El jefe de prisiones de Marlaska ejerció de confidente con el entorno de ETA desde 2019
Las comunicaciones se desarrollaron hasta 2021, cuando se produjo el traspaso de competencias al País Vasco
Ilustración de Alejandra Svriz.
A la izquierda abertzale no se le escapaba un detalle sobre los presos de ETA. No los tenía monitorizados, pero recibía información puntual de las decisiones que les afectaban. Y no de un cualquiera, sino del secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz. El jefe de prisiones de Fernando Grande-Marlaska ejerció de confidente del entorno de la banda terrorista entre principios de 2019 y mediados de 2021, meses antes de que se produjera el traspaso de competencias al País Vasco. Así lo revelan las comunicaciones interceptadas a diversos investigados por organizar homenajes a presos etarras entre 2016 y 2019 que la Asociación Dignidad y Justicia pone de énfasis en su último escrito de alegaciones.
Los investigadores no identifican a Ortiz, pero los documentos en poder del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional apuntan directamente a él porque su nombre aparece de forma íntegra en las comunicaciones, a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Mensajes de texto, audios y correos electrónicos en los que daba cuenta de forma periódica sobre acercamientos, progresiones de grado de los presos etarras y hasta de la estrategia procesal de algunas víctimas de ETA.
Los interlocutores del jefe de prisiones eran Joseba Azkarraga (dirigente de Sare) y los abogados de presos de ETA Julen Arzuaga y José María Matanzas, que en 2007 fue condenado a 14 años de cárcel por «integración en organización terrorista». Todos ellos informaban de las conversaciones con Ortiz al etarra Antonio López Ruiz, alias Kubati, a quien la Fiscalía pidió procesar hace dos semanas por organizar presuntamente un centenar de ongi etorri, actos de bienvenida a presos que abandonan la cárcel.
Homenajes de ETA
El Ministerio Público también solicitó juzgar a Haimar Altuna, Oihana Garmendia, Oihana Sanvicente, Carlos Sáez de Egilaz y Felipe San Epifanio. Los tres primeros fueron detenidos por la Guardia Civil en enero de 2020 en el marco de la Operación Kabat. Los investigadores indicaron entonces que los ongi etorri eran «reiterados y sistémicos» y que su puesta en marcha dependía de «una estructura organizativa».
La Operación Kabat destapó negociaciones entre el entorno de ETA y la Secretaría General de Instituciones Penitencias para tratar de favorecer a los presos etarras. Ortiz llegó al cargo en junio de 2018, apenas unos días después de que Marlaska fuese nombrado ministro del Interior tras la moción de censura que llevó al poder al socialista Pedro Sánchez.
Los primeros contactos entre el jefe de prisiones y la izquierda abertzale tuvieron lugar en febrero de 2019, según los datos incluidos en el sumario. La Asociación Dignidad y Justicia cree necesario aclarar cómo y de quién partió la relación, que también pudo incluir a dirigentes del PSOE vasco, según se intuye de un mensaje de Arzuaga al secretario general de Instituciones Penitenciarias fechado en mayo de ese año.
En las conversaciones intervenidas, Ortiz facilita abundante información privilegiada a los abogados del entorno abertzale y a representantes de varias organizaciones investigadas por homenajear a presos de ETA, entre ellas Sare, Foro Social y Etxerrat. Estas también se encargan de trasladar directrices de cómo deben proceder y les asesoran sobre la estrategia a seguir.
Calendario de reuniones
Los interlocutores se referían al jefe de presiones como «el de Madrid». No eran solo conversaciones telefónicas, también existían encuentros físicos, según advierten los informes policiales incluidos en el sumario que instruye el juez Manuel García-Castellón. En los mensajes interceptados, Azkarraga y Arzuaga incluso desvelan su calendario de reuniones con Ortiz y preguntan a su entorno si les interesa que le trasladen algún asunto concreto.
«Lo que ha pasado es un chivatazo a ETA sostenido en el tiempo. El secretario general de Instituciones Penitenciarias tiene la misión de velar por las víctimas y por el Estado de derecho. Ningún preso común tiene la capacidad de tener al mismísimo jefe de prisiones de Marlaska como interlocutor para exigirle una reducción de la condena. Solo ETA puede hacerlo en este momento. Y puede hacerlo únicamente porque la banda terrorista sostiene al Gobierno de Sánchez», sostiene Daniel Portero, presidente de Dignidad y Justicia.
Kubati escribe en febrero de 2019 a Arzuaga para reclamarle «el email que te envió Ortiz de IIPP (siglas de Instituciones Penitenciarias) donde te dejaba claro el criterio sobre traslados a Euskal Herria para operaciones en el hospital». Un mes más tarde era Arzuaga, exparlamentario de Bildu, quien preguntaba en un chat en el que están incluidos otros miembros de la izquierda abertzale si había «funcionado el doping», en referencia a un mensaje del jefe de prisiones.
En otra de las conversaciones intervenidas, Kubati envía un mensaje a Azkarraga el 17 de junio de 2019 para darle las gracias por intermediar ante el responsable de Instituciones Penitenciarias. «Aúpa Joseba. Ha venido mi mujer y he utilizado su ordenador. He leído tu mezu y me parece que la reunión ha salido muy bien. Ha respondido a todo lo planteado. Buen trabajo Joseba». El representante de Sare le responde poco después: «Es lo bueno de enviar unos días antes las cosas a tratar».
Tratamiento individualizado
Días más tarde, Azkarraga enviaba un mensaje a Kubati informándole de la inminente puesta en libertad del preso de ETA José Ángel Otxoa de Eribe, gravemente enfermo (murió apenas tres meses después de ser excarcelado). «Me llaman de Instituciones Penitenciarias para decirme que el juez ya ha firmado la libertad condicional de Otxoa de Eribe».
El 25 de febrero de 2019 es Ortiz quien escribe un mensaje a Arzuaga para informarle de que tres días antes se había acordado remitir al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria el programa de tratamiento individualizado que la Junta de Tratamiento del Centro Penitenciario de Basauri. A continuación reenvía el email a Kubati, al que los investigadores consideran en el eje de la estrategia de la izquierda abertzale.
Arzuaga comparte el 22 de mayo de 2019 el mensaje que mandó a Ortiz para agradecerle la progresión a segundo grado del etarra Zigor Orbe y su traslado a la prisión El Puerto II, en Cádiz. El abogado de los presos etarras plantea al secretario general de Instituciones Penitenciarias que dicho traslado sea pasajero y que pudiera estar pronto en un centro más cercano a su familia. El subordinado de Marlaska contesta a su correo asegurando que tienen en cuenta las propuesta que reciben de las prisiones, pero que no depende de él.
«Entendíamos que nuestra comunicación contigo tenía por objeto facilitar y desbloquear situaciones excepcionales, entendiendo que podíamos coincidir en propuestas para soluciones razonables que conjugaran por un lado el absoluto respeto al reglamento y procedimiento, por otro una nueva perspectiva de la política penitenciaria más humana. Precisamente, para labrar esa sintonía es que mantenemos un canal de comunicación eficaz y estable con responsables del Partido Socialista de Euskadi, como sabes», llega a reprocharle Arzuaga al jefe de prisiones.
