La infanta Elena y Cristina de Borbón: una férrea relación a prueba de bombas
Una supuesta gran bronca entre las hijas de Juan Carlos I sirve para analizar cómo es la relación entre las infantas
Una supuesta gran bronca entre las hijas de Juan Carlos I sirve para analizar cómo es la relación entre las infantas
«El anuncio de separación de Cristina e Iñaki confirma que lo suyo no fue un malentendido, sino el reflejo de su realidad sentimental»
Urdangarin fue condenado por los delitos de prevaricación en concurso medial con un delito de malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, tráfico de influencias y dos delitos fiscales
El Tribunal Constitucional (TC) ha rechazado el recurso de amparo presentado por el exduque de Palma Iñaki Urdangarin, encarcelado en la prisión de Brieva, Ávila, desde el 18 de junio de 2018, contra la sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que lo condenó a cinco años y 10 meses de prisión por el caso Nóos.
El exduque de Palma Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina, ha pedido al Constitucional que deje en suspenso la condena de más de cinco años de prisión que cumple por el caso Nóos mientras se pronuncia sobre el recurso de amparo que ha presentado.
El Tribunal Supremo ha desestimado los incidentes de nulidad interpuestos por el exduque de Palma Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres contra la sentencia del caso Nóos, informa el Supremo en un comunicado. La sentencia que reurrieron los condenó a más de cinco años de cárcel a cada uno y por la que ya se encuentran en prisión. En un auto, la Sala Segunda del alto tribunal señala que en los escritos de ambos condenados no se aducen cuestiones nuevas adoptadas por la sentencia que el Tribunal Supremo dictó el pasado mes de junio, sino que son «un intento de prolongar o alargar (y el algún punto, ampliar extemporáneamente) el debate de casación».
Cuando Iñaki Urdangarín entró a formar parte del Instituto Nóos, creado por Diego Torres en 1999, debió de confundir los términos ‘sin ánimo de lucro’ con ‘sinónimo de lucro’. Sólo así se entiende que el marido de la infanta Cristina se dedicase a usar la entidad adscrita como Fundación para falsear documentación, defraudar, realizar tráfico de influencias y desviar fondos para enriquecerse, delitos todos ellos por los que fue condenado en febrero de 2017 a seis años y dos meses de cárcel. Una sentencia que llegó 11 años y un día después de que estallara el escándalo que acabaría poniendo patas arriba, nada menos que a la primera institución del país, la Monarquía, hasta entonces intocable, incuestionable.
En enero de 2016, después de años de complicada instrucción del caso Nóos dirigida por el juez José Castro, en la que no faltaron duras críticas contra su persona por haber procesado, nada más y nada menos, que a una hija y hermana de reyes, y con una fiscalía que actuó más como abogado defensor de la real imputada, se abrió finalmente juicio oral contra ella y el resto de los implicados. Frente a las presiones para evitar que la hermana del rey Felipe VI se sentara en el banquillo, la imagen finalmente se produjo y fue portada de los telediarios y periódicos de medio mundo. Está acusada de presunta cooperadora de dos delitos contra la Hacienda Pública por defraudar al fisco en los ejercicios 2007 y 2008. «Qué ganas tengo de que acabe esto para no volver a pisar más este país», dicen que comentó en un momento del juicio, según han reproducido varios medios nacionales. Y es que la infanta vive desde hace unos años en Suiza con su familia. Su marido Iñaki Urdangarín, ex jugador de balonmano metido a empresario, y su socio Diego Torres, son los principales encausados. El ex Duque de Palma está acusado de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad y blanqueo de capitales. La Fiscalía pide para él 19,5 años de cárcel. Se esperaba que la sentencia se conociera a finales de este año, pero la complejidad del caso está retrasando la decisión del Tribunal, quizá porque no debe de ser fácil enviar a la cárcel al cuñado del rey.
Si la imagen de una infanta de España en el banquillo acaparó portadas, la del ex vicepresidente y ministro de Economía en los Gobiernos de José María Aznar, además de ex gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, declarando ante un tribunal fue un bombazo mediático. Un año antes, su detención por presunto fraude en el uso de las tarjetas black de Bankia, entidad que también presidió, fue devastadora y supuso el principio del fin de quien en su día fue una de las personas más influyentes del país. A partir de ese momento, las informaciones sobre fraude fiscal, uso de testaferros y actuaciones delictivas le han acompañado. Declaró el pasado mes de octubre en el juicio y el fiscal pide para él cuatro años y cinco meses de cárcel por el uso fraudulento de tarjetas opacas para Hacienda, con las que él y otros 64 directivos de Caja Madrid, primero, y Bankia, después, gastaron más de 12 millones de euros. La sentencia se espera para 2017.
El 4 de octubre comenzó el más esperado de los juicios, el del caso Gürtel, después de más de siete años de instrucción. Un total de 37 acusados que suman 740 años de cárcel, implicados presuntamente en la trama dirigida por Francisco Correa en la que, según la acusación, se amañaron contratos por valor de 353,6 millones de euros en la Comunidad de Madrid, Gobierno de Castilla y León, ayuntamientos de Madrid, Pozuelo, Boadilla, Majadahonda y Arganda del Rey, los consistorios andaluces de Estepona y Jerez, y AENA (el operador aéreo que depende de Fomento). Uno de los mayores escándalos de corrupción sobre el que planea la sospecha y una investigación abierta de presunta financiación ilegal del Partido Popular, con el ex tesorero Luis Bárcenas a la cabeza. En el juicio, Correa aseguró que la sede nacional del PP en la madrileña calle de Génova era «como mi casa», «pasaba más tiempo en la sede del PP que en mi despacho». Demoledor. Además, entre los procesados están Álvaro Perez, alias ‘el Bigotes’, y supuesto conseguidor en la pieza abierta relativa a la presunta trama de corrupción del PP en Valencia. La ex ministra de Sanidad, Ana Mato, procesada como partícipe a título lucrativo por los presuntos delitos que cometió su ex marido, Jesús Sepúlveda, ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, o Pablo Crespo, supuesto número 2 de la trama Gürtel, y ex dirigente del PP en Galicia, son algunos de los encausados en un juicio que sigue su curso.
En 2017 estos tres casos de corrupción seguirán siendo noticia porque, una cosa está clara, las sentencias que se dicten no pasarán inadvertidas para nadie.
Inicia sesión en The Objective
Crea tu cuenta en The Objective
Recupera tu contraseña
Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective