Japón conmemora el bombardeo atómico de Hiroshima
Japón ha conmemorado este domingo el primer bombardeo atómico de la historia, que hace 72 años destruyó la ciudad de Hiroshima, en el sur del país.
Japón ha conmemorado este domingo el primer bombardeo atómico de la historia, que hace 72 años destruyó la ciudad de Hiroshima, en el sur del país.
Las autoridades iraníes han denunciado este jueves que la ley de sanciones firmada por el presidente estadounidense, Donald Trump, es un intento de acabar con el acuerdo nuclear firmado entre Irán y seis grandes potencias en julio de 2015.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha aprobado este viernes el primer tratado que prohíbe las armas nucleares, informan varias agencias. El texto ha sido aprobado con 122 votos a favor, uno en contra (Países Bajos) y una abstención (Singapur), pero solo lo ratificarán 50 países.
Corea del Norte ha disparado este martes un nuevo misil balístico que ha caído en el Mar de Japón, indicaron fuentes militares en Seúl, días después de que el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el nuevo mandatario surcoreano Moon Jae-In examinasen la «amenaza» que representa Pyongyang.
La amenaza es real. Las pruebas balísticas constantes de Corea del Norte, con su extravagante líder y su carrera nuclear hacia ninguna parte, ponen en tensión a las potencias occidentales, que celebran reuniones y organizan actos para prepararse para el día en que esos lanzamientos sean algo más que ensayos. Con todo, lo cierto es que existe otro peligro, mayor y silencioso, que podría desencadenarse en cualquier momento sin la solemnidad de un lanzamiento atómico.
Cuando Kim Jong-un lanzó hace unos días, concretamente el 14 de mayo, un misil a unos 2.000 kilómetros de altitud y logró demostrar que el país más aislado del mundo sigue trabajando, y parece que con éxito, en el desarrollo de armamento nuclear cuyo objetivo son las bases estadounidenses.
Un medio de comunicación oficial norcoreano ha confirmado este miércoles la detención en abril de un profesor estadounidense, en un contexto de gran tensión con Washington por el programa nuclear de Pyongyang.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asegura que cree posible un «gran conflicto» con Corea del Norte en la disputa por los programas nuclear y de misiles del país asiático
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha recomendado este lunes a Corea del Norte que no ponga a prueba la «determinación» del presidente estadounidense, Donald Trump, frente a los programas balísticos y nucleares de Pyongyang.
El ejército de Corea del Norte prometió una «respuesta sin piedad» a cualquier provocación estadounidense, indicó este viernes la agencia oficial norcoreana KCNA en medio de tensiones crecientes con Estados Unidos.
Menos de 48 horas después de bombardear Siria, el Gobierno estadounidense ha decidido actuar sobre otro tema que domina su agenda internacional: un portaaviones y su flota se dirigen a la península coreana ante las ambiciones nucleares de Corea del Norte. «El comando del Pacífico de Estados Unidos ordenó al grupo aeronaval del portaaviones USS Carl Vinson movilizarse como medida prudente para mantener su disposición y presencia en el Pacífico», ha explicado el portavoz Dave Benham, citado por AFP.
Unos 120 países comenzaron a negociar el pasado lunes un tratado internacional para prohibir las armas nucleares, un proceso que se llevará a cabo sin la participación de las potencias atómicas, que consideran la iniciativa poco realista e inoportuna.
Kim aseguró en su mensaje de Año Nuevo que Corea del Norte es ahora una «potencia militar del Este que no puede ser alcanzada, ni siquiera, por el enemigo más potente», en clara alusión a Estados Unidos. El país asiático llevó a cabo dos pruebas nucleares y numerosos lanzamientos de misiles en 2016, en su afán por desarrollar un sistema de armas atómicas capaz de golpear a Estados Unidos con una cabeza nuclear. Aunque Washington ha prometido en repetidas ocasiones que nunca aceptará a Corea del Norte como potencia nuclear, Trump no ha especificado su política respecto al país asiático. El magnate republicano amenazó con un regreso a la Guerra Fría el mes pasado, cuando tuiteó que Estados Unidos «debe reforzar y expandir ampliamente su capacidad nuclear».
Los analistas están divididos respecto a la capacidad real de Corea del Norte para dotarse de un arma atómica, pero todos coinciden en que Pyongyang ha realizado enormes avances en este sentido desde que Kim Jong-un sucedió a su padre, Kim Jong-il, fallecido en diciembre de 2011.
Estas nuevas informaciones relacionadas con el alcance de sus misiles supone una amenaza para toda la Alianza Atlántica. Lee Sang-haw, director general de la Oficina de Asuntos Nucleares de Corea del Sur, dijo que la distancia que los cohetes norcoreanos podría ser mucho más larga de la prevista. Hasta ahora las pruebas sugerían que los misiles norcoreanos alcanzaban sólo unos pocos miles de kilómetros, siendo el Hwasong-10 el de mayor gama que abarcaba una distancia de 4.000 kilómetros, lo suficiente como para llegar a Rusia central. Según el Instituto Coreano de Análisis de la Defensa (KIDA), que tomó testimonios detallados de desertores norcoreanos que habían tenido altos cargos en las Fuerzas Armadas de Pyongyang, el régimen del país ha tomado medidas concertadas no solo para reforzar las armas de destrucción masiva, sino también sus fuerzas convencionales, informa Korea Times.
El poderío militar de Corea del Norte está bajo el escrutinuo constante de la comunidad internacional a medida que el régimen norcoreano realiza pruebas amenazantes. Tan solo durante este año, el régimen de Kim Jong-un ha probado dos dispositivos nucleares y ha disparado decenas de misiles balísticos, incluyendo los lanzados desde un submarino.
Países de todo el mundo se reunirán el próximo año para negociar un tratado que prohíba las armas nucleares, a pesar de la oposición de la mayor parte de las potencias atómicas. Así lo decidió una comisión de la Asamblea General de la ONU con el apoyo de 123 países, el voto en contra de 38 y la oposición de 16 para prohibir las armas nucleares. Aunque la resolución aprobada hoy no es legalmente vinculante, sí pone en marcha el proceso de negociaciones y es considerada un paso “histórico” por las organizaciones que defienden la abolición de las armas atómicas. Varias fuentes diplomáticas aseguran que algunos países como Estados Unidos han presionado en los últimos días a sus socios para que no apoyasen la iniciativa.
Las potencias que se oponen a la reunión consideran que las negociaciones sólo servirán para crear división. Francia y Reino Unido defendieron que este proceso negociador obstaculizará los progresos conseguidos por el Tratado de No Proliferación Nuclear, el acuerdo que restringe la posesión de armas atómicas a EEUU, Rusia, China, Francia y Reino Unido, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Al margen de este acuerdo, también poseen armas nucleares India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. De estos países, el único que apoyó la resolución para que tenga lugar esa conferencia en 2017 fue Corea del Norte, mientras que India, Pakistán y China se abstuvieron y el resto votaron en contra. Con la excepción de Holanda, que se abstuvo, también dijeron “no” todos los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluidos España, Alemania, Italia o Turquía. La resolución será sometida más adelante al pleno de la Asamblea General de la ONU, en lo que a priori debería ser un paso formal, dado el amplio apoyo que recibió.
Los expertos coinciden al señalar que la Tercera Guerra Mundial sería «letal y rápida». Un artículo publicado recientemente en el Daily Mail informó que Mark A. Milley, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos declaró en una reunión militar que el conflicto mundial «está casi garantizado» y que las armas de inteligencia artificial inteligentes serán las que dominen la guerra. En cuanto a las situaciones que pudieran dar lugar a la Tercera Guerra Mundial, la publicación Inquisitr informa que según las opiniones de militares y expertos, el catalizador podrían ser «pequeñas guerras» entre otras naciones, «donde los países más poderosos toman partido y empujan sus propias agendas». Cita como ejemplos la Guerra Civil Siria, el conflicto en Ucrania o en aguas del mar de la China Meridional. Según señalan los analistas, estos conflictos están dando lugar «a una nueva carrera armamentística» entre EE.UU, Rusia y China, potencias que buscan diseñar «los mejores y más eficaces sistemas de armas con los que luchar en la próxima generación de guerras».
«En otras palabras, la capital del Norte será reducida a cenizas y borrada del mapa», reveló una fuente militar de Seúl a la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Tras el último ensayo nuclear del régimen norcoreano, que llegó a provocar un terremoto de magnitud 5,3, Corea del Sur avisa de que está preparada para lo peor. El operativo previsto por el Ministerio de Defensa pretende lanzar bombardeos preventivos contra el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el liderazgo militar del país, si detectan signos de un inminente uso de armas nucleares o en el caso de una guerra, explicó la fuente.
Cuanto más amenazantes y preocupantes son los test nucleares de Corea del Norte, más alerta está Corea del Sur. Por eso Seúl anunció a mediados de agosto su intención de incrementar de forma significativa su arsenal de misiles para hacer frente a la «creciente» amenaza armamentística de Corea del Norte.
Con el «Gembaku Domu» de fondo, la cúpula que quedó en pie tras el ataque que arrasó la ciudad, el presidente estadounidense ha abogado por un «mundo sin armas nucleares». «Hiroshima nos enseña esta verdad. El progreso tecnológico sin progreso en las instituciones humanas puede aniquilarnos; la revolución científica necesita una revolución moral», ha señalado el presidente norteamericano. Obama ha depositado una corona de flores en el cenotafio de Hiroshima, donde están consignados los nombres de las víctimas de la devastación nuclear. Desde que se anunció la histórica visita, el gabinete de Obama ha recalcado que el presidente no se disculparía por la bomba atómica, ya que la doctrina oficial en EEUU es que la bomba atómica salvó vidas al acortar la guerra. El mensaje de reconciliación de Obama ha quedado plasmado en su dedicatoria en el libro de visitas de Hiroshima: «Hemos conocido la agonía de la guerra. Vamos a encontrar el coraje juntos para difundir la paz y proponer un mundo sin armas nucleares».
Es la primera vez que un alto cargo de EEUU visita oficialmente esta ciudad japonesa, que fue borrada del mapa tras el lanzamiento de un artefacto nuclear en 1945. Un alto funcionario del Gobierno estadounidense ha dicho a Reuters que el acto de homenaje a las víctimas no significa que EEUU esté ofreciendo disculpas a Japón por aquello, pero el gesto supone un primer paso para demostrar la determinación de la Administración Obama por erradicar las armas nucleares. A finales de mayo Japón albergará la cumbre del G7, lo que alimenta las expectativas de que Obama acuda a tan simbólico escenario que representa la barbarie nuclear.
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