El bebé, no mayor a un año de edad, fue rescatado sin vida por la organización antes citada el viernes tras hundirse la barcaza de madera en la que viajaba. El voluntario alemán que aparece en la imagen ha declarado que había visto al bebé en el agua “como una muñeca, con los brazos extendidos”. Agarró el antebrazo del bebé y sacó su diminuto cuerpo inánime del agua. Este voluntario es padre de tres niños y terapeuta musical de profesión, por lo que empezó a cantar para consolarse y “para dar algún tipo de expresión a este momento incomprensible y desgarrador. Hacía sólo seis horas este niño estaba vivo”. La ONG Sea-Watch recogió otros 25 cuerpos, entre ellos el de otro niño. El equipo de la organización decidió por unanimidad la publicación de la foto.
Esta instantánea recuerda a la del pequeño Aylan, el niño sirio de tres años que yacía tumbado sin vida en una playa de Turquía y que ponía rostro humano a una tragedia, la de los refugiados, que lleva demasiado copando portadas. El tiempo dirá si la foto del pequeño rescatado la semana pasada tiene el efecto buscado.