan desde las filas de su propio partido. «Lo de la uni no le sale», sostienen. Es por ello que las fuentes consultadas describen dos opciones alternativas, la posibilidad de que Alberto Garzón lidere la lista de Sumar a las próximas elecciones europeas de 2024, que de momento el líder de IU dice no estar interesado, y una temporada en el extranjero.
Del choque al pacto con Díaz
Garzón asegura no estar interesado en opciones que contemplen seguir en la «política institucional». Evita detallar si en España o Europa, y en el medio de la precampaña para el 23 de julio es pronto para saber qué puede ocurrir en el futuro del exministro. «Los dirigentes nos debemos a los proyectos colectivos, y hay momentos en los que tras un desgaste acumulado (en mi caso 12 años) ya contribuimos menos que otros compañeros. Renovamos y listo», añadió, para zanjar: «Hay vida más allá de los cargos públicos (…) Dejadme en paz». Aun así, Garzón sigue al mando de IU y lo cierto es que en su partido no descartan la opción europea. Se trataría de una salida noble de la política española. Aunque algunas fuentes sostienen que la propia Yolanda Díaz está enfriando esta opción.
Díaz llegó a romper el carnet de IU en otoño de 2019 cuando Garzón defendía la estrategia de ofrecer un apoyo externo al PSOE, sin que Unidas Podemos entrara en el Ejecutivo. Tras el pacto del abrazo de Iglesias y Sánchez, dio un giro y presionó para obtener una cartera ministerial. Iglesias se la concedió en un capítulo de la historia del partido morado todavía por descubrir.
La salida de Garzón, por previsible que fuera, sin duda sirvió a Yolanda Díaz para marcar el debate público durante días y centrar los focos en Irene Montero. Fue un inestimable favor hecho a la causa de Sumar, cuyo objetivo era y es aniquilar a la cúpula de Podemos, y por lo que Díaz se puede considerar en deuda con él. Bruselas, no obstante, no es la única opción en el extranjero para el exministro de Consumo. Las fuentes consultadas señalan otras posibilidades, como la de pasar unos años en compañía de su familia en un país anglosajón. Comentan la posibilidad de Escocia, país por el que habría mostrado interés la mujer del todavía líder de IU para realizar una especialización profesional.
