La consejera catalana de Acción Exterior se benefició de una cuenta señalada por blanqueo
Jaume Cabaní ingresó a Meritxell Serret más de 8.000 euros de origen desconocido tras fugarse de España
Los tentáculos económicos de Jaume Cabaní eran alargados, según la Guardia Civil. Los investigadores sostienen que el exdirector de Finanzas del Consell per la República, sobre el que recaen sospechas por blanqueo de capitales, envió diversas cantidades de dinero a varios miembros del Govern que abandonaron España tras el 1 de octubre de 2017. Entre los beneficiados se encuentra la actual consejera de Acción Exterior, Meritxell Serret, que en ese momento lideraba el departamento de Agricultura. El informático le ingresó 8.106 euros de fondos de origen desconocido, según los informes policiales del caso Tsunami Democràtic a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
La dirigente de ERC se marchó a Bélgica junto a Carles Puigdemont. Le acompañaron otros tres consejeros: Antonio Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí. La Audiencia Nacional emitió una orden de detención europea que en diciembre el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena rebajó a territorio nacional. Serret, procesada por desobediencia, se presentó ante el instructor del procés en marzo de 2021 dando por concluida su fuga. Lo hizo antes de la constitución del nuevo Parlamento de Cataluña, en la que fue elegida diputada.
La actual consejera de Pere Aragonès recibió presuntamente 8.106 euros divididos en seis ingresos comprendidos entre enero y mayo de 2018, . El primer pago se materializó en una cuenta española, los cuatro siguientes en una belga y el último en una danesa. Serret no fue la única que se benefició de ese dinero. Cabaní también realizó diferentes aportaciones económicas a Comín (5.815 euros) y Puig (4.866). Resulta llamativo que 13.000 de los casi 33.000 euros que repartió fueran a parar a su propia cuenta corriente.
Pagos a los trabajadores del Consell
Cabaní, que se registró como informático en una visita a Puigdemont en su residencia de Waterloo a principios de 2018, se encargaba de los temas digitales y financieros de la causa independentista. La Guardia Civil acredita en varios informes, a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, que pudo llegar a tener un papel relevante en la financiación de las organizaciones que abanderaban la independencia de Cataluña, entre ellas Tsunami Democràtic. Controlaba 11 cuentas corrientes, varias de ellas en el extranjero.
Un banquero helvético, director de un banco disuelto en 2015 por su implicación en una red internacional de blanqueo de capitales, llegó a ingresarle más de 6.000 euros por indicación de Josep Lluís Alay, actual director de la oficina de Puigdemont y también investigado en la causa que instruye el magistrado de la Audiencia Nacional. Cabaní utilizaba una cuenta en una entidad financiera digital de Alemania, N26, para pagar a los consejeros fugados en 2017. En ella ingresó algo más de 244.000 euros de origen sospechoso.
Los investigadores han determinado que la principal fuente de donaciones para esa cuenta procedía de fondos transferidos por la Asociación Unidos por el Fomento de la Cohesión y la Catalanidad, creada en enero de 2017 y presidida por Miguel Esquirol, y la Asamblea Nacional Catalana (ANC), una organización para conseguir la independencia que dirigió en sus orígenes Carme Forcadell, presidenta del Parlament de Cataluña durante la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
El montante procedente de la Asociación Unidos ascendió a 112.000 euros que fueron recibidos a través de 14 transferencias de 8.000 euros desde una cuenta de Caixabank. Todas las transferencias fueron efectuadas en un periodo breve de tiempo, 30 días, entre el 26 de abril al 25 de mayo de 2018. La ANC transfirió entre febrero y marzo de 2018 la cantidad de 80.000 euros en dos operaciones: una por valor de 30.000 euros y, la segunda, de 50.000. En ambas el concepto llevaba el nombre de Jaume Cabaní.
«Una confusión de patrimonios»
Lo más significativo en relación con los adeudos en la cuenta de N26, revela la Guardia Civil en un informe, es que ese dinero sirvió para pagar nóminas, facturas y gastos de tarjeta MasterCard cuyo destino era el depósito bancario de la Asociación Unidos. Los investigadores aseguran que se trata de una operación «carente de lógica económica alguna» y subrayan que esos movimientos de ida y vuelta dejan entrever «una confusión de patrimonios».
Tras los análisis de los adeudos de la cuenta del banco N26, los agentes observan que desde ella se hace frente al pago de nóminas y gastos de los trabajadores del Consell per la República, una organización privada presidida por Puigdemont que promueve la independencia de Cataluña tras la DUI. El montante asciende a 9.012 euros que se reparten entre seis personas, entre ellas Margarida Payola, directora general de la sucursal belga Plataforma por la Lengua, creada tras la fuga del expresidente catalán a Bélgica.
Payola ejerció de asistente del eurodiputado de Junts per Cataluña Ramón Tremosa y acompañó a Puigdemont y Comín cuando estos consiguieron el acta por primera vez en el Parlamento Europeo. Otras personas que reciben pagos son Raquel Correa y Jordi Finestres (antiguo responsable de la oficina del expresidente catalán), el economista Eduard Aleix Sarri y Laura Costa, concejal de Sant Celoní, una localidad situada en la comarca del Vallés Oriental, en la provincia de Barcelona.
Costa, presuntamente pareja sentimental de Cabaní, fue una de las creadoras de Catglobal, una entidad sin ánimo de lucro que creó el expresidente catalán en Bélgica para asumir los gastos del Consell per la República. Los investigadores afirman que Costa transfirió 1.500 euros a su novio en una cuenta de uso «exclusivamente personal».
Testaferro de Cabaní
En esa misma cuenta, la Asociación Unidos ingresó otros 10.000 euros en agosto de 2018. En concepto figuraba Quotes Nation Builder, una empresa de tecnología con sede en Los Ángeles que desarrolla software para campañas políticas. «Se ha observado que Cabaní ha efectuado numerosos pagos a Nation Builder con tarjeta de crédito ascendiendo los mismos a la cantidad de 23.596 euros», revela el documento de la Guardia Civil incluido en una causa que lleva más de cuatro años secreta.
En un informe posterior, que data de junio del año pasado, los agentes exculpan al presidente de la Asociación Unidos, la que más dinero aportó a la cuenta de Cabaní (112.000 euros). Señalan que los ingresos de su presidente, Miguel Esquirol, de 92 años, proceden de la Seguridad Social, de la que cobra una pensión de 31.743 euros al año. Los investigadores consideran que estaría prestando su persona «tanto física como la jurídica» como herramienta para canalizar fondos de origen desconocido en la cuenta de Cabaní en el banco alemán N26. Su papel sería el de testaferro.
Cabaní era el encargado de crear una moneda digital propia. Está investigado por haber participado en la financiación irregular de Tsunami Democràtic y es uno de los principales señalados por la Guardia Civil por presunto blanqueo de capitales, un delito que podría dejar sin amnistía a Puigdemont si los investigadores consiguen demostrar sus sospechas. Entre sus funciones se encontraba «la transformación del dinero malversado en criptomonedas» porque esa divisa era «la vía ideal para lograr su objetivo». El de la independencia.