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Ábalos duplicó el pedido de mascarillas con la mediación de Koldo tras el pufo de Correos

Aldama reconoce que sabía que conseguirían la adjudicación y que hablaba con el exministro una semana antes

Ábalos duplicó el pedido de mascarillas con la mediación de Koldo tras el pufo de Correos

Koldo García, Víctor de Aldama y el exministro José Luis Ábalos. | Ilustración de Alejandra Svriz

Koldo García medió para duplicar el número de mascarillas que compró Puertos del Estado al inicio de la pandemia. El empresario Víctor de Aldama dijo este lunes en el Tribunal Supremo que el asesor del exministro José Luis Ábalos se ofreció a ayudarle con su «jefe» después de que Correos les dejara colgados cuatro millones de cubrebocas. El «nexo corruptor» de la trama reconoció durante su declaración de este lunes que sabía que conseguirían la adjudicación y que una semana antes «ya estaba hablando» con el antiguo secretario de Organización del PSOE y su hombre fuerte sobre una operación que les reportó mordidas.

El informe que avanzó Óscar Puente en agosto apunta directamente a Ábalos. El documento reveló que amplió la cantidad de mascarillas de cuatro a ocho millones de unidades en apenas 38 minutos. El exministro firmó a las 19.55 horas del 20 de marzo de 2020 una orden ministerial que modificó apenas media hora más tarde, después de que la empresa advirtiera a Koldo García de que «o todo o nada». El director de Organización de Transportes en sea etapa afirmó en el Senado que remitió al subsecretario dos ofertas, una de cuatro millones y otra de ocho, dependiendo de si se querían cubrir 14 días o un mes.

Puertos del Estado adquirió finalmente ocho millones de mascarillas por 24,2 millones de euros a Soluciones de Gestión, la empresa investigada en el caso Koldo. Su secretario general en ese momento, Álvaro Sánchez Manzanares, explicó durante su declaración judicial que cumplía órdenes de sus superiores, aunque no precisó de quién. El alto cargo del ente público dependiente de Transportes se convirtió el pasado marzo en la primera víctima política de la polémica compra.

Conversaciones con Ábalos

Aldama explicó este lunes en el Supremo que recibió la oferta del propio Sánchez Manzanares, que le habría pedido que la ajustara. Esta era inicialmente de cuatro millones, que se duplicaron de un plumazo cuando Correos rechazó seguir adelante con el acuerdo que tenía con Soluciones de Gestión para comprar otros cuatro millones de cubrebocas.

Un informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (Onif) destaca que el servicio postal llegó a ingresar en las cuentas de la empresa 7,5 millones de euros. El dinero fue devuelto apenas 20 días después de que su interventor alertara de las incompatibilidades de la operación. A pesar de ello, Soluciones de Gestión realizó diferentes donaciones de material sanitario a la empresa estatal que dirigía Juan Manuel Serrano, ex jefe de gabinete y amigo personal de Pedro Sánchez.

El comisionista de la trama aseguró al magistrado Leopoldo Puente que durante la gestión del contrato de mascarillas habló con Serrano, Isabel Pardo de Vera (que entonces presidía Adif, que adquirió días más tarde otros cinco millones de cubrebocas), Sánchez Manzanares, Ábalos y Koldo García, que sería la persona que se ocupaba de las negociaciones. Tras hacerse la adjudicación, según explicó Aldama, siguió reuniéndose con el exministro «para saber cómo se está ejecutando el contrato».

El fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, preguntó si sabía cómo se gestó el precio de las mascarillas. Aldama relató que se hizo un trabajo de campo y que se remitió a Transportes la cantidad de 2,30 euros por unidad, ya que tenían un coste de 1,80 euros. Las comisiones superaron los 16 millones de euros y él se hizo con 5,5 millones, tal y como registró en su declaración de impuestos. El empresario reconoció al representante del Ministerio Público que sabía que serían los adjudicatarios.

El papel de Sánchez Manzanares

«Se creó una confianza (con Sánchez Manzanares), que entraba al Ministerio por la zona que accede el ministro. Subía a la planta noble por su ascensor. Koldo decía que, básicamente, lo que yo les dijera estaba consensuado con ellos», explicó Aldama. No obstante, la decisión de duplicar el número de mascarillas que adquirió Puertos del Estado se origina en la compra fallida por parte de Correos.

El empresario insistió en que Correos devolvió el dinero que había ingresado por los cubrebocas y que entonces mostró su preocupación a Koldo García. «Qué vamos a hacer ahora con esos cuatro millones. Nos vamos a comer esas mascarillas», se quejó. El servicio postal no podía contratarles porque habían enviado ya cuatro millones fuera y el interventor les advirtió de que ya no podían ser sus proveedores. El asesor de Ábalos le dijo que no se preocupara, que lo hablaría con «el jefe» y se arreglaría.

Soluciones de Gestión se había comprometido a entregar las mascarillas en 48 horas, pero dilató el plazo. «Era un caos. Se retrasaron 12 horas más de lo previsto. Si no recuerdo mal, las primeras en vez de ir a Puertos del Estado, Koldo las desvía a Transportes, Correos e Interior. De ahí el enfado de Puertos», señaló Aldama en el Supremo. A continuación relató que el contrato con Adif lo gestiona el asesor de Ábalos. Una petición que extraña a su presidenta, Pardo de Vera, que llamó al ministro.

El 23 de marzo de 2020 a las 08.58 horas entró una segunda oferta. El equipo de Ábalos no había hecho el pago anticipado, por lo que aún tenía tiempo para revertir la operación. Sin embargo, no lo hizo. La propuesta tenía la misma fecha de emisión que la de Soluciones de Gestión. La presentó un bufete de abogados cántabro (Bezanilla & Renedo Abogados) en nombre de la empresa madrileña Grupo Natural Systems Distribuciones, que ofrecía la entrega de los ocho millones de mascarillas en siete días y por un precio final de 10,8 millones de euros. Es decir, a un precio de 1,35 euros, un 55% más barata.

Pago de mordidas

Aldama negó a Luzón que conociera la existencia de otras ofertas, pero sabía que las habría «para cubrir el expediente», según le contaron Ábalos y Koldo García. El comisionista insistió al magistrado que Soluciones de Gestión y el empresario Juan Carlos Cueto se ocuparon de la financiación de las mascarillas. En su caso, usó los contactos de proveedores que tenía en China para comprarlas. Lo mismo que para conseguir el flete con un avión ruso y otras aeronaves, por lo que su labor «no era mera intermediación».

Como ya reveló Aldama en la Audiencia Nacional, los pagos a Ábalos comenzaron mucho antes de que llegara la pandemia y el negocio de las mascarillas. De esa forma habría conseguido 250.000 de los 600.000 euros totales en mordidas. El resto respondería a aportaciones de una serie de empresas que pagaban entre el 1 y el 1,5% por la adjudicación de obra pública, un extremo que negó el exministro el pasado jueves en el Supremo. El actual ministro de Transportes y un informe de Adif también rechazan ese escenario.

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