La Fiscalía pide casi 10 años de cárcel a 'El Pequeño Nicolás' por usar información policial
Está acusado de crear una red que obtenía información de manera ilícita para utilizarla a cambio de favores. El juicio comienza el lunes
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido como El Pequeño Nicolás, vuelve a juicio. El joven se enfrenta esta semana a la mayor pena que ha solicitado la Fiscalía para él, nueve años y nueve meses de cárcel. Está acusado de crear una red dedicada a la obtención de información policial de manera ilícita para utilizarla a cambio de favores. La vista comenzará el lunes en la Audiencia Provincial de Madrid. Junto a él se sentarán en el banquillo otras tres personas vinculadas con los Cuerpos de Seguridad del Estado.
El Pequeño Nicolás fue detenido en octubre de 2014 por hacerse pasar por un miembro del Gobierno y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Es la pieza principal, de la que han emanado otras causas. El joven ha sido juzgado en cuatro ocasiones. En tres de ellas ha sido condenado a prisión, la última el pasado diciembre a tres años y medio por un delito continuado de falsedad en documento oficial al hacerse pasar por un enviado de Mariano Rajoy en una operación de compraventa de un inmueble.
En esta ocasión, la Fiscalía le imputa los delitos de pertenencia a grupo criminal, descubrimiento y revelación de secretos y cohecho activo. El Ministerio Público pide ocho años y seis meses de prisión para un cabo de la Policía Municipal de Madrid que participó en la trama. Para el guardia civil que también lo hizo solicita dos años y ocho meses de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, mientras que para el antiguo coordinador de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, también imputado, reclama una multa de 4.500 euros por un delito de violación de secretos.
Consultar matrículas
Según el escrito de acusación al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, El Pequeño Nicolás comenzó a pedir información sobre la titularidad de varias placas de matrículas a dos de los acusados. Ambos consiguieron acceder a la aplicación Objetos del Cuerpo Nacional de Policía dado que estaban autorizados, «pero solo en el ejercicio de la funciones que tienen encomendadas y en el marco de una concreta actuación policial en la que participen», por lo que estas consultas en concreto no estaban autorizadas.
Los datos relativos a las matrículas eran utilizados en algunos casos por El Pequeño Nicolás para contactar con los titulares de las placas «a quienes hacía creer que tenía relación con distintos organismos y autoridades de las Administraciones Públicas y les ofrecía su ayuda para hacer gestiones ante las mismas, con la única finalidad de obtener dinero a cambio de una intermediación que, en realidad, era ficticia». A cambio de la información, los funcionarios de la policía en la capital obtenían gratificaciones económicas.
Los acusados llegaron a crear un grupo de WhatsApp llamado Dpto Seguridad Nacional. A través de esta herramienta concretaban cuándo se repartían el dinero por su colaboración. Llegaron a consultar varias placas de matrículas de automóviles que en la mayor parte de los casos resultaron ser propiedad de empresarios.
El 29 de septiembre de 2014 El Pequeño Nicolás contactó con otro acusado, un funcionario de la Guardia Civil con destino en la Casa Real, que también accedió a facilitar la identidad del titular del vehículo con la matrícula que le había requerido. Gracias a la aplicación Sigo le comunicó que la matrícula constaba como «placa reservada de la Secretaría de Estado» y le explicó que «no podemos saber a quién está asignada en concreto, salvo al servicio central».
Un grupo de WhatsApp
A continuación, El Pequeño Nicolás pidió por WhatsApp al acusado que ejercía como coordinador de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid información sobre si la placa de matrícula de la que no había obtenido información acerca de su titular se correspondía a algún vehículo de la contra vigilancia de la PMM.
Lo hizo en los siguientes términos: «Mándamelo al secreto!!!! A este!!! Puedes hablar?, que los de la Casa Real tardan más en mirarla,… queremos saber si es de contra vigilancia». El acusado le comunica que la matrícula no correspondía a ningún vehículo del Consistorio de la capital.
La jueza cerró la instrucción de esta causa en 2019 y envió a juicio a El Pequeño Nicolás por presuntos delitos de integración en grupo criminal, delito continuado de descubrimiento, revelación de secretos, cohecho y usurpación de funciones públicas.
La Fiscalía considera probado que el resto de acusados consultaron matrículas para El Pequeño Nicolás de manera irregular y que este usaba la información para contactar con los titulares de las placas, en su mayoría empresarios. La Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU) solicita 23 años de cárcel para el joven, al que considera el cerebro de la trama. El Ayuntamiento de Madrid pide 10 años.
El Pequeño Nicolás defenderá que no es culpable, según ha adelantado a EFE. Asegura que afronta el juicio con tranquilidad, no en vano tiene experiencia en estas lides. Fue absuelto en 2016 en un primer juicio por calumnias al CNI, pero a continuación acumuló tres penas de prisión.
En 2021, la Audiencia Provincial lo condenó a un año y nueve meses por falsificar el DNI para que un amigo se presentase a la Selectividad en su nombre. También fue sancionado a otros tres años por hacerse pasar por un emisario del rey Felipe VI y de Sáenz de Santamaría durante un viaje a Ribadeo (Lugo) en 2014. La última sanción la recibió en diciembre, cuando fue condenado a tres años y medio por hacerse pasar por un agente del CNI. Todos los fallos han sido recurridos al Tribunal Supremo.