El CGPJ trata de elegir a sus candidatos al TC en plena polémica por la reforma del Gobierno
Si los vocales del Consejo llegan a un acuerdo favorecerán las pretensiones del Ejecutivo de renovar el tribunal de garantías
Pleno del Poder Judicial presidido por Mozo. | CGPJ
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) puede convertirse en un aliado inesperado del Gobierno. Sus vocales se reúnen este martes por enésima vez para elegir a los dos magistrados que les corresponde designar en el Tribunal Constitucional, aunque no parece probable que lo hagan. Si acaban poniéndose de acuerdo echarán una mano al Ejecutivo en su intento de acelerar su renovación solo un día después de que el propio tribunal de garantías haya decidido paralizar con medidas cautelarísimas las enmiendas planteadas por PSOE y Podemos para conseguirlo.
El Pleno extraordinario del CGPJ se celebra a las 17.00 horas. Sin tiempo para digerir la decisión del Constitucional, que este lunes ha suspendido a propuesta del PP la tramitación parlamentaria, ya en el Senado, de las dos enmiendas que buscaban modificar el sistema de elección de candidatos en el Consejo: de la actual mayoría de tres quintos a una mayoría simple. Las relaciones entre los sectores están rotas. Ni siquiera han mantenido conversaciones en los últimos días para acercar posturas.
Los vocales acuden a la reunión con la intención de votar a los candidatos que le corresponde designar en el Constitucional. En el orden del día solo constan como aspirantes los magistrados del Tribunal Supremo César Tolosa y Pablo Lucas, ambos propuestos por el bloque conservador, aunque el segundo tiene la vitola de progresista. No en vano, estuvo en la relación de nueve aspirantes que barajaron los miembros del CGPJ de esa tendencia en octubre.
La estrategia del CGPJP
Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE explican que los vocales del CGPJ podrán incluir aspirantes hasta el inicio del Pleno, lo que mantiene abierta las incógnitas hasta el último momento. El sector progresista ya nominó el 3 de noviembre a José Manuel Bandrés, magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo. Una decisión que pretenden mantener, aunque los conservadores no lo vean con buenos ojos.
El Pleno se convocó la semana pasada de forma urgente a petición de nueve de los 1o vocales conservadores del CGPJ, aunque el presidente interino, Rafael Mozo, se negó en un primer momento a convocarlo porque la petición no incluía ningún candidato al Constitucional. Mozo alegó un error formal en la petición. No aceptó el cónclave hasta que los conservadores revelaron el nombre de sus elegidos.
Con ese movimiento el sector conservador pretendía forzar a sus compañeros progresistas a retirar la candidatura de Bandrés para que apoyaran a Lucas. No tienen intención, aunque los últimos acontecimientos pueden hacerles cambiar de opinión. Una opción que no descartan las fuentes consultadas.
Los progresistas confiaban en que saliera adelante la reforma planteada por PSOE y Podemos para cambiar el sistema de elección en el CGPJ. De aprobarse las enmiendas, pasarían de necesitar una mayoría de tres quintos (11 de los 18 votos en liza) a una simple, lo que favorecería que fueran elegidos los dos aspirantes más votados por cada bloque, en su caso, José Manuel Bandrés.
Las prisas de los vocales conservadores contrastaba con la tranquilidad de sus pares progresistas, conscientes de que la reforma planteada por los partidos que conforman el Gobierno favorecía sus intereses. Su intención era esperar a que las Cortes aprobaran definitivamente el cambio legislativo y acudir a un Pleno para elegir a los candidatos del Constitucional que debe proponer el CGPJ con las nuevas reglas. Un escenario que cambia la decisión adoptada este lunes por el tribunal de garantías.
Cambio de papeles
La resolución del órgano encargado de velar por la constitucionalidad de las leyes propicia un intercambio de papeles en las corrientes del CGPJ. Tras más de nueve horas de intenso debate, la mayoría conservadora del Constitucional estimó las medidas cautelarísimas solicitadas por el PP para frenar la tramitación parlamentaria de ambas enmiendas. Una decisión sin precedentes en 40 años.
Las fuentes consultadas admiten que semejante escenario podría llevar al bloque conservador del CGPJ a ralentizar la decisión y a los progresistas a acelerarlo. Lo más probable es que el Pleno finalice una vez más sin acuerdo, pero no se descarta que los conservadores cambien de estrategia y desbloqueen la elección de los dos magistrados que le corresponden y cuyo mandato caducó en junio.
El Constitucional aguarda desde entonces a que se renueven los cuatro magistrados que forman el tercio que la Constitución encarga reemplazar a Gobierno y CGPJ: Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez, nombrados en su día por el Ejecutivo de Mariano Rajoy; y Juan Antonio Xiol y Santiago Martínez-Vares, designados entonces por el órgano de gobierno de los jueces.
Las dudas jurídicas sobre la posibilidad de que los dos candidatos de Moncloa pudieran tomar posesión sin esperar a los dos del CGPJ llevaron al Gobierno a aprobar en julio una reforma exprés de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) para devolver al Consejo su potestad para nombrar altos cargos, extremo que el mismo Ejecutivo prohibió en marzo del año pasado mientras el Consejo permaneciera en funciones (su mandato caducó hace cuatro años).
Las negociaciones en el seno del CGPJ encallaron el 2 de diciembre por el veto tácito del bloque conservador a Bandrés, y la negativa de los vocales progresistas a volver a engordar su listado de aspirantes (que llegó a contar con nueve), lo que llevó a los partidos del Gobierno a lanzar la reforma que ahora ha paralizado el Constitucional. La entrada a escena del Consejo puede convertir en una victoria lo que a priori iba a ser una derrota.
