Ciudadanos notifica a Edmundo Bal su expulsión del partido naranja
El exdirigente naranja seguirá los pasos de Francisco Igea y no presentará alegaciones a su salida
Edmundo Bal en la sede nacional de Ciudadanos. | Cs
Edmundo Bal ha recibido una notificación de Ciudadanos en la que se le informa de su expulsión de la formación naranja y se le da un plazo de unos días para que pueda presentar alegaciones, según desvela a THE OBJECTIVE el propio exdirigente, quien seguirá los pasos de Francisco Igea y no recurrirá la decisión a la Comisión de Garantías, por lo que su salida del partido centrista será efectiva la próxima semana.
La expulsión de Bal pone fin a más de cuatro años de presencia de este último en Ciudadanos. El abogado del Estado, quien acaba de presentar la plataforma Nexo, fue fichado por Albert Rivera en 2019 para las elecciones generales de abril de aquel año. Durante la posterior presidencia de Inés Arrimadas, llegó a ser su mano derecha como vicesecretario general, pero el último proceso congresual de la formación naranja rompió ese binomio.
Tanto Bal como Igea tenían suspendidos sus derechos de representación y elegibilidad dentro del partido de forma cautelar hasta que se resolviera el expediente disciplinario que la Comisión de Régimen Disciplinario les abrió a finales de junio junto a otros dos ‘díscolos’ del Consejo General.
Este expediente se convirtió en un dolor de cabeza para la dirección nacional porque dimitieron tres de los cuatro miembros del citado comité en desacuerdo con el proceso llevado a cabo contra los afectados, por lo que la Ejecutiva tuvo que convocar una reunión del Consejo General para nombrar sustitutos.
Durante casi tres meses, Bal e Igea se encontraron en una especie de limbo -tenían suspendida la militancia pero no habían sido expulsados-, pese a que ambos no presentaron alegaciones a las acusaciones que la dirección recopiló contra ellos. Finalmente, el expediente se ha cerrado con una propuesta de expulsión contra los dos exdirigentes, que no la recurrirán.
THE OBJECTIVE ya indicó el 13 de junio que la dirección de la formación liberal valoraba expedientar a dos de sus rostros más conocidos por sus palabras acerca de la dirección ejercida por Adrián Vázquez y Patricia Guasp. Sobre todo, las palabras de Bal en las que afirmó que estos últimos habían «secuestrado» el partido o que los miembros del núcleo duro que rodeaban a ambos líderes eran «unos cobardes» por renunciar a presentar listas a los comicios de finales de julio.
El partido liberal recopiló una lista de supuestos agravios que «están traspasando la crítica política» que puede aceptar una formación a nivel interno. Desde la dirección naranja se apuntó directamente al portavoz adjunto en el Congreso y al único procurador en las Cortes castellanoleonesas por los «agravios personales» que habían lanzado tanto Bal como Igea, así como otros diputados y conocidos afiliados, contra los miembros del Comité Nacional que adoptaron la polémica decisión sobre el 23-J y que, a su juicio, sobrepasaban la línea «del derecho al honor» de los aludidos.
Un expediente novedoso para Igea
Por ejemplo, se criticó las «alusiones personales» de que la dirección naranja había «secuestrado» el partido o que los miembros del núcleo duro que rodean a Vázquez y Guasp no estaban gestionando bien el patrimonio del partido. «Todo afiliado tiene derechos, pero también obligaciones, y no aceptamos que nos pongan de vuelta y media», afirmaron fuentes de la dirección sobre el caso de Bal e Igea.
La decisión de abrir este expediente disciplinario fue, por ejemplo, una novedad para Igea. «Nunca me pasó con Albert (Rivera) e Inés (Arrimadas)», se quejó entonces a este periódico. Los consejeros afines a él circularon un comunicado para recabar firmas: «Tras conocerse que la ejecutiva había promovido sanciones contra un número indeterminado de afiliado/as, se ha sabido hoy que la Comisión de Régimen Disciplinario, en lugar de reaccionar ante esta injerencia en la separación de poderes orgánicos, agrava la imagen de parcialidad, ejecutando con celeridad las sanciones deseadas por los dirigentes de Ciudadanos», se indicó en el texto al que tuvo acceso este periódico.
