¿Por qué portarme bien cuando me conviene actuar mal?
Se han ofrecido numerosas respuestas a esta pregunta.
Se han ofrecido numerosas respuestas a esta pregunta.
Agustín Fernandez Mallo publica ‘Teoría general de la basura’, una poética del residuo con la voluntad de abrir un camino teórico-práctico para trabajar sobre la ruina.
La Comisión de Educación del Congreso ha aprobado este miércoles por unanimidad una proposición no de ley en la que pretende reorganizar el currículo de Bachillerato para establecer la Filosofía y la Historia de la Filosofía como materias comunes y obligatorias en 1º y 2º de Bachillerato. Además, esta proposición señala la voluntad del Congreso de incorporar la asignatura de Ética en el currículum de 4º de la ESO como materia común y obligatoria.
Desde luego, no por los motivos que suelen dar los filósofos para ello. Tras que la última reforma educativa redujera las horas de Filosofía en los institutos, muchos han esgrimido el arma que se supone más filosófica de todas, la argumentación racional, para defenderla. El cuadro ha resultado un tanto lúgubre.
Raro es el día en que alguien no se lamenta por la desaparición de la Filosofía. Se coge alguna noticia bochornosa sobre educación –también puede ser de otra cosa– y luego se exclama: «¡Y quieren quitar la Filosofía de los institutos!».
Saul Leiter prefería fotografiar las gotas de lluvia en una ventana que a un famoso y jamás se sintió digno de reconocimiento. Tampoco le importó.
Las ideas de Nietzsche sobreviven, más allá de los años. Hoy en día podemos encontrarlas en novelas, canciones y sí, también series. Especialmente en dos de nuestras preferidas: Rick and Morty y True Detective.
Las ideas de Nietzsche sobreviven, más allá de los años. Hoy en día podemos encontrarlas en novelas, canciones y sí, también series. Especialmente en dos de nuestras preferidas: Rick and Morty y True Detective.
Si a uno le gusta mucho debatir (levanto la mano), y por tanto lo hace a veces con gente de ideas más izquierdosas, pero también más derechosas que uno mismo (mantengo la mano levantada), es probable que haya notado cierto fenómeno. Es mucho más frecuente que tu contrincante izquierdista se aparte del tema concreto de debate
Si el nuevo curso político ha de comenzar porque el anterior haya acabado, sólo invito a una reflexión. Si no estamos dispuestos a renunciar íntimamente a nuestros caprichos, no juguemos con el orden que nos permite tenerlos. Guardemos nuestra, locura, en fin, para todos los lugares que queramos excepto para el hemiciclo. Todos.
Miguel Ángel Quintana Paz reflexiona acerca de la estrategia comunicacional del equipo de Pedro Sánchez que ha sido tan cuestionada en los últimos días.
Miguel Ángel Quintana Paz reflexiona acerca de la estrategia comunicacional del equipo de Pedro Sánchez que ha sido tan cuestionada en los últimos días.
Un amigo me avisó enseguida del artículo de Quintana Paz, por si quería rebatirlo. Se titulaba: “¿Por qué se acelera la decadencia de la Iglesia católica en España?”, así que afilé mis armas ultramontanas. Pero cometí un error fatal, de principiante. Leí el artículo. De modo que ahora, en vez de contradecirlo, lo voy a continuar.
Pocos días atrás, Santiago Navajas, profesor de Filosofía, contaba en las redes sociales cómo en el examen de Selectividad en Francia habían optado por despachar el examen de la asignatura con la siguiente pregunta: ¿Es el deseo un signo de nuestra propia imperfección? Partiendo de esta cuestión, el alumno debe escribir un ensayo apoyándose en los conocimientos adquiridos de la mano de los distintos filósofos estudiados y, sobre todo, apoyándose en el espíritu reflexivo, crítico y creativo que el alumno haya madurado al calor de las mentes más brillantes de la historia. Una asignatura que ayuda a construir una mentalidad propia, una determinación propia e incluso un lenguaje propio se ve potenciada con un examen de este tipo, que obliga al alumno a utilizar el adjetivo más importante de los que han cruzado por este párrafo: «propio».
Es quizás el suceso más curioso de nuestros tiempos que las sociedades más prósperas de la historia de la humanidad sean también las más insatisfechas. Tanta paz, tanta riqueza y comodidad, tanta cultura gratuita a la mano y tanta educación universal nos ha valido de tan poco… El reino dual de la ciencia y el mercado, imperante desde la posguerra, nos ha dado señalados adelantos materiales e intelectuales; arribos que, ante la dejadez de Europa y Norteamérica, parecen más bien desvíos. Si por dinero y epistemología pudiera tener significado la vida ya deberíamos haber llegado a la utopía, o al menos tenerla cerca. Pero mientras más andamos, más se nos aleja.
Hay un pasaje de los Ensayos de Michel de Montaigne en que el gran francés se hace eco de un dilema ético (y cristiano) bien peliagudo. Imaginemos, dice nuestro filósofo, que se constriñera a un hombre bueno a optar entre realizar cierto esfuerzo o cometer una maldad. En principio, la tesitura no resultaría demasiado ardua: si es de veras persona bondadosa, no le importará arrostrar ciertas dificultades por mor del bien. Ahora bien, añade Montaigne, la cosa empieza a intrincarse cuando se le da a elegir a ese justo varón entre dos actos malvados. Ahí sí que (cedo la palabra a los Ensayos) “se le coloca ante una espinosa elección. Como le sucedió a Orígenes, a quien pusieron en la alternativa de, o bien adorar un falso ídolo, o bien gozar carnalmente de un horrible etíope que le presentaron. Al parecer, Orígenes optó por lo primero; y obró mal al hacer así, según algunos autores” (como Nicéforo Calixto).
“Dios ha muerto… nosotros lo hemos matado”, con esta famosa frase empieza el Dr. Peterson su clase. “Muchos se equivocan al pensar que esto lo decía Nietzsche alegremente. Todo lo contrario. Él sabía que el vacío de Dios lo tendría que ocupar alguna ideología de segunda mano, como el marxismo o el fascismo. Nietzsche, al igual que Dostoievski, fue el gran profeta de los baños de sangre del siglo veinte…”.
Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir (Lumen, 2018) revisita la vida de la emblemática pensadora francesa a través de varias voces del feminismo actual.
La ejecutiva de PNV se reunirá mañana de forma extraordinaria para decidir si apoya la moción de censura presentada por el PSOE contra Rajoy. En el caso de que los cinco diputados vascos se sumen a los de Podemos, Compromís, Nueva Canaria y los partidos nacionalistas catalanes, Pedro Sánchez podría aprobar su moción.
La ejecutiva de PNV se reunirá mañana de forma extraordinaria para decidir si apoya la moción de censura presentada por el PSOE contra Rajoy. En el caso de que los cinco diputados vascos se sumen a los de Podemos, Compromís, Nueva Canaria y los partidos nacionalistas catalanes, Pedro Sánchez podría aprobar su moción.
La esfera pública tal y como se entiende en la tradición liberal democrática, se basa, al menos en teoría, en un periodismo profesional capaz de presentar a la sociedad con objetividad, rigor y calidad los temas de mayor interés para el debate público. Y, al mismo tiempo, en que grandes sectores sociales educados estén interesados por estar informados de forma activa sobre los hechos presentados por los medios de masas y de ese modo, con el desarrollo de su propio criterio, contribuyan a la construcción de la opinión pública. Este modelo ha entrado en crisis con la eclosión social de Internet y, en especial, con la emergencia de la comunicación interpersonal colectiva a través de las grandes plataformas digitales.
El nombre de Candace Owens saltó a la palestra gracias a dos tuits: uno de Kanye West y otro de Donald Trump. Estos dos personajes, el rapero marido de Kim Kardashian y ganador de 21 premios Grammy, y el presidente de Estados Unidos, ya se han visto relacionados anteriormente por los comentarios de apoyo del artista al magnate y líder republicano. Ahora es Candace West quien los une, pero: ¿quién es realmente la pensadora de cabecera de Kanye y Donald?
El filósofo Emilio Lledó ha rechazado recibir la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid tras la polémica del máster de la expresidenta Cristina Cifuentes.
Los bilbaínos que acudieron a una conferencia de título, en principio, poco atractivo (“La pedagogía social como programa político”), pero impartida nada menos que por el filósofo José Ortega y Gasset, tuvieron allá por 1910 el privilegio de escuchar en primicia una frase que se acabaría convirtiendo en todo un lema para nuestro país. Se trata del célebre “España es el problema y Europa la solución”: una idea que al regeneracionismo de inicios de siglo apasionó, la II República ambicionó, los antifranquistas contemplaron con esperanza y nuestra democracia actual ha elevado casi al rango de dogma.
La Real Academia Española (RAE) ha elegido al dramaturgo, director teatral y filósofo madrileño, Juan Mayorga, para ocupar la silla “M” que quedó vacante tras el fallecimiento del escritor Carlos Bousoño en 2015. Mayorga, licenciado en Filosofía y en Matemáticas -de las que fue profesor-, es Premio Nacional de Teatro y Premio Nacional de Literatura Dramática. Su obra se ha traducido en 32 idiomas y se ha representado en cerca de 40 país. El autor está considerado como el dramaturgo y director español de mayor proyección internacional. Siempre ha defendido que “el verdadero teatro está hecho de valor para decir la verdad, aunque duela”. Él entiende el teatro como un espacio crítico de la realidad y como “un ring de boxeo del que nadie sale indemne”.
La empresa española Acuilae ha desarrollado Ethyka, un módulo ético basado en inteligencia artificial que puede analizar dilemas complejos para optimizar el uso de los equipos de inteligencia artificial, mejorar sus decisiones y evitar su corrupción. Para ello, Ethyka se basa en el funcionamiento del cerebro humano, diferentes patrones éticos, criterios de decisión y comportamientos humanos. Esta tecnología puede ser implementada en sistemas virtuales, unidades autónomas, apps y servicios web.
El número de este mes de Letras Libres, la excelente revista cultural que en España dirige Daniel Gascón, viene dedicado a la vida y el legado de Karl Marx, de quien se celebra el segundo centenario de su nacimiento. He comprado la revista, pero he puesto cuidado en no leerla, sobre todo porque no quiero que la lectura de especialistas que saben más que yo me chafen –al menos por ahora– la opinión que hace tiempo me hice del personaje: Karl Marx me cae mal.
2001: Una odisea en el espacio cumple 50 años y compartimos contigo las razones para seguir viéndola una y otra y otra vez.
En su célebre Derecho natural e historia, Leo Strauss reflexionó sobre las normas de justicia que deberían guiar el ejercicio de la política. En una ocasión concreta, lo hizo leyendo a Aristóteles y pensando en esas normas morales que van dirigidas al sostenimiento del bien común.
El cobre conduce la electricidad y Twitter la mentira. Lo hace a velocidad lumínica, incontrolable, epidémica. Teníamos motivos para suponerlo. Lo corrobora un estudio en la revista Science, que pone la lupa en 126.000 historias compartidas por tres millones de usuarios a lo largo de una década.
Escribe Foucault en Microfísica del poder (“Curso del 14 de enero de 1976”): “No considerar el poder como un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre los otros, de una clase sobre las otras; sino tener bien presente que el poder, si no se lo contempla desde demasiado lejos, no es algo dividido entre los que lo poseen, los que lo detentan exclusivamente y los que no lo tiene o lo soportan”. Si el lector o lectora arruga el gesto, y más en un día como hoy, Foucault prosigue, explicando cuál es para él la naturaleza del poder: “El poder tiene que ser analizado como algo que circula o, más bien, como algo que no funciona sino en cadena. No está nunca localizado aquí o allí, no está nunca en las manos de algunos, no es un atributo como la riqueza o un bien. El poder funciona, se ejercita a través de una organización reticular. Y en sus redes no sólo circulan los individuos, sino que además están siempre en situación de sufrir o ejercitar ese poder, no son nunca el blanco inerte o consintiente del poder ni son siempre los elementos de conexión. En otro términos, el poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos”.
Con ocho basta. Consejos de Edith Wharton para el 8 de marzo
El pensamiento político liberal vive un hecho aparentemente paradójico: cuanta más presencia tiene en librerías y medios, más cuestionado está. Y, bien mirado, quizá no sea algo tan paradójico: se lo defiende y valora precisamente cuando el auge de movimientos populistas o regímenes iliberales lo ponen en cuestión en todo el mundo. Lo extendido de los elogios de los libros de Mark Lilla, politólogo liberal e historiador de las ideas, es un buen ejemplo de ello. El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa publicará próximamente La llamada de la tribu, una crónica intelectual de su viaje del marxismo al liberalismo (por enésima vez, pero ahora en libro) de la mano de autores como Popper, Hayek o Berlin. Han sido constantes las cuidadas reediciones o las nuevas traducciones de libros de Aron, Mill o Schumpeter, y casi todos los ensayos críticos contra el populismo han recurrido a estos autores para ponderar las virtudes del liberalismo y su contribución histórica al progreso.
Antes y después de llegar al trono, el 19 de junio de 2014, Felipe VI se ha caracterizado por conducirse con prudencia.
Estamos acostumbradísimos a leer sobre “el exilio” republicano español de 1939, sin caer en la cuenta de que ese singular es verdaderamente impreciso, pues las experiencias que se albergan bajo esa triste etiqueta son tan numerosas como las personas que se vieron obligadas a sufrirlas.
Piensa en un objetivo para el año nuevo. El que sea. Puede ser dejar de fumar, hacer un viaje, ahorrar más dinero, estar más en contacto con la familia, encontrar trabajo, ir al gimnasio, ponerse a dieta, tener pareja… Sea cual sea, hay que ser productivo. Y eso no se limita solo a ponerse fechas límite, comprar una agenda o incluso redactar un plan. Implica también ser productivo para llevarlo a buen puerto. Y para eso conviene tener en mente una cosa tan aparentemente viejuna como absolutamente sabia: la filosofía estoica. Que nadie se asuste, esto no es una disertación sobre metafísica, sino unas sencillas claves aportadas por el pensamiento antiguo, citadas por Time, para ser más productivos en el mundo moderno. Son estas.
León Tolstói moldeó la literatura rusa junto a Dostoievski, Chéjov, Pushkin y Gógol. Entre los nombres y apellidos que se afincan en los clásicos del país euroasiático el escándalo de Anna Karénnina al dejar a su familia para alimentar sus aventuras románticas personales, o la coquetería caprichosamente humana de Natalya Rostova en Guerra y paz, siguen leyéndose un siglo después con prejuicios y reacciones no muy disímiles a los de aquellas élites arcaicas que se horrorizaban con tanta facilidad en las ficciones de Tolstói.
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