El Gobierno sigue adelante con el 155 ante la negativa de Puigdemont de convocar elecciones
El Gobierno sigue adelante con la aplicación del 155 ante la negativa de Puigdemont de convocar elecciones
El Gobierno sigue adelante con la aplicación del 155 ante la negativa de Puigdemont de convocar elecciones
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado desde el Palau que no convocará elecciones anticipadas en Cataluña como respuesta a la aplicación del artículo 155. La comparecencia tiene lugar poco después de que Puigdemont haya presentado al Senado las alegaciones a la aplicación del artículo 155 y horas antes de que se celebre en el Parlamento catalán un pleno para analizar la situación política. El Senado debe ratificar este viernes las medidas aprobadas el pasado sábado por el Consejo de Ministros.
La esperada comparecencia del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ante el Senado este jueves para dar respuesta a la activación del artículo 155 de la Constitución por parte del Gobierno central, según medios locales, no se dará.
El senador del Partido Socialista Catalán y ex presidente de la Generalitat, José Montilla, durante la comparecencia de los senadores designados por el Parlament para informar sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución española, ha expresado que Carles Puigdemont todavía puede evitar que el Gobierno central intervenga a la Generalitat.
El conseller de la Presidencia y portavoz del Govern, Jordi Turull, acompañado del conseller de Salud, Antoni Comín, ha informado de que el Govern ha aprobado varias acciones jurídicas para intentar frenar el artículo 155. El anuncio se produce apenas unos minutos después de que la Mesa del Senado haya constituido la Comisión que se reunirá para estudiar las medidas acordadas por el Ejecutivo. El Senado ha planteado la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, acuda al Senado para presentar sus alegaciones a las medidas propuestas por el Consejo de Ministros y “pueda haber un debate” con el gobierno central.
El pleno monográfico del Parlament de Catalunya que pidió Puigdemont este sábado por la noche se celebrará el próximo jueves 26 de octubre, según ha asegurado el miembro de la Mesa Josep Joan Nuet a través de su cuenta de Twitter. Este pleno se realiza para debatir la respuesta a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, con el que el Gobierno del Estado pretende tomar el control absoluto de la Generalitat. El pleno del Parlament se celebrará por tanto un día antes del pleno del Senado que debe ratificar las medidas del artículo 155 aprobadas por el Consejo de Ministros extraordinario del pasado sábado.
El Tribunal Constitucional ha declarado por unanimidad «la inconstitucionalidad y nulidad» de la Ley del Referéndum de Cataluña, que el mismo organismo ya había suspendido de forma cautelar el pasado 7 de septiembre, un día después de su aprobación en el Parlament de Cataluña, informa el TC en un comunicado. Ante el recurso presentado por la Abogacía del Estado, los magistrados consideran que el texto contradice «principios esenciales» del ordenamiento constitucional español: «La soberanía nacional, residenciada en el pueblo español; la unidad misma de la Nación, constituida en Estado social y democrático de derecho, y la propia supremacía de la Constitución, a la que están sujetos todos los poderes públicos y también, por tanto, el Parlamento de Cataluña».
Hace poco, una partidaria de la independencia me daba un discurso lleno de candor, en el que afirmaba que la nueva Cataluña es un proyecto ilusionante y moderno, ¿No me gustaría una educación de calidad para mis hijos, donde personas como yo, que saben de creatividad, de pasión educativa, tengan voz para construir otra cosa diferente a esto que tenemos? Donde la cultura sea real, donde yo misma, que me dedico a hablar tanto de educación, sería bienvenida para asesorar con todos estos conocimientos que tengo sobre los niños de altas capacidades, por ejemplo. Por unos instantes pensé… qué bonito sería poder acabar con este monopolio de los libros de texto llenos de clichés y papanatería, de los profesores aburridos que sueltan su chapa sin enseñar a pensar porque nadie los enseñó a ellos, de la ciencia, la física, la química, la praxis, la matemática sin sumas aburridas para crear hombres felices y no ciudadanos. Qué bonito sería que el colegio no fuese la forma de fabricar conformismo o una criba de talentos que buscan salirse siempre de la caja. Qué bonito sería, si no fuera un oxímoron en las circunstancias catalanas y en el país educativo que se pretende fundar.
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha llegado al Parlament pasadas las 17:30H donde se espera comparezca para valorar los resultados del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre declarado ilegal por el Tribunal Constitucional (TC).
A la espera de lo que diga esta tarde en el Parlament el presidente catalán, Carles Puigdemont, cuando comparezca para valorar los resultados del referéndum de autoderminación del 1 de octubre declarado ilegal por el Tribunal Constitucional y, en su caso, dar cumplimiento a las leyes de desconexión con una declaración unilateral de independencia, la soberanista Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha convocado a los ciudadanos a concentrarse en las proximidades de la sede de la Cámara regional. El gobierno central, por su parte, asegura tener todo preparado para tomar las medidas oportunas.
A pocas horas de que el Parlament se reúna en pleno prescindible queda el apocalíptico paisaje después de la batalla. El espectáculo de estos últimos años no ha podido ser más cañí y cejijunto. De hecho, con la participación de la catequista laica Forcadell, el sempiterno catecúmeno Junqueras y el ruralista granítico Puigdemont, el esperpento de Ruedo Ibérico ha desprendido en todo momento un agrio tufo carlistón y sacristía.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha solicitado este viernes retrasar al martes su comparecencia en el Parlament para dar explicaciones sobre el 1 de octubre, después de que el Tribunal Constitucional suspendiera pleno que se iba a celebrar el lunes sobre el referéndum.
El Govern ha publicado este viernes los datos oficiales del referéndum ilegal del 1 de octubre. Según su recuento oficial, 2.286.217 personas votaron el pasado domingo. De ellas, el Govern asegura que 2.044.038 votaron sí a la independencia, 177.547 votaron por el no, 44.913 votaron en blanco y 19.719 fueron votos nulos.
El referéndum de autodeterminación catalán ha sido el centro de las noticias en las últimas semanas y, especialmente, el domingo 1 de octubre, el día de su celebración. Las continuas tensiones entre el Gobierno de España y el de Cataluña, las órdenes de la Fiscalía General del Estado y del Tribunal Constitucional destinadas a impedir la celebración del referéndum y la división de opiniones entre los diferentes cuerpos de seguridad han sido los protagonistas del proceso.
Hasta 37 de los más de 700 alcaldes que firmaron el decreto de apoyo político al referéndum independentista del 1 de octubre en Cataluña comienzan a declarar este martes. Lo hacen a petición del Fiscal General del Estado y tras la aprobación de la Ley de Referéndum y la Ley de Transitoriedad Jurídica, los principales brazos legislativos de desconexión con España, de acuerdo con la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Entre los alcaldes citados, destacan los jefes de consistorios como Girona (Marta Madrenas) o Reus (Carles Pellicer).
Casi dos semanas después de que el Parlament aprobara las Leyes de Referéndum y Transitoriedad Jurídica, resulta necesario realizar un balance de situación jurídico y conceptual. Me parece que hay un consenso generalizado en la idea de que la aprobación de ambas leyes se hizo sin sustento constitucional y estatutario. Además, en su elaboración se desconocieron las normas del Reglamento interno que regulan la vida de la Cámara, impidiendo que las minorías pudieran ejercer los más elementales derechos de participación democrática.
La petición de Junts pel Sí (JxSí ) y la CUP registrada en el Parlament para anular las sesiones de la cámara previstas para el 20 y 21 de septiembre, por la celebración de la campaña del referéndum del 1 de octubre, ha sido aceptada por la Mesa del Parlament. El organismo quedará, por tanto, sin actividad parlamentaria hasta después del referéndum.
No hay ser más temerario que una persona habitualmente discreta y moderada que se da cuenta que sus principios y preceptos morales le exigen que haga algo que, si solo fuese por su propia satisfacción y curiosidad, no hubiera tenido nunca el atrevimiento de hacer.
Después de seis Diadas, apenas ya nada nuevo se puede decir sobre las mismas. Se consolida en Cataluña un movimiento de masas con gran poder de convocatoria, que ejerce una capacidad de persuasión política sin parangón ni en Europa ni en el mundo. Probablemente, solo ideologías de carácter religioso pueden convencer de manera tan rotunda a los ciudadanos de que alcanzar un objetivo no requiere considerar los daños colaterales. La relación entre nacionalismo y religión ha sido muchas veces puesta de manifiesto. Y, desde luego, no soy la única persona que mientras leía Sumisión de Houellebecq, veía importantes paralelismos con las sucesivas conversiones al independentismo entre amigos y compañeros de trabajo. En fin, hay que reconocer que la libertad de reunión y manifestación es un pilar de la democracia constitucional, pero cuando se transforma en performances industrializadas convierten a la política en una lucha en torno a los metros cuadrados ocupados en la calle.
En el llamado ‘pruces’, todos somos a un tiempo actores y espectadores: si hubo una cuarta pared, hace tiempo que fue demolida. De hecho, no es preciso que hagamos algo para hacer algo; basta con dejar de hacer
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha asegurado este domingo que su ejecutivo ya tiene todo preparado para el referéndum del 1 de octubre, pese a haber sido declarado ilegal por los tribunales españoles. «El Gobierno ya lo tiene todo a punto para que el domingo 1 de octubre los catalanes y las catalanas puedan ir a votar como han hecho siempre, con plena normalidad, porque en las urnas caben todos.
Agentes de la Guardia Civil han abandonado esta tarde la sede del semanario El Vallenc tras practicar un registro que se ha alargado durante «más de cinco horas», llevándose «documentación y un ordenador», ha informado el propio medio, cuyo director Francesc Fàbregas había sido llamado a declarar en las dependencias del cuartel de la comandancia del instituto armado en Tarragona.
El Ayuntamiento de Barcelona rechaza el referéndum de autodeterminación el 1 de octubre con el que el Parlament pretende independizar a Cataluña del resto de España, al anunciar que no cederá espacios para su realización.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este viernes la admisión a trámite por parte del Tribunal Constitucional de los recursos de inconstitucionalidad presentados por el Gobierno contra la ley del Referéndum en Cataluña, por lo que la convocatoria del 1 de octubre ha quedado oficialmente suspendida.
El Tribunal Constitucional ha suspendido la Ley del Referéndum aprobada el miércoles por el Parlamento de Cataluña y los decretos firmados para la consulta de secesionista del 1 de octubre.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha reunido este jueves con Pablo Sánchez, líder del PSOE, quien le ha mostrado su apoyo ante el desafío soberano de Cataluña.
Todos podemos convenir que el problema con el independentismo en Cataluña tiene su origen en un conflicto histórico de carácter territorial. Es algo objetivo. Así se ha entendido creo hasta hoy: pero después de presenciar el debate en el Parlament, con el objeto de discutir e intentar aprobar una Ley de Referéndum que permita hacer una consulta secesionista, creo que muchos ya no compartirán esta interpretación de forma completa. Habrá que introducir nuevas variables. De hecho, las batallas que hasta hoy tenía por ejemplo el PSOE sobre el número de naciones que constituyen España o el consenso para empezar a discutir en la Comisión Constitucional de las Cortes el futuro del Estado autonómico, suenan ya como acontecimientos de un pasado lejano.
Desde la mañana de este miércoles, el Parlament debate la posible aprobación de dos leyes decisivas para la independencia de Cataluña: la Ley del Referéndum y la Ley de Transitoriedad Jurídica.
“Si hubiese una ofensiva del Gobierno para retirar urnas, entonces evidentemente movilizaremos a los ciudadanos para que esto no pase y para que la Generalitat y la administración electoral constituida puedan garantizar que los colegios electorales abran con normalidad”, ha advertido la secretaria general de ERC y portavoz de Junts pel Sí, Marta Rovira, en declaraciones a Efe.
Junts pel Sí (JxS), coalición que gobierna Cataluña, y los independentistas radicales de la CUP, que apoyan al ejecutivo en el parlamento regional, han presentado en el Parlament la llamada ‘Ley de Transitoriedad Nacional’. Esa norma es la principal de las leyes que regularían el marco legal para la «desconexión» de España en el caso de que ganara el «sí» en el referéndum independentista previsto para el 1 de octubre, al que se opone el Gobierno español y el Tribunal Constitucional. Estaba previsto que se conociera a finales de julio pero su presentación se aplazó al haber discrepancias en el calendario de aprobación.
La Mesa del Parlament ha decidido este martes otorgar la Medalla de Honor, en su su distinción de oro, a los Mossos d’Esquadra, los servicios de emergencias, a la Guardia Urbana de Barcelona y a la Policía Local de Cambrils, que el pasado jueves y los días posteriores intervinieron “en la respuesta inmediata a los atentados cometidos” en ambos municipios.
La Mesa del Parlament de este miércoles no ha modificado su orden del día y no ha incluido la admisión a trámite de la ley del referéndum, que avala la votación del 1 de octubre, pese a que Junts pel Sí y la CUP registraron la proposición de ley el pasado 31 de julio.
La decisión del Constitucional se dirige a la presidenta del Parlamento de Cataluña, Carmen Forcadell, y a los demás miembros de la Mesa, así como al President de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quienes les recuerda su deber de «paralizar» cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordada. Además, les apercibe de las “eventuales responsabilidades, incluida la penal, en las que pudieran incurrir”. El comunicado precisa que el Parlamento de Cataluña, dominado por una coalición partidaria de la secesión, dispondrá de veinte días para formular «las alegaciones que estimen oportunas». La próxima semana el mandatario catalán tiene previsto celebrar una reunión con partidos políticos, sindicatos y asociaciones para iniciar los preparativos de este voto, ahora suspendido.
En 2014, el alto tribunal ya decretó en otra sentencia referida a Cataluña que bajo la actual Constitución una región «no puede unilateralmente convocar un referéndum de autodeterminación» dado que la Carta Magna se fundamenta en «la indisoluble unidad de la Nación española».
Cualquiera que tenga a sus bisabuelos enterrados en Cataluña sabrá de lo que hablo. Cuando un catalán quiere defender a su país, en general tiende a humillarse. Naturalmente, me refiero solo a los últimos tres siglos. La humillación puede ser una estrategia civilizada cuando la alternativa es pegar tiros o liarse a puñetazos. La humillación incluso es una estrategia inteligente cuando está claro que los tiros y los puñetazos no van a marcar la diferencia.
Para los catalanes, septiembre ha supuesto durante los últimos años una especie de veranillo de San Miguel, esa copa en el último bar de la esquina antes de llegar a casa tras una larga noche. De algún modo, dejábamos agosto a nuestras espaldas y volvíamos al trabajo a sabiendas de que el inicio del curso político no arrancaría hasta un poco más entrado el mes, con una manifestación que haría honor a su nombre: ponía de manifiesto no sólo quienes acudían sino también quienes dejaban de hacerlo.
Ocurrió en Gerona. Unos turistas alemanes organizaron una performance, que viene a significar acto estúpido. Se trataba de simular una persecución: un famoso que intentaba huir de los paparazzi. Varias personas se unieron a la performance. Otras se fijaron en lo que los participantes llevaban en las manos. Palos de selfie, cámaras, trípodes. Gritos en alemán. «Creo que he visto una pistola». «He oído disparos». «Ataque terrorista». Estampida.
Todos los periodistas lo sabemos. Los publicitarios también. No hay nada como una buena mascota, un tierno animal, para llamar a la audiencia. Los niños también. Hitchcock sin embargo, aborrecía la presencia de ambos ante una cámara por ser impredecibles los resultados.
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