Díaz presionó a Sánchez para acudir al funeral del Papa que le ayudó a proyectar su liderazgo
La vicepresidenta mantuvo dos encuentros con el pontífice que sirvieron para lanzar su figura política nacional

Yolanda Díaz se reúne con el papa Francisco en Ciudad del Vaticano
Yolanda Díaz exigió a Pedro Sánchez formar parte de la delegación gubernamental que viajará a Roma para asistir al funeral del papa Francisco, que se celebrará el próximo 26 de abril. La vicepresidenta segunda, según fuentes consultadas en Sumar, manifestó su intención firme de acudir a la Santa Sede. Finalmente, el Gobierno anunció la delegación que participará al funeral del Papa Francisco. Díaz ha logrado formar parte de la comitiva oficial, acompañando a los Reyes. Sánchez, en cambio, no viajará a Roma, mientras que lo hará en su lugar la vicepresidenta María Jesús Montero. Díaz mantuvo dos encuentros privados con el Papa a lo largo de los últimos años y quiere rendir homenaje al pontífice. Desde Sumar defendían que «siendo un gobierno de coalición», debían ir a Roma miembros del PSOE y de la formación que lidera Díaz.
«El papa Francisco ha sido un gran embajador del trabajo decente, de la paz y de la justicia social. Utilizó su posición para impulsar un mundo mejor. Me enseñó que la esperanza nunca defrauda y sus ánimos todavía perduran. Le haremos caso: no aflojaremos», dijo Díaz en su perfil oficial en las redes sociales. Díaz se reunió con el papa Francisco en dos momentos clave de su carrera política. La primera fue en diciembre de 2021, cuando acababa de heredar el papel de vicepresidenta segunda de Pablo Iglesias y buscaba elevar su perfil político. Aquel encuentro sirvió a Díaz para encauzar la proyección de su liderazgo y la votación sobre la reforma laboral, que servía de palanca para su candidatura a la presidenta del Gobierno y el plan escondido de absorción de Podemos.
En ese encuentro, Díaz sostuvo que ella y el Pontífice compartían «retos comunes». Entre ellos habló del «trabajo digno», y la lucha contra la «precariedad y desigualdad social creciente, la crisis climática o las amenazas contra la democracia y los derechos humanos». Díaz había pedido a la izquierda radical mantener una posición más proclive al diálogo con el mundo católico. Había buscado un acercamiento al Pontífice que también había intentado Iglesias, pero sin éxito.
Dos encuentros
En octubre de ese año, Díaz viajó a Roma para verse con su homólogo en el ministerio de Trabajo del ejecutivo transalpino, y a partir de ese momento algo se movió en la Santa Sede. En Sumar sostuvieron, tal y como adelantó este periódico, que los canales empleados por Díaz para llegar al Papa fueron las amistades políticas con el mundo peronista en Argentina, sobre todo del sector de afines a Íñigo Errejón; miembros del entonces gobierno del país latinoamericano y un obispo de Buenos Aires, amigo de la familia de Díaz. A través de esos contactos, el equipo de la vicepresidenta pudo pactar un encuentro con papa Francisco, esencial para poder lanzar su figura de dirigente política nacional. Entonces, el CIS la encumbraba como la política que más respaldo popular cosechaba, solo después de Pedro Sánchez.
Después de aquella cita, Díaz superó la votación de la reforma laboral gracias a una carambola de la suerte. ERC se opuso en el Congreso y solo el error de un diputado del PP pudo decantar la balanza a favor de la política gallega. Después, Díaz activó un «proceso de escucha» que desembocó en la presentación de Sumar y de su candidatura para las elecciones generales de 2023. Sumar logró reeditar la coalición de Gobierno con Sánchez, y poco después Díaz volvió a verse con el Papa, esta vez en vísperas de las elecciones autonómicas gallegas. Díaz llegaba a esos comicios con cierto desgaste, y su equipo esperaba que esa cita la relanzara antes de una cita electoral importante y simbólica.
Cercanía con el Papa
En febrero de 2024, Díaz volvió a viajar a Roma para encontrar en el Vaticano a papa Francisco. Destacó la coincidencia con él sobre los «retos de la humanidad» y dijo que «el papa Francisco es el mejor embajador del trabajo decente en todo el mundo». Mientras que en su primera visita el contexto internacional estaba condicionado a la crisis de la pandemia, en la segunda había estallado la guerra en Ucrania. Díaz habló con el Pontífice de este asunto y también abordaron la cuestión migratoria. La vicepresidenta intentó que el Papa viajara a Canarias a lo largo de ese año. Quiso ejercer de madrina de ese viaje, aunque finalmente no se pudo celebrar. Y la visita no tuvo el impacto esperado en las autonómicas gallegas, donde Sumar quedó extraparlamentario.
Sea como fuere, para Yolanda Díaz el papa Francisco fue algo parecido a su aliado en la Santa Sede. Sus dos encuentros -sobre todo el primero- sirvieron para lanzar y después afianzar su figura política nacional. Y ahora la vicepresidenta ha exigido a Sánchez formar parte de la delegación oficial que se traslade a Roma para acudir al funeral del pontífice. Desde Sumar insisten en que, por el vínculo personal de Díaz con el Papa y por los equilibrios políticos de la coalición, era irrenunciable su presencia en Roma. Díaz finalmente se ha salido con la suya, y todo ese a pesar de que ese mismo martes Sumar criticó duramente el Gobierno del que forma parte por el gasto militar. Pero desde la formación aseguran que su intención no es salir del Ejecutivo o dinamitar la coalición.