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Los diplomáticos demandarán a Hacienda si no les aumentan las ayudas a la escolarización

Este colectivo se queja de que la cifra de 3.906,58 euros anuales por hijo está congelada desde hace 23 años

Los diplomáticos demandarán a Hacienda si no les aumentan las ayudas a la escolarización

María Jesús Montero y José Manuel Albares en la reunión de la Fundación Carolina. | Alberto Ortega (EP)

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), la mayoritaria dentro de este colectivo, ha trasladado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, su intención de interponer una demanda judicial contra Hacienda si no se les actualiza este año las ayudas a la escolarización que tienen los diplomáticos destinados en el extranjero y el resto de funcionarios expatriados. Un subsidio que lleva congelado 23 años.

La junta de la ADE se reunió el pasado 18 de enero con el subsecretario del ministerio, Luis Cuesta, para tratar este asunto y otras cuestiones que atañen a la situación de la carrera diplomática y el servicio exterior. Tras ello, se envió un escrito a todos los asociados, al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, donde se explicaron los puntos debatidos en la reunión.

En la actualidad, existe una indemnización por educación de hijos de funcionarios destinados en el extranjero, en base a la circular 10/2003 de Exteriores y una orden del Ministerio de Economía y Hacienda del 6 de julio de 2001 que no se ha modificado desde entonces. Aquella decisión del Ejecutivo de José María Aznar estipuló el pago del 60% de los gastos de educación –matrícula y escolarización– con un límite de 3.906,58 euros por hijo o menor a cargo. No se incluye material, alojamiento, transporte o vestuario.

La cifra no se ha modificado en más de dos décadas y está lejos de lo que le cuesta de media al Ministerio de Educación un alumno en la educación pública española. El departamento de dirige Pilar Alegría indicó recientemente que la media invertida por alumno fue de 6.622 euros en 2023: desde los 5.540 euros de un inscrito en la etapa de Infantil, a los 5.629 euros de aquellos que cursan Primaria o los 6.923 euros que están en Secundaria. Es decir, la ayuda a la escolarización que tienen los funcionarios en el exterior representa casi la mitad del gasto medio por alumno en el sistema público de enseñanza.

La ADE está asociada a la Federación de Asociaciones de los Cuerpos Superiores de la Administración Civil del Estado (Fedeca), entidad que ha remitido una carta a la Secretaría de Estado de Presupuestos, así como a la junta de personal en Exteriores, en la que reclama una actualización de esta ayuda «en el actual ejercicio presupuestario» de 2024.

El subsecretario de Exteriores, por su parte, indicó a los representantes de la ADE que ha enviado también una carta al número dos de Alegría, José Manuel Bar Cendón, y a la secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, María José Gualda, pidiendo la actualización de este subsidio. Además, Hacienda ha solicitado ayuda al departamento de Albares «a la hora de redactar la nueva orden ministerial sobre esta cuestión», pero los diplomáticos no se fían de las buenas palabras después de muchos años de reclamaciones.

«La Junta de la ADE trasladó su interés en que la actualización no se demore más, pues lleva ya 23 años de retraso, y comunicó su intención de comenzar los trabajos para la interposición de una demanda judicial contra Hacienda en previsión de que la actualización no se concrete», se indicó en el escrito de la reunión al que ha tenido acceso este periódico.

Existe otra reclamación de los diplomáticos, la recuperación del pago de un billete de avión al año para viajar con su familia a España, que se retiró en 2009 por los recortes aplicados en aquella crisis económica. Es el llamado billete de arraigo. Cuesta informó a la ADE de las gestiones realizadas con Hacienda para introducir de nuevo esta ayuda en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año. «Se ha defendido la necesidad de levantar la suspensión del billete de arraigo como una medida de conciliación y apoyo a la igualdad. La propuesta que Subsecretaría habría elevado a Hacienda haría una distinción en razón de distancia, conexiones aéreas y precios de los vuelos», se explicó a los asociados.

El subsecretario de Exteriores también abordó la situación del reglamento de la Carrera Diplomática, una reivindicación histórica del colectivo que Albares se comprometió a aprobar en la pasada legislatura. Cuesta desveló que Exteriores ya había recibido el dictamen favorable del Consejo de Estado antes de la disolución de las Cortes a mediados de 2023, por lo que ahora se está evaluando la compatibilidad del texto con el real decreto ley de reformas urgentes de la Función Pública, especialmente en lo relativo a la evaluación por objetivos y desempeño. «En principio no se esperan más trámites adicionales antes de la aprobación del reglamento por el Consejo de Ministros», sentenció la ADE.

Los diplomáticos aprovecharon la reunión para trasladar al alto cargo de Exteriores su «profundo malestar» por los «nombramientos políticos» de jefes de misión, los criterios de atribución de embajadas, la asignación de «numerosas» embajadas sin consultar a la Junta de la Carrera –un órgano asesor del ministerio–, así como los criterios de atribución de las comisiones de servicio, la «falta de niveles y cometidos» para muchos de los diplomáticos que retornan a Madrid y, por último, la inclusión de 11 nuevos puestos adicionales con asterisco en el ‘bombo’, el sistema de provisión de puestos de trabajo en el extranjero. Un número en el que la mayoría son, a juicio de la ADE, «de difícil justificación por razón del servicio».

El subsecretario se defendió con el dato de que, aun con el añadido de los últimos 11, los actuales 31 puestos de asterisco sólo representan un 8% del total de puestos del ‘bombo’. Los representantes de la ADE replicaron que, además de «erosionar» este sistema interno, los puestos de asterisco perjudican «directamente» a las categorías superiores de la carrera diplomática, «que ven limitadas sus posibilidades de salida al exterior» e indirectamente a los compañeros más jóvenes, ya que puede darse «un efecto cascada».

Cuesta argumentó que el hecho de que Albares ponga un asterisco a un puesto –para así poder designar a la persona sin consultar a la Junta– «no significa que no se pueda aspirar a él si se tiene la categoría necesaria», a lo que los representantes de la ADE contestaron que «se extiende el temor de que muchos de estos puestos estén ya preasignados». Una hipótesis que el subsecretario negó «tajantemente».

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