Libros ‘guachis'
Hasta ahora, la barrera entre estos libros y la llamada literatura de calidad estaba clara
Hasta ahora, la barrera entre estos libros y la llamada literatura de calidad estaba clara
Será que la obligación de leer por trabajo le quita literatura al asunto, o que el morro se vuelve con el tiempo más y más fino, o simplemente que no he sabido elegir buenos títulos, o que no los he sabido leer bien, pero este 2018 que se acaba no ha sido para mí un año de lecturas deslumbrantes. Ninguna me ha dejado sin habla, aunque sí ha habido un puñado de libros que me han gustado hasta el punto de querer recomendarlos en esta lista -otra más- de lecturas del año que nadie necesita ni reclama. Y, sin embargo…
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ya tiene nuevos miembros de la junta directiva, de la que saldrá en noviembre su nuevo presidente, 35 socios entre los que finalmente Eduardo ‘Teddy’ Bautista no está y que han sido elegidos en unos comicios con una alta abstención.
Yeats comentaba que las correcciones que se podían añadir a la prosa eran infinitas, pues las reglas de ésta no eran fijas. Por el contrario, decía el poeta, cuando al sentarse a escribir, se daba con la forma y el contenido de un poema, era como el “clic de una caja al cerrarse”. A ese clic se refería David Foster Wallace para describir la sensación que le generaba la lectura de determinados autores: era como si, al leerlos por primera vez, algo hubiera hecho encajado. La atracción estética es para mí un misterio insondable. Hace mucho tiempo que me resulta asombroso observar la versatilidad de la belleza, las formas inverosímiles en que ésta nos penetra y pulsa las teclas de nuestro espíritu.
Uno de los programas culturales más exitosos de nuestro tiempo (y entiéndase ‘programa’ en el sentido en que lo pueda ser la corrección política) fue el que promovieron a principios de los noventa Manuel Vázquez, Javier Marías, Santiago Segurola y Jorge Valdano. Hablo, claro está, de la imbricación del fútbol y la vida, que podríamos definir como la fijación del cauce expresivo que liberó al juego de su servidumbre semántica para presentarlo tal cual era: un fenómeno asombroso.
Pues sí, han salido las clásicas estadísticas del ministerio de Cultura que nadie lee sobre la edición de libros y parece que la noticia es clara: el libro de papel todavía no ha muerto. Los augurios que desde hace décadas vaticinan que el lector abandonará el papel en favor de la pantalla electrónica siguen manchándose de barro las perneras. De hecho, según este estudio la producción de libros físicos ha subido un 1.2 %, dato que no debería corresponder a un soporte que según todos los gurús se hunde sin remedio.
En las librerías hay estantes copados por un renovado género: el terror politológico. Cómo mueren las democracias, La edad de la ira, La gran degeneración, El pueblo contra la democracia, Fascismo… y me temo que a los autores de estos libros no les falta razón en el análisis. A pesar de que cualquier tiempo pasado nos parece mejor, la erosión de las virtudes cívicas y el auge de opciones populistas son hoy una realidad a la que deberíamos atender. La consciencia es la antesala del compromiso individual. Y es que, entre las soluciones que se proponen, hay una que depende únicamente de cada uno de nosotros. Es una de las lecciones de Timothy Snyder en su obra titulada, cómo no, Sobre la tiranía (Ed. Galaxia Gutenberg). “Haz un esfuerzo por distanciarte de Internet. Lee libros”.
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha citado como investigados en el caso de la rueda de las televisiones a ocho personas, entre ellas el actual presidente de la SGAE, José Miguel Fernández Sastrón.
Las editoriales musicales Warner/Chappell, Sony ATV, Universal Publishing, BMG y Peermusic han comunicado a la SGAE que se llevan su repertorio anglo americano, que supone el 40% de los derechos de autor recaudados por la sociedad de autores.
La 77º edición de la Feria del Libro de Madrid ha llegado a su fin con 8,2 millones de euros en ventas, lo que supone una bajada del 7% respecto a 2017, y con 2,2 millones de visitantes.
El pintor aragonés Pepe Cerdá sostiene que no hay que volver a los sitios en los que uno ha sido feliz. Lo dice pensando en París, donde él fue feliz y donde vuelve siempre que puede, entre otras cosas, para saber de lo que habla. El primer trabajo que tuve cuando me mudé a Madrid fue en una caseta de la feria. Entonces me pareció inabarcable y que duraba demasiado.
Internacionalización, digitalización y sostenibilidad son tres de las características que ha destacado la organización de la 77ª edición de la Feria del Libro de Madrid, que durante 17 días —del 25 de mayo al 10 de junio— llenará de libros el Parque del Retiro.
Cientos de personas han salido a las calles de México al grito de «No son tres, somos todos» y «No somos delincuentes, somos estudiantes» para reclamar el pleno esclarecimiento del asesinato de tres estudiantes a manos del cártel de Jalisco, así como para exigir protección ante la escalada de violencia que atraviesa el país. Según cifras oficiales, hasta 2017 se han contabilizado 33.513 personas desaparecidas en México.
La noche de los libros. Ese evento del 20 de abril en el que en Madrid mandan —imaginen— los libros.
De la conveniencia de la ficción
Entre el 24 y el 27 de mayo, la pequeña localidad gallega de Cans “enciende” sus focos, despliega la «alfombra roja» y pone a disposición de los invitados y visitantes los chimpines (tractores pequeños), el vehículo oficial del festival de cine más ‘agroglamouroso’ de todos.
Que en esta primera semana del año era dura la competencia por el tema que nos mantendría ocupados durante siete días es innegable. Ahí estaba la Toma de Granada –tan tradicional su celebración como, creo que desde este 2017 recién estrenado, su cuestión y su polémica- y el vestido de Cristina Pedroche, quien encendía todo tipo de materias posibles: tangibles e intangibles, cuerpos y palabras. A ver quién, tomando la toma de la tangente, se colaba entre esas dos discusiones, carne de remix tuitero en el ruedo hispánico, con r de redes sociales. Del tema al toma, y del toma al tomo. De lomo, se entiende.
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