PSOE y Sumar se conjuran contra Podemos sin temor a su consulta: «¿Ministerios?... Ni uno»
La coalición no espera un revés de las bases de Podemos: «Sería patético»
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. | Flickr PSOE
Preocupación, «cero». Así resumen a THE OBJECTIVE fuentes de PSOE y Sumar su posición respecto a la consulta a la militancia convocada por Podemos sobre el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, que se inicia este sábado y concluye el martes a las 22:00, pocas horas antes del inicio de la sesión de investidura el miércoles 15 de noviembre. Una nueva forma de presión de los morados con la que el reducto de Galapagar intenta forzar la inclusión de Irene Montero en el nuevo gobierno de coalición que se forme entre PSOE y Sumar, como evidenciaron las líneas maestras de la anterior consulta a las bases de hace apenas una semana.
Según fuentes de PSOE y Sumar, «no hay ninguna posibilidad» de que la cúpula del partido se rebele contra la reedición del Gobierno progresista. «Sería patético», explican desde el entorno de Yolanda Díaz. Pero Podemos lleva meses reclamando autonomía en el seno del grupo plurinacional y buscando la interlocución directa con el PSOE para puntear a la vicepresidenta segunda del Gobierno. Algo que intentaron en la negociación de la presidencia del Congreso, como adelantó este diario, pero que rechazó el PSOE en plena sintonía con Sumar.
Las fuentes moradas consultadas por este diario advierten de que los morados entienden que «Yolanda nos ha humillado» y sólo en privado muestran sus ganas de devolverle con el mismo jarabe democrático. «Ahora la vamos a humillar nosotros a ella». Sus reclamaciones no pasan sólo por pedir ministerios para Podemos sino también por tener «soberanía propia» dentro del grupo plurinacional, habida cuenta de que cuentan con los números necesarios para configurarse como grupo propio -5 parlamentarios-, y actuar como minoría de bloqueo al igual que Bildu o PNV.
«¿Ministerios?… Ni uno»
Sin embargo, tanto Sumar como el PSOE descartan absolutamente que vayan a lograr sus objetivos: «¿Ministerios? No les vamos a dar ninguno». Como mucho, podrían aspirar a una secretaría de Estado algunos de los cargos antes afines a Belarra y Montero que ya han asumido la realidad de la descomposición del partido abandonando sus cargos, como Alejandra Jacinto. En el equipo de Yolanda Díaz creen que «van de farol» porque son conscientes de que su situación es de «irrelevancia política» y porque ya han demostrado reiteradamente que sus amenazas no se llevan a término, como ocurrió con el voto en contra a los presupuestos por el gasto en Defensa, el apoyo a la reforma del sí es sí o el envío de armas a Ucrania.
Por ello, asisten con suma serenidad -y casi diversión- a la nueva maniobra de Podemos de convocar una consulta a las bases anunciada por su secretaria general, Ione Belarra, para quien todo se resume en la inclusión de ministros de Podemos. La intervención de Belarra el pasado viernes no dejó lugar a dudas de cuál es la moneda de cambio: «En el PSOE parecen determinados a conformar un Gobierno en el que sólo manden ellos (…) El PSOE ha decidido comenzar la legislatura con mal pie», dijo advirtiendo que su partido no ha firmado «ningún acuerdo programático o de Gobierno».
«Están muertos»
Belarra advirtió también de que «somos la fuerza más ambiciosa y necesitamos altura de miras», como se hizo al cerrar la Ley de vivienda, el tope al gas o la bonificación al transporte publico. Pero es precisamente esta ventana de oportunidad para influir en la gestión del Gobierno, la última bala que le queda a Podemos, a juicio de sus rivales internos de Sumar. «Están muertos. Si siguen pensando con cierta inteligencia sabrán aprovechar nuevos hitos en los que podrán ser determinantes porque los número de la legislatura van a ser complicados».
Ante la deriva de desaparición total de la formación de Pablo Iglesias, «ellos saben que su única opción es buscar la curva buena donde poner la trampa» en cada tramitación parlamentaria y aprovechar así la visibilidad que les brindan sus cinco diputados, los mismos que el PNV. Y por ello, tanto el PSOE como Sumar creen que Belarra y sus cinco representantes «serán más peligrosos en la legislatura que en la investidura» para animar al clima caótico que se espera de este nuevo mandato. Aunque nadie olvida tampoco que «no son de fiar» y que se pueden convertir en una fuerza de presión determinante en un momento dado, como el resto de las fuerzas que sostendrán a sánchez con alfileres como Junts, ERC, PNV o Bildu.
