Ferraz pactó con Espadas cambios en el PSOE andaluz sabiendo «que no llegará a 2026»
La remodelación de la ejecutiva es una «operación quirúrgica intervenida desde Ferraz»
Juan Espadas y la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey, en el desayuno informativo de José Ramón Gómez Besteiro en el Hotel Ritz de Madrid. | Flickr PSOE
Juan Espadas es un líder interino y el PSOE lo sabe. Así lo aseguran a THE OBJECTIVE múltiples fuentes socialistas que avanzan a este diario que la dirección federal del PSOE le ha dado una moratoria a su secretario general en Andalucía: o consigue aplacar el ruido interno y remontar en las encuestas, o forzarán su relevo al frente del PSOE andaluz dentro de pocos meses. Según estas fuentes, el plazo expiraría en el otoño, cuando está previsto que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, adelante la celebración del Congreso Federal del partido para adelantar las renovaciones en los liderazgos autonómicos. Y el de Juan Espadas es uno de los primeros en la parrilla de salida.
Según estas fuentes, la remodelación de la ejecutiva del PSOE-A presentada este viernes por el propio Espadas en el Comité Director en Sevilla es una «operación quirúrgica intervenida desde Ferraz». Es decir, que se ha hecho siguiendo las directrices de Madrid, como evidencia el nombramiento de mayor peso, el de Jacinto Viedma Quesada, una persona de confianza de uno de los dos factótums del PSOE andaluz con quienes Ferraz ha consultado la reestructuración de la federación: Paco Reyes, presidente de la diputación jiniense, y el presidente de la diputación de Sevilla, Javier Fernández. El nombramiento viene avalado ademas por Juanfran Serrano, cabeza de lista por Jaén y número dos del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
En el marco de esta operación ‘consensuada’, Juan Espadas pidió a Ferraz hace meses la portavocía del Senado. «Fue su decisión para ganar en visibilidad y mejorar los niveles de conocimiento del electorado» que en las ultimas elecciones en Andalucía no llegaban ni a la mitad de los votantes andaluces. Ferraz accedió a sabiendas de que en Andalucía no se entendería y se avivaría la crítica por la multiplicidad de cargos. «¿Cómo se va a entender que a María Marquez le haga salir de la Ejecutiva para tener exclusividad y él esté tres días fuera en Madrid?», denuncian desde Sevilla. Un puesto que Espadas solicitó porque, según estas fuentes «ya no se fía de Ferraz. No se fía de nadie. No se fía de que Ferraz cumpla su palabra». Y no le faltan motivos porque nadie en el PSOE federal contesta a la pregunta de si Espadas será candidato en las elecciones autonómicas de 2026: «Ya veremos. Hay que ir quemando etapas, paso a paso».
«No es capaz de erosionar a Bonilla»
En Ferraz son conscientes de que Andalucía es un «polvorín» y que existe un clamor creciente en la federación andaluza contra el liderazgo de su secretario general que es necesario cortar de raíz. Lo que aparentemente pudiera parecer un refuerzo de su equipo para cumplir su objetivo de ser el candidato del PSOE a la Junta de Andalucía responde a unos movimientos consensuados con Ferraz, tras la moratoria que le ha concedido Pedro Sánchez para «ganar tiempo» y preparar la sucesión a medio plazo. La dirección acusa recibo del malestar del antaño todopoderoso PSOE andaluz que atribuyen a que Espadas no tiene entrada en los medios de comunicación y «no está siendo capaz de erosionar un milímetro el liderazgo de Juan Manuel Moreno Bonilla, con la que la está cayendo por la sanidad y los recortes. Con la que hay liada y no es capaz de darle un sólo arañazo».
Un ejemplo de ello es que Espadas dio la orden al PSOE de votar a favor de la subida de sueldo de un 20% del presidente andaluz, algo que «no ha entendido nadie» y ha enfurecido y multiplicado a los críticos andaluces. Tanto en Ferraz como en San Vicente, existe la convicción de que el de Juan Espadas es un perfil «demasiado blando e institucional», un buen candidato a presidente pero un mal líder para la oposición de la que nadie ve posibilidades de salir en 2026. Según fuentes del PSOE andaluz, «el que vaya a las próximas elecciones irá para quemarse a lo bonzo pero hay que encontrar un cartel que nos permita resurgir de las cenizas», recuperar posiciones y arañar algún escaño al PP.
Un proceso de «descomposición, que estallará en verano»
Desde el PSOE andaluz hablan de «un partido destrozado, en llamas» y de Juan Espadas como «un muerto viviente» que «no llega al verano» por el nivel de contestación interna y la fractura en todas sus agrupaciones. Y entienden los últimos movimientos como un último intento de «atrincherarse para sobrevivir». La federación que se dividió hace dos años entre susanistas y sanchistas -porque fue Ferraz quien encumbró a Espadas a la victoria-, ahora vive un excepcional consenso en que no hay otra salida a la salida que su jefe de filas. «Hay un cúmulo de intereses dispares que confluyen en una cosa: que ya nadie quiere a Espadas», relatan desde el PSOE andaluz. «Juan ha enfrentado a los suyos. Estamos en un proceso de descomposicion que estallará antes del verano».
Lo que por ahora se descarta en Madrid es que Juan Espadas abandone de aquí a pocos meses para integrarse en la lista de las elecciones europeas, como sospechan en el PSOE andaluz. Fuentes de la dirección aseguran que no es está llamado a cubrir esa plaza. También es una incógnita quien será el elegido de Pedro Sánchez para suceder a Juan Espadas, una vez confirmado que «no tira» como candidato en Andalucía. La apuesta principal, la de María Jesús Montero es rechazada por fuentes de Moncloa y Ferraz porque «no tiene sentido después de que Sánchez acabe de reforzar a su núcleo duro en el Gobierno».
Una «mujer potente» que no es Montero
Se apunta al nombramiento de una «mujer potente» antes del verano, para ir dandole recorrido en el territorio. En las quinielas siempre hay dos mujeres de gran reputación para el Presidente Sánchez: Silvia Calzón, recientemente nombrada directora de la Agencia Antidopaje y ex secretaria de estado de Sanidad en el periodo 2020-2023; y la eurodiputada Lina Gálvez, muy afín a la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.
Sin embargo, desde Andalucía se sigue viendo con buenos ojos la opción de descabezar el Gobierno para mandar a Montero de vuelta a casa. Y apuntan a que hay señales subterráneas que apuntan en esa dirección: la remodelación de su equipo de prensa en Ferraz, que ha fichado recientemente a quien fuera el responsable de prensa de Espadas en el Ayuntamiento de Sevilla, Manolo Vargas y Agustín Cañete, también recién llegado desde Sevilla para completar el desembarco andaluz en Madrid. A la espera de comprobar qué vaticinios se cumplen, el PSOE andaluz sigue disparando su optimismo mientras cae en picado su expectativa de voto. El sondeo del Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente del gobierno andaluz, hundió al PSOE a los 25-27 escaños, entre 3 y 5 menos de los actuales 30, que ya supusieron la mayor hecatombe del partido en toda su historia. Según sus cercanos, Sánchez ha decidido ya que no puede dejar que siga vaciándose el antaño granero de voto andaluz.
